El comedor “Piecitos descalzos” se quedó sin lugar y los chicos comen bajo un árbol
El emprendimiento que fue impulsado por una pareja de amigos en Punta Taitalo para asistir a casi medio centenar de chicos corre peligro. Este año lograron la asistencia de la Universidad nacional del nordeste , que colabora con alimentos. Piden un lugar donde poder instalarse.
La noble tarea que hacen Gisela y Daniel se complica por el desplazamiento del edificio.
DATO:
Gisela trabaja como empleada doméstica y Daniel vende tarjetas de estacionamiento y juntos decidieron reactivar un comedor abandonado para ayudar a los chicos en su tiempo libre.
El comedor que hace 2 años reactivó una pareja de amigos para ayudar a los niños de la zona de Punta Taitalo corre peligro de desaparecer, ya que fueron desplazados del lugar donde estaban trabajando. Cada fin de semana, los encargados del emprendimiento llegaban a un edificio comunitario que estaba abandonado para preparar la comida, pero en el predio se iniciaron obras y ahora los chicos comen debajo de un árbol.
El emprendimiento que fue impulsado por una pareja de amigos en Punta Taitalo para asistir a casi medio centenar de chicos corre peligro. Este año lograron la asistencia de la Universidad nacional del nordeste , que colabora con alimentos. Piden un lugar donde poder instalarse.
La noble tarea que hacen Gisela y Daniel se complica por el desplazamiento del edificio.
DATO:
Gisela trabaja como empleada doméstica y Daniel vende tarjetas de estacionamiento y juntos decidieron reactivar un comedor abandonado para ayudar a los chicos en su tiempo libre.
El comedor que hace 2 años reactivó una pareja de amigos para ayudar a los niños de la zona de Punta Taitalo corre peligro de desaparecer, ya que fueron desplazados del lugar donde estaban trabajando. Cada fin de semana, los encargados del emprendimiento llegaban a un edificio comunitario que estaba abandonado para preparar la comida, pero en el predio se iniciaron obras y ahora los chicos comen debajo de un árbol.
Los responsables de “Piecitos Descalzos”, Gisela Álvarez y Daniel Arzuaga, manifestaron su voluntad de continuar con la tarea que realizan, pero señalan que necesitan un lugar en buenas condiciones para atender a los chicos. Mientras tanto, siguen con el emprendimiento solidario, que desde este año cuenta con el apoyo de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), y dan de comer a casi medio centenar de niños cada fin de semana.
Desde hace algunas semanas, el trabajo solidario que desde hace más de 2 años realizan Gisela y Daniel encontró un grave inconveniente: el lugar donde funcionaba el comedor “Piecitos descalzos” no puede ser utilizado por el inicio de una obra. “El lugar ahora está a cargo de una ONG que consiguió fondos del estado para hacer una sala de computación, así que a nosotros nos mandaron a la parte de atrás. Tenemos buena relación con los encargados, pero ya no tenemos un espacio para atender a los chicos como corresponde, por lo que necesitaríamos que nos puedan ceder un nuevo espacio”, señaló Daniel a El Litoral. Mientras tanto, los niños que cada fin de semana se acercan a alimentarse en el comedor no pueden ingresar al edificio, por lo que la mesa para el almuerzo se prepara en un patio trasero, debajo de un árbol. “Están al lado de un gallinero, con todo lo que eso implica, y hay nuevos vecinos al lado que pusieron un alambrado porque no quieren que los chicos entren a su propiedad”, agregó Gisela.
Si bien todavía pueden desarrollar su acción solidaria cada semana, la situación preocupa a los responsables del comedor. “Nos gustaría poder seguir haciendo lo que hacíamos en las mismas condiciones. Contamos con el invalorable apoyo de la Unne, que nos da la comida todas las semanas y ahora nos consiguió una cocina y una garrafa, pero no tenemos a donde llevarla porque no tenemos un espacio que sea nuestro”, detalló Gisela.“Solamente queremos un lugar donde poder ayudar a los chicos del Punta Taitalo o de cualquier otra zona donde haga falta asistencia”, dijo Daniel. Quienes quieran comunicarse con los responsables de “Piecitos descalzos” para acercar donaciones u ofrecer un lugar para continuar con esta noble iniciativa podrán hacerlo a los teléfonos 15520368 o 15232162.
Tomado del diario el Litoral de Corrientes
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