Aumentos de hasta 100% en algunas facturas de luz este mes
Un importante universo de usuarios empezó a recibir alzas
como consecuencia de un mecanismo de estabilización aplicado por el Gobierno
Por Pablo Fernández Blanco
Algunas boletas de luz llegarán con fuertes aumentos en las
tarifas. Foto: Archivo
Un ítem casi perdido en las boletas de electricidad que las
distribuidoras Edenor y Edesur comenzaron a repartir en diciembre despertó la
furia de los clientes, colmó de reclamos las oficinas comerciales de las
empresas y amenaza con provocarle el primer gran dolor de cabeza al Gobierno en
el inicio de 2013. Se trata del muy poco popular "factor de
estabilización" que, por orden del Ministerio de Planificación, a cargo de
Julio De Vido, comenzó a aplicarse a principios del año pasado con la intención
de moderar el valor de las facturas durante los meses de consumo pico.
Para un universo de usuarios, el mecanismo tuvo un efecto
diametralmente opuesto al deseado por el Gobierno. Son aquellos que consumieron
más durante los picos de demanda del año y pagaron menos de lo que debían.
Tendrán, por lo tanto, que compensar la cuenta este mes con un factura mayor.
De acuerdo con un relevamiento hecho por La Nacion, ese aumento llega en
algunos casos al 100 por ciento.
El esquema provoca, del mismo modo, bonificaciones para los
clientes que viven la situación inversa: los que consumieron menos y recibirán
ahora la diferencia en las boletas.
La familia de Sandra C., en Ezeiza, intentó moderar su
consumo eléctrico en noviembre para ajustar sus cuentas en el principio del
nuevo año. Lograron su cometido parcialmente: gastaron muy poco más, pero su
boleta llegó a los $ 402,05 para el primer vencimiento, cuatro veces más que
los $ 97 que había desembolsado en octubre. El "factor de estabilización"
es entonces el responsable del incremento: debido a las características de su
consumo, deberá pagar $ 192 extra; es decir, un 91% más. Sandra reaccionó con
vehemencia frente a la exigencia de una mayor erogación. No atraviesa una
situación acomodada y cree que tres billetes de 100 pueden desacomodar sus
cuentas.
Distinta fue la respuesta de Florencia U., una abogada de 29
años que vive en Retiro. Esta semana recibió una factura por $ 452,17, tan
lejanos de los $ 186,70 de la boleta anterior que pensó que se trataba de un
error. Pero la distracción era de ella: la última boleta, que deberá pagar
antes del 8 de febrero, incluía $ 126 en concepto de factor de estabilización,
casi un 30% del total a pagar.
Susana Andrada, presidente del Centro de Educación al
Consumidor (CEC), confirmó las molestias de los usuarios. "Recibimos
muchas quejas. No nos queda claro el mecanismo, pese a que recibimos
preparación. Por eso me gustaría recibir más facturas para analizar el tema. Da
la sensación de que la gente no sabe por qué está pagando más", sostiene.
Los de Sandra y Florencia son sólo dos ejemplos entre miles
de facturas que llegaron con un incremento sensible en las últimas semanas. En
las empresas sostienen que es imposible hacer un cálculo preciso sobre la
cantidad de usuarios afectados. Pero, en un universo compuesto por cinco
millones de clientes, cualquier porcentaje menor les implica una catarata de
reclamos.
No se trata de aumentos de tarifas que beneficien a las
empresas, ni cargos adicionales que utilice el Gobierno para financiar el
funcionamiento del sistema. Los ajustes se deben a una decisión política que
implementó el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) a principios
del año pasado. Eran épocas en las que todavía De Vido y el vicepresidente,
Amado Boudou, intentaban recortar los subsidios. Con el recuerdo del fracaso en
el ajuste de tarifas de 2008 todavía fresco, se les ocurrió instrumentar un
mecanismo para que la boleta fuese más pareja durante todo el año. En otros
términos, que el usuario no notara una merma sensible cuando disminuyera su
consumo, pero tampoco un incremento sustancial en el caso contrario. Así,
cuando el consumo de un domicilio es superior al promedio de los últimos seis
bimestres, el factor lo contiene, y viceversa. Pero la combinación entre un
consumo que en general aumenta (según Fundelec creció un 6,8% en diciembre y
4,1% en 2012) y la necesidad de poner la cuenta a cero en el último bimestre
del año hizo saltar las cuentas.
En las empresas insisten en un punto: la suba de la última
factura es para cubrir una parte del consumo eléctrico que no se pagó durante
2012. Y aclaran que los usuarios tienen la posibilidad, de acá en más, de pagar
un poco más en cada bimestre y evitar, así, hacerse cargo de un saldo mayor a
principios del año próximo. De todas maneras, por las críticas que despertó el
mecanismo, ambas distribuidoras iniciaron los contactos con el ENRE, a cargo de
Mario De Casas, para eliminar el sistema.
tomado de diario la nacion de ar
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