AJO CLAVE DE LA DIETA MEDITERRÁNEA Y DE TÚ SALUD
La dietista Laura Jeffers, del Centro de Nutrición Humana de
la Clínica Cleveland (Estados Unidos), reconoce que algunos de sus compuestos
que contienen azufre, como la acilina, son los culpables de su olor tan
característico y también de algunas de las propiedades nutricionales que se le
atribuyen. ¿Sabes de cuáles hablamos’
El ajo es uno de los ingredientes más utilizados dentro de
la dieta mediterránea, como parte de un buen sofrito o para aderezar un
pescado, una crema o una salsa. Entero o laminado. Crudo o frito. Su uso no
está exento de riesgos y, si nos pasamos, lo tendremos bien presente durante
todo el día, pero también tiene múltiples beneficios. Y no lo decimos sólo en
caso de querer ahuyentar vampiros.
La dietista Laura Jeffers, del Centro de Nutrición Humana de
la Clínica Cleveland (Estados Unidos), reconoce que algunos de sus compuestos
que contienen azufre, como la acilina, son los culpables de su olor tan característico
y también de algunas de las propiedades nutricionales que se le atribuyen.
¿Sabes de cuáles hablamos?
BENEFICIOS DEL AJO PARA LA SALUD
1. Fortalece el sistema inmune: En estudios en laboratorio
se ha visto cómo el ajo parece acabar con las células tumorales, algo que
también se ha visto en ensayos clínicos en humanos. Un trabajo con 41.000
mujeres de mediana edad reveló que quienes comían ajo, frutas y verduras
habitualmente tenían un riesgo un 35 por ciento menor de desarrollar cáncer
colorrectal. Daba igual si el ajo era crudo o cocinado, pero los suplementos no
conseguían los mismos beneficios.
2. Potencial antiinflamatorio: La evidencia científica ha
demostrado que el aceite de ajo funciona como un antiinflamatorio y, por tanto,
se puede untar un poco en caso de sufrir dolor en las articulaciones o los
músculos o si presenta algún tipo de inflamación.
3. Mejora la salud cardiovascular: Todavía no está del todo
claro si puede mejorar los niveles de colesterol, pero ya hay estudios que
hablan del impacto positivo para las arterias y la presión arterial. Los
investigadores creen que los glóbulos rojos transforman el azufre del ajo en
sulfuro de hidrógeno que se expande a través de los vasos sanguíneos y permite
regular la presión arterial. De hecho, algunos organismos aconsejan el consumo
de cuatro gramos de ajo al día para reducir el riesgo de enfermedad coronaria.
4. Conseguir un pelo y una piel más cuidados: Gracias a sus
propiedades antioxidantes o antimicrobianas puede usarse para acabar con las
bacterias causantes del acné. De hecho, hay estudios que apuntan a que frotar
ajo crudo por estas heridas logra eliminarlas. No obstante, ten en cuenta de
que puede generar cierta sensación de ardor en la piel.
5. Protege tu comida: Esas mismas propiedades
antibacterianas del ajo crudo pueden protegernos también frente a otras
bacterias causantes de intoxicaciones alimenticias, como la ’Salmonella’ o el
’E. coli’, si bien no puede utilizarse como sustitutivo de una buena limpieza
de los alimentos. 6. Para tratar el pie de atleta: El ajo también combate los
hongos y, con esa finalidad, se recomienda remojar los pies en agua con ajo o
frotarlo por la piel puede servir para hacer frente al hongo que nos causa ese
dolor.
SACARLE EL MÁXIMO RENDIMIENTO Más allá de estos consejos
generales, esta experta reconoce que se pueden hacer infusiones con agua
caliente para alterar su equilibrio del pH, ya que las enzimas de la alicina
necesitan tan sólo unos pocos minutos para empezar a trabajar y dejar su poso
antes de incorporarlo a una buena carne.
Su mayor beneficio se consigue con el ajo crudo pero los
expertos también se muestran a favor de cocinarlo, siempre que no sea a más de
60 grados centígrados, ya que con temperaturas más alta la alicina puede acabar
muriendo. De hecho, aconsejan añadirlo a las recetas cuando el plato ya está
casi terminado.
Además, recuerda que en caso de abusar puede causar
malestar, distensión estomacal, diarréa, mal aliento u olor corporal. También
puede producir una sensación de escozor en la piel si se maneja en cantidades
significativas, de ahí que se recomiende manipularlo con guantes de cocina.
Por otro lado, y aunque es raro, se ha visto cómo algunos
suplementos de ajo pueden causar dolor de cabeza, cansancio, pérdida de
apetito, dolor muscular, mareo o reacciones alérgicas, incluidas erupciones de
la piel o reacciones alérgicas. Y en caso de tomar medicación anticoagulante
puede incrementar sus efectos y dificultar aún más la coagulación de la sangre.
Ep Fuente: medio ambiente – ECOTICIAS tomadod e envio de pregon agropecuario de
ar
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