Frigorífico Casa Blanca iniciará juicio a Ancap, que negó
resarcimiento por contaminación con gasoil
La empresa Frigorífico Casa Blanca iniciará acciones legales
contra Ancap, cuyo directorio consideró “altamente improbable que haya existido
contaminación del agua” en el área de la empresa, tras el
derrame de gasoil
ocurrido el viernes 2 de octubre del año pasado.
El presidente del directorio de la empresa, Eugenio
Schneider, relató a EL TELEGRAFO que “nosotros habíamos faenado el sábado de
mañana, por lo tanto ese día de tarde estaban todos descansando en sus casas.
En ese momento llegó la fatídica mancha a Casa Blanca, en forma muy concentrada
por los remolinos y las corrientes del río, donde se formó una mancha muy
compacta. Eso fue tan así, que la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama)
acaba de dictaminar que el lugar más afectado por ese derrame fue en primer
lugar Playa Park y luego el sur del poblado de Casa Blanca, donde nosotros
tenemos nuestra planta de potabilización de agua”.
Schneider aclaró que en la usina propia de la empresa se
potabilizan “20 millones de litros de agua por mes y eso significa que toda
nuestra industria depende del agua”, en tanto “el pueblo recibe agua de OSE que
sale de un pozo en (barrio) Bassotti”.
El empresario recordó que cuando sucedió la catástrofe de
Ancap, “la Intendencia --como ‘gauchada’-- nos ofreció dos camiones cisterna
para solucionar el problema del agua contaminada. No tienen ni la menor idea
del agua que se usa en una faena, que son tres metros cúbicos por animal (3.000
litros). Si se faenan 400 animales, son 1.200 metros cúbicos por día, o sea,
1.200.000 litros de agua diarios”.
En tal sentido, precisó que su casa se encuentra ubicada “en
una roca, sobre el río y estaba rodeada de petróleo el domingo de mañana. En
tanto, mi nieto tenía turno (de trabajo en la planta industrial) a esa hora, y
me dijo que había que cortar todo porque salía agua con olor a gasoil y así
paralizaron un planta, que en total tiene 673 empleados”.
FAENA SUSPENDIDA
El lunes no hubo faena, los camiones cargados con animales
“debieron volverse a los campos y otros quedaron cargados por 48 horas por si
lo solucionábamos, pero no fue nada fácil. A su vez, los obreros se quedaron
sin trabajar durante dos turnos y perdieron dos días de trabajo que no se
recuperan porque esos ganados ya estaban comprados”.
A raíz de un contacto personal que lo acercó al
vicepresidente de Ancap, Ruben Barboza, el empresario elevó un informe de la
problemática ocurrida con la suspensión de la faena y el episodio de
contaminación en torno al poblado. Asimismo, cuantificó los gastos que la empresa
debió afrontar, para paliar el hecho y continuar con la faena, al tiempo que lo
comunicaba al Banco de Seguros del Estado (BSE). “Cuantifiqué el daño en U$S
102.000, donde detallé los camiones que debieron volver, las faenas y el agua
potable perdida, la purga de todo el sistema y una serie de gastos colaterales,
pero lo básico era la pérdida de la faena, que fueron dos días y medio. Eso
significa alrededor de mil vacas y no quise mentir en nada porque apelaba al
honor de Ancap”, señaló.
Schneider consignó que sus asesores le solicitaron que
detallara “el lucro cesante, pero yo había decidido que no podía sumarme a
todos los que estaban atacando a Ancap en ese momento --y que era defendida de
muy mala manera por los involucrados--”, a raíz de la investigación por el
déficit en el ente petrolero. “Jamás se me ocurrió la peregrina idea de que
Ancap podía negar el derrame, porque parece que el agua no corre para abajo en
el río, sino que disuelve el gasoil y la desparrama equitativamente hacia
Argentina”, ironizó.
El titular del frigorífico sostuvo que el margen de
contribución impositiva que deja una vaca faenada (“no la ganancia”), son U$S
100, por tanto “si yo hubiera puesto los mil animales que no se pudieron
faenar, eran U$S 100.000 solamente por eso; pero me referí únicamente a las
faenas que ya estaban compradas y que tuvieron que retornar”.
LA NOTIFICACIÓN DE ANCAP
Al lunes siguiente del derrame “mandé la carta a Ancap y la
respuesta llegó la semana pasada, o sea, que demoró 10 meses”, con una notificación
“que dice que tenemos cinco días hábiles para tomar nota de la decisión de
Ancap, que denegó la petición”.
Consultado sobre las pruebas fotográficas o de filmaciones
que tiene la empresa para probar que el derrame llegó al lugar, Schneider dijo que
“puedo traer a 1.500 testigos que lo vieron, además de las fotos y el personal
del Ministerio de Ganadería”. Sin embargo, aclaró que “ahora tengo la suerte de
que la Dinama, independientemente y sin que yo le pidiera nada, dictaminó que
el peor lugar --después de Playa Park-- fue Casa Blanca”, reiteró. “Y aunque la
Dinama no lo hubiera expresado, tengo el testimonio de todo mi personal. O sea,
Ancap no se dio cuenta que apelé al honor y ahora me tratan como si fraguara un
accidente o un daño”, remarcó. “Incluso dicen que Casa Blanca está a 20
kilómetros de Paysandú, pero son 12 kilómetros por agua y yo lo sé, porque lo
hice a nado”, recalcó.
A raíz de la notificación recibida que “no hace lugar” al
reclamo de Schneider, el empresario decidió iniciar acciones legales a Ancap.
“Me siento como padre, abuelo y bisabuelo de uruguayos, realmente escandalizado
de la superficialidad y frivolidad” existente en el organismo.
Explicó que su abogado, Andrés Supervielle, “grado 5 en
Derecho Ambiental en la UdelaR, habló con la abogada de Ancap para evaluar la
posibilidad de un acuerdo amistoso y no hubo tal instancia. Por eso iniciaré un
juicio y que la Justicia lo dictamine”.
Según el empresario, “esto es grave y ocurre solo en países
de África, donde existen reyezuelos, pero me entristece profundamente que
ocurra en Uruguay” y añadió que “el BSE me confirmó que la empresa está
asegurada contra huracanes, tormentas, tornados, o sea, fuerzas de la
naturaleza. Yo me pregunto ¿Ancap es una fuerza de la naturaleza?”, concluyó. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE UY
No hay comentarios:
Publicar un comentario