Tal vez el tema ambiental que haya generado mayor cantidad
de equívocos sea la contaminación provocada por pilas y baterías usadas.
Se parte de un hecho cierto, que es la presencia de
materiales peligrosos en la composición de estos productos, que se difunden en
los ecosistemas cuando se los descarta de un modo que no sea apropiado.
El tema ingresa en la agenda pública a partir de reclamos
de movimientos sociales que destacaron en todo el mundo la ausencia de
políticas públicas para una disposición confiable de las mismas. Una búsqueda
en Google por contaminación del agua y pilas arroja más de 600.000 resultados,
mucho más que otros contaminantes de mayor riesgo a la salud (por afectar
mayores volúmenes de agua para consumo), como los nitratos y el arsénico.
Existen incontables agresiones ambientales que son comparables
a las pilas, pero las pilas tienen una característica que facilita que se
disparen las conductas de acción individual, y es que permiten echarle la culpa
a la víctima.
Gracias a una presión mediática –a veces interesada–
millones de usuarios se sienten responsables por las pilas que tienen que
descartar con la basura común porque no les ofrecen una alternativa mejor. Esta
publicidad encubierta ha permitido desviar la atención de los verdaderos
responsables de esta contaminación.
Un aspecto sugestivo de la economía actual es la
estrategia de muchas empresas internacionales de acortar la vida útil de los
productos que ofrecen, para poder vender varias veces el mismo producto. La
electricidad móvil (es decir, las pilas y baterías) constituye uno de los
campos más emblemáticos en los que dicha estrategia se desarrolla.
La información circulante es tan confusa que una página
Web del Ministerio de Ambiente de la Nación dice que en Ciudad de Buenos Aires
y Gran Buenos Aires “las pilas comunes y alcalinas pueden ser desechadas junto
a la basura común”, mientras que la Agencia Ambiental de la Ciudad dice
exactamente lo contrario: “no deben ser dispuestas con los residuos
domiciliarios”.
Son muchos los docentes que cayeron en la trampa y
pusieron a sus alumnos a juntar pilas usadas. Pero una pila es un residuo
peligroso. Sólo puede ser manipulado por personal especializado, nunca por
niños. Y una escuela es el peor lugar imaginable para acumular
residuos
peligrosos.
Los que están en mejores condiciones para tratar las
pilas usadas son aquellos que tienen instalaciones industriales para
fabricarlas. Sólo la conciencia pública sobre este hecho permitirá avanzar en
respuestas de gestión que incluyan a los principales responsables.
Son necesarias políticas públicas que obliguen a las
empresas que las venden a hacerse cargo de las pilas usadas para su destrucción
en condiciones controladas. Aplicar el principio de responsabilidad extendida
del productor no significa (como se hace ahora) habilitar unos pocos puntos de
recepción para poder publicar una fotografía en los medios. Significa ordenar
por ley que en cada punto de venta de pilas se reciban las usadas y que las
empresas se hagan cargo de todos los costos de logística y de tratamiento de
estos residuos peligrosos.
Para analizar las implicancias del tema y sus posibles
respuestas he publicado un informe sobre gestión ambiental de pilas y baterías
usadas en el marco delObservatorio Ambiental de la Defensoría del Pueblo de la
Ciudad de Buenos Aires, que está a mi cargo. Alejandro Amor, Defensor del
Pueblo de la Ciudad advierte que: “No será posible conquistar un ambiente sano
para nuestros vecinos si los residuos peligrosos desechados en la Ciudad –como
las pilas usadas– carecen de un tratamiento sustentable. El Estado local está
en deuda en materia de fuentes contaminantes. Este primer informe del
Observatorio Ambiental y las iniciativas que éste promueve son un primer paso
apuntando a saldar una deuda que afecta los derechos ambientales de tod@s l@s
vecin@s de nuestra ciudad”.
Sobre las funciones del Observatorio, señala Bárbara
Rossen, Subsecretaria de Derechos Urbanos, Espacio Público y Medio
Ambiente de la Defensoría:“Nuestro Observatorio Ambiental funcionará como un
foro de producción de información y análisis, que desarrolle información
adecuada y oportuna sobre la temática ambiental urbana, identificando temas
prioritarios y emergentes por medio de la investigación y los procesos
consultivos, y que fomente el diálogo entre los interlocutores sociales, las
empresas instaladas en la jurisdicción, el Estado y la sociedad civil”.
En este mensaje ustedes reciben:
- Mi
informe sobre “Gestión ambiental de pilas y baterías usadas”.
Pueden bajarlo gratuitamente de la página Web de la Defensoría o de este
enlace:
Si el enlace parece no funcionar, lo copian, lo pegan en
la parte superior de su navegador (Google o el que usen) y le dan enter. Puede
tardar un rato en abrirse o bajar, dependiendo del estado de la conexión a
Internet.
- La
imagen adoptada por los grupos ecologistas para reclamar que las empresas
se hagan cargo de la contaminación que generan. Son los muñequitos
emblemáticos de varias empresas que fabrican pilas, que, hartos ya de
tener que dar la cara por corporaciones irresponsables, reclaman que el
que la hace la pague.
ENVIADO POR ANTONIO BRAILOVSKY
No hay comentarios:
Publicar un comentario