Alfaro fundó las
bases del Estado Hoy se conmemoran 121 años del triunfo de la Revolución
Liberal, un acontecimiento que marcó un antes y un después en la vida política
y social de Ecuador. Redacción Telégrafo El 5 de junio de 1895, el alfarismo
llegó al poder. Allí inició un proceso de profundos cambios en Ecuador, que
consagraron el laicismo en el país y fue un paso fundamental hacia la
construcción del Estado de Derecho, lo cual creó condiciones para formar capas
urbanas populares y segmentos de clase media, actores fundamentales para
enfrentar a la burguesía. La Revolución no logró la transformación total de las
estructuras económicas a favor de las mayorías. Los radicales, que tenían una
mirada social, fueron derrotados por una facción liberal moderada en acuerdo
con los conservadores, que provocaron el asesinato de Eloy Alfaro en 1912 y
tomaron el control del Estado. Eloy Alfaro, nacido en Montecristi (Manabí) el
25 de junio de 1842, fue el líder de la lucha liberal que duró 3 décadas y del
proceso revolucionario desde 1895, como Jefe Supremo y Presidente de la
República. Impulsó la construcción del ferrocarril, desarrolló la educación
pública y laica, consagró el derecho de las mujeres a participar en la vida
pública, creó instituciones civiles y separó a la Iglesia que era del estado
confesional. Promovió la educación de becarios en el exterior, cambios en el
sistema de justicia y modernizó el Ejército. El alfarismo llegó al poder tras
luchar 31 años. Su base fueron los campesinos (montuvios, afrodescendientes e
indígenas que migraron a la Costa). Sus dirigentes fueron estancieros, pequeños
comerciantes y coroneles de facto, líderes de montoneras que se formaron en
varias décadas. Un grupo importante fueron los esmeraldeños y
afrodescendientes, sobre los cuales la historia habla poco. El propio Alfaro,
por sus escritos, los salvó del olvido y registró el apoyo que dieron los
cayapas de Esmeraldas. Las luchas alfaristas fueron posibles no solo por la
perseverancia de Alfaro y sus coroneles radicales, sino también por el apoyo de
la base campesina, y en algunos casos por mujeres, quienes protestaban por la
dominación, la servidumbre y la presión del sistema sobre su trabajo, contra
incremento de la producción para la exportación, y las excesivas ganancias de
la nueva burguesía. (I) tomado de el telgrafo de ecuador
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