En Amazonas esperan dólares para la salud
La deforestación y la explotación ilegal de madera amenazan
gran parte de esta región, compartida por 8 países. FOTO Robinson sáenz
46,44 es el índice de mortalidad materna en Amazonas, según
el DNP.
Colombia, Perú y Brasil recibirán una inversión por 600
millones de dólares para conservar la Amazonia. Preocupa la minería ilegal y
las actividades ilícitas en comercio de flora y fauna.
La comunidad indígena del Amazonas, que representa cerca del
50 por ciento de la población del departamento, no tiene muy claro cómo se van
a invertir los 600 millones de dólares que prometió el presidente Juan Manuel
Santos para la región, durante el segundo encuentro binacional entre Colombia y
Perú, en Medellín, en el que estuvo acompañado por el presidente de Perú
Ollanta Humala. “Esta es la primera vez que un programa tendrá un enfoque
integrado para la protección del ecosistema amazónico”, dijo Santos.
Del proyecto solo se conocen datos generales. De los 600
millones de dólares con los que comenzará el programa, 113 millones provienen
del Fondo Para el Medio Ambiente Mundial, organización en la que participan 182
países y que ha financiado 3.690 proyectos ambientales en naciones en vía de
desarrollo. Según Santos, la primera línea del programa consiste en “mitigar
los efectos del cambio climático con políticas eficientes en uso sostenible de
la tierra, del manejo de áreas protegidas”.
El Ministerio de Ambiente ha precisado que el presupuesto se
invertirá en Brasil, Colombia y Perú, tres países que son responsables del 83
por ciento de la cuenca del Amazonas. Uno de los objetivos es mantener 73.000
hectáreas como tierras forestales; otro es promover la “gestión sostenible de
la tierra” en 52.700 hectáreas. La meta se vería reflejada en 2030, año en el
que supuestamente se presentará una reducción de 300 millones de toneladas en
las emisiones de CO2. Otro compromiso que adquirió el gobierno colombiano (y
que hace parte del proyecto Visión Amazonia) es reducir al cero por ciento la
deforestación en el departamento del Amazonas para 2020. Los gobiernos de
Noruega y Alemania donarán 69 millones de dólares para apoyar esta misión.
Hasta ahora, el gobierno Santos se ha mostrado como defensor
ambiental del Amazonas, con decisiones como la ampliación del Parque Nacional
Chiribiquete. Con esta medida el país ganó 1,8 millones de hectáreas de selva
amazónica (50 veces Medellín). Sin embargo, el gobierno sigue perdiendo la
pelea frente a la minería. Según la Fundación para la Conservación y el
Desarrollo Sostenible (Fdsc), en esa región son por lo menos 15.000 mineros
informales los que están trabajando en áreas supuestamente protegidas.
La salud, en la agenda
Dos dudas se han planteado desde las organizaciones
indígenas: ¿cómo se invertirán los 600 millones de dólares y qué beneficios
traerá para la población? La petición más urgente: girar recursos para la salud
de los habitantes, principales encargados de proteger el medio ambiente en el
Amazonas.
Harold Jhonny Rincón, secretario General de la Organización
de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana (Opiac), dice que hay temas
prioritarios que el Gobierno no debe perder de vista: “En nuestros planes de
vida estamos priorizando la inversión para la salud y para el componente ambiental.
En materia de salud, hay problemas por la ausencia de infraestructura. Las
comunidades están muy separadas unas de otras y la salud no llega, no hay si
quiera hospitales intermedios. Si usted va y visita las comunidades indígenas
del Amazonas se da cuenta de que no hay medicamentos y que las EPS, incluidas
las EPS indígenas, no están funcionando bien”.
De otro lado están los servicios ecosistémicos que, dice
Rincón, están prestando las comunidades indígenas en el Amazonas: “Para
preservar el ambiente hacen falta recursos. Primero necesitamos estudios,
posteriormente podemos proyectar planes de vida o planes de ordenamiento
territorial en la región. Hay unos instrumentos de planificación ambiental que
se necesitan y que hoy no se tienen. Con esos instrumentos podríamos ir más
allá de los servicios ecosistémicos y así preservar el medio ambiente de manera
integral”.
La necesidad de invertir en la salud es un punto con el que
coincide el alcalde de Leticia, José Ignacio Lozano: “Aunque está claro que los
recursos son para el medio ambiente, nos preguntamos cuál es el lugar que le
está dando el gobierno a la salud. En Perú, país con el que se tiene el acuerdo
binacional, sí hay servicios de segundo y tercer nivel en salud, pero son de
alto costo para los colombianos. Muchos van allá a que los atiendan, pero el
tratamiento y los especialistas, aquí y allá, son extremadamente costosos”.
Las cifras sobre salud pública en el Amazonas soportan el
panorama esbozado por el alcalde y la Opiac. Según el Departamento Nacional de
Planeación (DNP), en el Amazonas el índice de mortalidad materna es de 46,44
por cada mil nacidos vivos. Es más alto que el de Chocó y Vaupés, con 42,69 y
41,91 respectivamente.
¿Y la minería?
Para Manuel Rodríguez Becerra, profesor de la Universidad de
los Andes y exministro de Ambiente, la inversión anunciada no es suficiente si
no se soluciona el problema de la minería en el Amazonas: “Si Colombia quiere
conservar la Amazonia tiene que suspender cualquier actividad minera y
petrolera, así de simple. Sin embargo, el Gobierno Santos le abrió campo a la
minería en el Amazonas a través de la figura de áreas estratégicas mineras.
Además de los impactos de la minería en el medio ambiente están los impactos
indirectos: construir vías de acceso y generar millones de hectáreas
deforestadas. Por ahí es por donde viene la destrucción”.
Para Becerra, las inversiones en medio ambiente que ha hecho
el Gobierno no pueden eclipsar lo que Santos anunció a mediados de 2012: la
creación de áreas estratégicas para la minería en 17 millones de hectáreas en
la región del Amazonas.
EL COLOMBIANO consultó a diferentes Ong que están trabajando
por la conservación del Amazonas. Como algunas están vinculadas con el Gobierno
en proyectos de conservación ambiental, se negaron a entregar declaraciones
públicas.
No obstante, un investigador cercano a los proyectos de
intervención ambiental en la región, dijo que son tres ejes los que se deben
contemplar para que la inversión sea exitosa: “Uno es darles alternativas
económicas a los habitantes. No se les puede pedir que cuiden la biodiversidad
pasando hambre. De hecho, las personas acuden al comercio ilegal de madera,
fauna y flora porque no tienen más ingresos. El otro punto es fortalecer la
capacidad de las corporaciones autónomas para que realicen su trabajo de con el
Ejército y la Fiscalía. Si no se invierte en seguridad, difícilmente se pueden
frenar actividades como la minería ilegal”.
Un tercer punto, según el investigador, es “continuar con
las acciones de conservación de las áreas protegidas y de los resguardos
indígenas, en Colombia Brasil y Perú. Hoy en día hacen falta recursos para
proteger esas áreas, sobre todo de actividades como la minería ilegal”.
Plan Fronteras
Algunos de los proyectos de vigilancia y prosperidad social
en las fronteras están en manos de la Cancillería colombiana, que desde 2010
está ejecutando el Plan Fronteras para la Prosperidad. En este marco los
gobiernos de Colombia y Perú han ejecutado 197 proyectos que sumados han
costado 922 millones de dólares, de los cuales Colombia aportó 445 millones de
dólares para proyectos relacionados con “cultura, ordenamiento territorial,
deporte, programas sociales, salud energía, educación, desarrollo económico,
agua y tecnologías de la información”.
La Cancillería reconoce, sin embargo, que en la frontera
amazónica, especialmente en la de Perú, hacen falta acciones por parte del
Estado: “Dentro de las principales necesidades identificadas en la zona está la
promoción de desarrollo productivo, la articulación entre los planes de vida de
las organizaciones indígenas con los gobiernos locales , la falta de acceso a
vivienda digna y el suministro de agua potable y saneamiento básico”.
AMAZONAS, EL PULMÓN DEL MUNDO
La Amazonia es reconocida como el pulmón del mundo en parte
porque alberga el 10 por ciento de la diversidad en el mundo. Es el bosque
tropical más grande del planeta.
SANTIAGO VALENZUELA Reportero. Creo, como Rainer Werner Fassbinder
, que “ lo que no podemos cambiar, debemos al menos describirlo”. TOMADO DE EL
COLOMBIANO
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