S.O.S por bosques y aire de Oriente
111 mil 526 hectáreas
es el área total de los cinco municipios del altiplano de Oriente.
35.166 hectáreas es
el área de cobertura boscosa en cinco municipios del altiplano.
34 % de usos del
suelo en el altiplano están dedicados a vivienda.
1.000 familias del
Oriente espera involucrar Cornare en el proyecto BanCo2.
La conurbación del Oriente cercano, que se ha vuelto
vividero de familias adineradas de Medellín, se ha hecho sin planificación. La
región precisa una autoridad supramunicipal.
El acelerado crecimiento del Oriente del departamento, sin
una clara planificación a mediano y largo plazo, amigable con el medio ambiente
y todos sus recursos puede llevar, en un futuro no lejano, a una grave crisis a
la región, sobre todo, en su zona del altiplano.
En esto coinciden distintos representantes de gremios,
academia y grupos de la sociedad civil que han unido conocimientos y
experiencias para tratar de proteger lo que aún puede salvarse y recuperarse en
bosques, aguas y calidad del aire, activos fundamentales para la vida en la
zona.
El bosque se pierde
Con respecto a la presión sobre los bosques del Oriente,
Carlos Mario Zuluaga, director de Cornare, señala que el periodo 2008-2012 fue
especialmente crítico por la alta deforestación, porque centenares de familias
retornaron luego de años de desplazamiento e irrumpieron en las montañas
talando lo que encontraron a su paso para sembrar algún tipo de alimentos para
personas y animales.
“Muchas de estas familias no tenían alternativas para vivir,
a otras les tocó recuperar sus predios y convertirlos en potreros”, comenta el
director de Cornare.
De acuerdo con las estadísticas ambientales de la zona, se
estima que 97 por ciento de los bosques nativos de la región han sufrido
deforestación. El 54 por ciento del territorio en usos del suelo, en el
altiplano, está ocupado en comercio, vivienda e industria.
Las investigaciones de la Cámara de Comercio del Oriente,
institución que trabaja en la formulación de una región sostenible y amigable
con el medio ambiente, son tan interesantes como complejas por la presión sobre
la región. Precisan que en la zona hay 27.309 unidades empresariales. El
altiplano concentra el 83,87 por ciento, con un crecimiento de 4,27 por ciento.
La zona conocida como Embalse (El Peñol, Guatapé) tuvo un crecimiento del 11,01
por ciento el último año.
Cornare afirma que parte del avance de la deforestador se ha
logrado contener a través del proyecto BanCo2, en el que ya hay 600 familias
involucradas que reciben un pago o compensación por proteger los bosques,
abarcando 9.000 hectáreas.
“Los campesinos han entendido que es más rentable reforestar
y cuidar el bosque que destruirlo”, señala.
El problema es que los bosques y las fuentes hídricas están
en las zonas más alejadas y sus habitantes son los más pobres de la región. El
paraíso que disfrutan los nuevos pobladores del altiplano, en gran parte
personas de estratos altos de Medellín que han adquirido fincas de recreo o
instalado allí viviendas permanentes en parcelaciones, motivados por la
frescura del clima, los vientos y lo exuberancia natural, se beneficia de
quienes viven en las peores condiciones económicas. Los de la zona llamada
Bosque (Sonsón y Argelia) cuidan el recurso sin compensación. Crece el
desequilibrio social.
Pero la conurbación acelerada de Oriente también impacta la
frontera agrícola, que cada vez es más reducida.
Liliana López, secretaria de Planeación de Marinilla,
sostiene que su localidad, pasó de ser de gran vocación agrícola, a multiusos,
con industria, servicios, turismo, cultura y residencia campestre. Siente que
“no es fácil la armonía”.
En La Ceja, “en los últimos años ha crecido la vivienda
campestre con parcelaciones, unidades cerradas y vivienda por encima de los
$200 millones”, admitió Alexánder Santa, secretario de Obras Públicas de la
población.
Muchos jubilados han tomado esta localidad como refugio.
También hay “invasión” de cultivadores de hortensias, que ya son 400 mientras
los cultivadores de mora, que eran 300, ya son 50.
En total, dice Cornare, hay más de mil hectáreas de
hortensia sembradas en el altiplano. El precio del dólar disparó los cultivos.
Para un campesino ahora es más rentable vender las hectáreas
para parcelación, debido al incremento en el precio de la tierra, que sembrar
comida. “Ya no se consigue fríjol en El Carmen y lo mismo pasa en Rionegro”,
sostiene Carlos Mario Zuluaga.
El aire se deteriora
Con vías cada vez más saturadas y una industria
expandiéndose en el altiplano, la calidad del aire también sufre graves
deterioros. Los puntos más críticos están en la autopista Medellín-Bogotá, por
la que circulan en promedio cerca de 16 mil vehículos cada día en semana; los
sábados y domingos pasan unos 23 mil por día, 40 por ciento de carga, 40 por
ciento automóviles y 20 por ciento transporte público, según cálculos de
Devimed, concesionario de la vía.
“Sin embargo, aún es aire respirable y de calidad gracias a
la buena dispersión por los vientos fuertes de la región”, dice el director de
Cornare.
No obstante, estudios internacionales alertan sobre el impacto
que tiene sobre el aire del Oriente su cercanía con el Valle de Aburrá, dos
regiones que terminarán, de alguna manera, fusionándose y compartiendo
numerosos servicios y recursos.
La carga vehicular sigue afectando. Se dice que cada familia
que llega a vivir a una parcelación lleva mínimo tres vehículos. Son familias
de estratos altos.
Monseñor Darío Gómez, rector de la Universidad Católica de
Oriente, tiene claro que la región creció sin armonía: “Este auge nos tomó
impreparados”, dice.
La región pugna por un transporte público liviano y
regional. Contener la conurbación solo sería posible con un área metropolitana,
que podría regular mejor el crecimiento urbanístico.
Alrededor de esta figura se están movilizando casi todas las
fuerzas vivas de la región.
Como alternativa para no llegar al caos, se creó la
Plataforma para la Gestión de Proyectos Sostenibles del Oriente antioqueño
Valle de San Nicolás, en la que participan el Centro de Estudios Urbanos y
Ambientales de Eafit -Urbam-, la Corporación Empresarial del Oriente,
Proantioquia, Cornare, la UCO, Asocolflores y otras instituciones, que suman
esfuerzos para emprender acciones concretas que transformen las problemáticas
del territorio.
Es una mesa de trabajo de la que surgieron cuatro proyectos
que le darían un orden a la planificación y servirían para contener los
impactos de la conurbación (Ver recuadro Paréntesis).
Ana María Arango, coordinadora de proyectos de Urbam,
advierte que la Plataforma no es un ente ni financia los proyectos. Aclara que
la sostenibilidad maneja todas las dimensiones: financiera, política, ambiental
y social.
“Se escogieron temas de impacto a nivel supramunicipal; el
papel de la plataforma es apoyar los procesos de integración y fomentar la
mirada regional, dar apoyo a los alcaldes para que puedan ir más allá su visión
local”, precisa.
Aguas
El tema del agua, como lo ha informado EL COLOMBIANO en sus
anteriores informes sobre el crecimiento y desafíos ambientales, económicos y
sociales de la región, es tan complejo como la deforestación, el manejo de
residuos, la movilidad y la calidad del aire, sobre todo para municipios como
Rionegro, El Retiro, La Ceja, El Carmen de Viboral y Marinilla.
(Lea aquí: Sobredemanda de agua en el Oriente de Antioquia superó el 50 %)
(Lea aquí: Sobredemanda de agua en el Oriente de Antioquia superó el 50 %)
En los 23 municipios hay una población de 565.311
habitantes: 110.329 de ellos residentes en Rionegro y 49.523 en La Ceja, siendo
las dos localidades más pobladas. Es decir, dos municipios concentran más del
30 % de la población. El altiplano, si sigue a ese ritmo, sería inviable.
Entre noviembre y enero pasados, en Cornare se presentaron
más de 230 quejas por problemas de agua, afirma Zuluaga.
Luz Stella Vélez, subdirectora de Recurso Hídrico de
Cornare, afirma que en la actualidad se está demandando más del 50 por ciento
del agua que hay como oferta en las cuencas.
Rodrigo Antonio Zuluaga, presidente de la Cámara de Comercio
del Oriente, si bien ve positivo el crecimiento de la región, lanza la alerta
por los peligros si no se planifica.
“Ya hay deterioros en lo hidrológico, por la carencia de
fuentes y por la contaminación de las mismas, porque solo hay sistemas de
alcantarillado en la zona urbana, pero en lo rural hay muy poco control de las
plantas de tratamiento de aguas residuales”, sostiene.
PARA SABER MÁSPLATAFORMA DE PROYECTOS SOSTENIBLES
Estrella Hídrica: Este proyecto lo lidera Cornare y está
orientado a definir un sistema de nuevos parques lineales que interconecten
municipios a través de recorridos rurales a lo largo de cuencas hídricas, con
equipamientos, mobiliario, senderos y ciclorrutas. Ya hay construidos en
Marinilla, La Ceja y Rionegro.
Centro de Valoración de Residuos Sólidos: permitiría
resolver problemas ambientales de disposición de residuos de los municipios de
la subregión, con tecnologías avanzadas y procesos sostenibles y ecológicos.
Hay un terreno disponible de 20.000m2 (11.000m2 utilizables).
Ejes Estratégicos de Ordenamiento y Corredores de Transporte
Público: Buscan armonizar los usos del suelo, las actividades, la movilidad y
la conservación del paisaje y del ambiente a lo largo de ejes estratégicos y
atacar problemas de degradación del territorio por actuales usos de suelo en
conflicto, entre otros objetivos.
Módulo de Competitividad Aeroportuaria: es un proyecto de
gran impacto para el desarrollo económico, que busca involucrar a toda la
región, diferente al Plan Maestro aplicado por Airplan, que opera al interior
del José María Córdova.
OPINIÓNCLAMOR POR EL ANILLO VIAL
RODRIGO ANTONIO ZULUAGA
Presidente Cámara Comercio O.
“Hay una deuda histórica con el Oriente que ha sido
incumplida por los gobernadores: desde 1995 se tenía contemplado el anillo vial
del Oriente por los impactos del Túnel y se necesita que se cumpla. Ya hay
recursos de la sobretasa a viajeros, pero se necesitan muchos más recursos e
inteligencia, pensar en figuras como la valorización, plusvalía, recursos del
presupuesto de Antioquia y de
Medellín”.
GUSTAVO
OSPINA ZAPATA Periodista egresado de UPB con especialización en
literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de
Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad,
crónicas. TOMADO DE EL COLOMBIANO
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