UN ECUATORIANO
CONSUME CADA AÑO 39 KILOS DE LA CARNE DE ESTA AVE Los pollos criados en granjas
tendrían componentes prohibidos, como el 3-Nitro
Una tesis universitaria determinó la presencia de arsénico
en el balanceado con el que se alimenta a los pollos vendidos en Ecuador. La
sustancia tóxica detectada podría causar cáncer en los humanos.
En la granja Pío Pío iniciaron la crianza de más de 10.000
pollos finqueros. Sus dueños esperan que los animales estén listos para
venderse en 10 semanas. Fotos: Lylibeth Coloma A lo largo de la vía a la Costa,
en Guayaquil, alejados de la carretera, los galpones de pollos están llenos por
la mañana y en la tarde quedan vacíos. A diario llegan sendos camiones hasta
las granjas para recoger los animales y venderlos en los supermercados. El
pollo es una de las carnes más consumidas por los ecuatorianos. Según el
presidente de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave),
Pablo Anhalzer, 32 kilos se consumen por persona al año en el país.
Las razones para consumirlo se han sustentado por años en
los consejos de las organizaciones mundiales y los propios médicos. “Coma
pollo, solo carne blanca”, dicen los doctores. En medio de las últimas alertas
de que las carnes procesadas y embutidos podrían aumentar el riesgo de cáncer,
el pollo es visto con mejores ojos que antes.
¿Pero qué pasaría si esta llamada carne blanca no fuese tan
saludable como se promociona? Hace un par de años, la propia Agencia de
Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. anunció que
la carne de pollo vendida en ese país contenía arsénico, una sustancia tóxica
causante de cáncer y mortal si se administra en altas dosis.
Esta realidad fue parte de una tesis elaborada en Ecuador
por una universitaria, que encontró dosis de arsénico que superaban lo
permitido en pollos criados en granjas.
El trabajo se denomina ‘Determinación de la presencia de
arsénico en balanceados, gallinazas y vísceras de pollos’. En esta
investigación su autora analizó la gallinaza (excremento) para confirmar la
expulsión de arsénico del cuerpo del ave, y vísceras, hígados y mollejas, que
mostrarían la acumulación.
Un proceso de engorde
¿Sabe usted qué comen los pollos que compra y qué tan seguro
es? Efraín Pincay, habitante de Santa Rosa, del recinto San Lorenzo en Lomas de
Sargentillo, cuenta que durante 10 años trabajó como galponero en una granja de
San Isidro. Allí recuerda que le daban de comer a 20.000 pollos de manera
constante, día y noche. “Todo el día pasábamos alimentándolos”.
Al recibir el pollo después de que sale de la incubadora,
explica Efraín, comienza la alimentación. “Esperamos 12 días para darle
balanceado inicial, que se suministra por 21 días, y luego empezamos con el
balanceado de engorde hasta los 49 días. Tienen que pasar 4 semanas para
faenarlo y de ahí esta listo para la venta”.
Pincay agrega que el balanceado tiene una lista larga de
ingredientes, entre los que constan la harina de pescado, que incluiría
arsénico; además de maíz y subproductos de arroz.
Juan Colmenares es dueño de la granja Pío Pío, que se dedica
a vender pollos bebés por lo que tiene gallinas ponedoras. “Apenas salen del
huevo de la incubadora se les pone una vacuna y ya cuando pasan a los corrales
se les pone otra contra la bronquitis y demás enfermedades”.
Pablo Anhalzer, quien es presidente de la incubadora
Anhalzer, asegura que en el país hay empresas serias que se preocupan de
analizar el alimento de manera constante, limpian las incubadoras y los
galpones de las granjas. “Hacemos análisis de manera rutinaria para garantizar
dos cosas: que el producto final no tenga problema, y segundo, que no haya
probabilidad de enfermedades sanitarias”.
Cuando se le menciona el uso del Roxarsone, un químico con
arsénico que sirve para combatir coccidiosis o enfermedad intestinal y también
para aumentar el peso del pollo, Anhalzer dice que este es un tema delicado.
“Aquí no lo he escuchado con ese nombre, pero sí como 3-Nitro (nombre con el
que es vendido el Roxarsone en varios países), aunque es un compuesto que en
Ecuador está prohibido. Hay un par de personas que lo usan. Hay gente que
prefiere ahorrarse unos centavitos añadiéndole algo que no es necesariamente adecuado”.
En Lomas de Sargentillo, Efraín Pincay se dedica a criar y
alimentar decenas de pollos, que luego son llevados a los mercados o para
consumo del recinto.En Lomas de Sargentillo, Efraín Pincay se dedica a criar y
alimentar decenas de pollos, que luego son llevados a los mercados o para
consumo del recinto.
¿Por qué es tan
grave?
Paola Calle, jefa de laboratorio de Ecotoxicología de la
Escuela Superior del Litoral (Espol), explica que el arsénico es un metal de
característica metaloide que puede estar de forma orgánica o inorgánica. “En su
forma orgánica no es muy tóxico, pero en la inorgánica, como arsénico 6, es
altamente cancerígeno. Puede producir cáncer a la piel, a la vejiga y al
pulmón”.
De forma orgánica se lo agrega a productos como Roxarsone y
el Nitrozone. “El problema de este producto es que, una vez que pasa al
organismo, puede pasar de orgánico a inorgánico y esto podría estar en su forma
tóxica”.
En la tabla sobre la determinación de arsénico en
balanceados de pollo en la investigación universitaria se establece que la
cantidad de arsénico supera lo permitido por la FDA.
El estudio determina que con respecto a los balanceados de
engorde, se siguen añadiendo aditivos como Roxarsone contra la coccidiosis, se
observa una presencia de As (arsénico) entre 45 y 53 ppm. “De nuevo, el cálculo
de un promedio no sería tan factible, pues la cantidad de As presente dependerá
mucho de la formulación del balanceado de cada productor”, indica la tesis.
Calle explica que, en bajas cantidades, el organismo lo
puede acumular y llegado el momento
puede tener cantidades suficientes para producir cáncer. “Un compuesto
cancerígeno como el Roxarsone, conocido comercialmente 3-Nitro, afecta el ADN
del organismo, puede dañar un gen y comenzar a producir células que se van a
reproducir rápidamente. Eso ocurre porque el ADN mutó y eso hace que se
produzcan otras codificaciones y desarrollar tumores”.
Pollo de campo versus
el de granja
En Lomas de Sargentillo hay quienes se dedican en sus casas
a la crianza de pollos broiler o los cubanos de patas amarillas, como se
conocen entre los campesinos.
Pablo Anhalzer, quien preside la Asociación Latinoamericana
de Avicultura (ALA), dice que el pollo de
granja vive alrededor de más de 30 días, dependiendo del peso; y el
criollo, unos 6 meses.
Señala que la diferencia del pollo de granja con el que es
criado en el campo es que este último no se alimenta bien, porque pica lo que
encuentra, pero no ingiere los suficientes minerales y vitaminas. Estos
nutrientes, por lo general, se suministran con el balanceado y en vacunas.
“A veces ocurre que al andar sueltos hay pollos que están
cerca de talleres mecánicos y pican la tierra que está contaminada de aceite.
El pollo de hoy es mucho más productivo que el de hace 50 años. Es más
resistente a las enfermedades y se adapta mejor al clima, es menos susceptible
a males”. Reconoce que todos estos ‘avances’ en el animal se debe a los
productos que ingiere.
Roxana piensa distinto. Ella trabajó para una avícola en la
que recuerda que los pollos después del faenamiento son metidos en congelador
en el que pueden estar 5 meses o hasta 1 año. “A veces, cuando se ponen verdes
y babosos, los lavan con cloro. La gente compra pollos y no saben lo que
comen”. Afirma que, a diferencia de los pollos de supermercados, los que se
crían en el campo tienen un mejor sabor y son más saludables. (I) TOMADO DE EL
TELEGRAFO DE ECUADOR
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