Argentina se adentra en la CSP con una planta de 20 MW
Argentina se ha movido rápidamente para adoptar la CSP con
la noticia de una planta que llega apenas unos meses después de que surgieran
movimientos legales para apoyar la tecnología. Pero, ¿este mercado puede atraer
a los inversores extranjeros?
Jason Deign
Es posible que Argentina se haya tomado su tiempo a la hora
de apreciar el potencial que ofrece la CSP. Pero difícilmente se le puede acusar
de que ahora esté perdiendo el tiempo. Solo unos meses después de sus primeros
movimientos oficiales para apoyar la energía termosolar, el
país ya ha anunciado su primer proyecto conectado a la red.
La planta de tecnología cilindroparabólica de 20 MW estará
situada en los Valles Calchaquíes, 7 km al norte de San Carlos, en la provincia
de Salta, en el noroeste del país. Costará 100 millones de USD y contará con
financiación procedente de Europa y China, según el anuncio que realizó el
gobierno el mes pasado.
SolarNoa Argentina, un desarrollador de energía solar que se
centra en energía renovable en las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán, ha
contratado a Heilongjiang Zhongjing New Energy y Harbin Turbine para que
construyan la planta.
Aunque todavía no se ha anunciado la fecha de inicio, se
espera que la construcción se prolongue durante 18 meses y participen en ella
unos 300 trabajadores. Se creará una planta de espejos dentro del Parque
Industrial de Salta para apoyar la construcción de una instalación solar de 72
hectáreas.
SolarNoa afirma que las empresas chinas construirán la
planta en el marco de un contrato llave en mano con un período de explotación y
mantenimiento de entrega posterior de tres años y una garantía de explotación
de 25 años. La planta estará diseñada con un período de vida útil de 35 años.
La empresa provincial de energía Recursos Energéticos y
Mineros Salta ha llegado a un acuerdo para la compra de energía durante 15 años
con SolarNoa, que ha confirmado que la planta estará equipada con
almacenamiento, aunque todavía no se ha definido el tipo concreto.
La empresa SolarNao también indica que debería lograr una
temperatura de funcionamiento cercana a los 1000 ºC en el sistema de
transferencia térmica y obtendrá una producción diaria de entre 300 MW y 450
MW.
Además, el proyecto cuenta con un fuerte respaldo por parte
del gobierno. Según SolarNoa, la administración de Salta está preparada para
declarar su construcción como materia de interés provincial, lo que debería
ayudar a limar las potenciales asperezas administrativas.
"La primera de la región"
El comunicado de prensa del gobierno anuncia a los cuatro
vientos que la iniciativa no tienen ningún reparo en etiquetarse como "la
primera planta de CSP con tecnología cilindroparabólica de Sudamérica".
Esto es algo que puede molestar a los desarrolladores de Chile, donde hay
varios proyectos de termosolar que ya están en fases avanzadas de desarrollo.
En cualquier caso, está claro que la administración
argentina se está tomando en serio a la CSP. La pregunta para el sector
termosolar es: ¿con qué grado de seriedad se lo puede tomar Argentina? Al fin y
al cabo, el país no ha hecho mucho últimamente para elogiarse a sí mismo ante
los intereses comerciales extranjeros.
A pesar de ser una de las naciones más prósperas de
Latinoamérica, Argentina sufre una gran inflación, una corrupción generalizada
y una economía que tiende a la crisis.
Hay que añadir la reciente nacionalización de YPF del país,
la empresa de gas y petróleo que pertenece al gigante español Repsol, y es
obvio por qué la mayoría de inversores potenciales tratarían a Argentina con
bastante cautela.
Como comenta un inversor con experiencia en el problemático
mercado español: "Argentina sería uno de los últimos lugares en el que
pensaríamos".
Como consecuencia, Gabriela da Rocha Oliveira, de Bloomberg
New Energy Finance, indica: "El principal obstáculo en Argentina es tener
acceso a la financiación y si las subastas no continúan, que parece que es lo
probable, el desarrollo podría perder ahí su impulso".
Con este panorama, la elección de los socios para el
proyecto de Salta parece significativa. Aunque aprenden rápido, los chinos
difícilmente pueden presumir de contar con un gran historial en CSP en
comparación, por ejemplo, con los desarrolladores españoles.
De todas maneras, quizás ellos tienden menos a ocuparse de
los detalles de las disposiciones del contrato y más a armonizar con intereses
comerciales más amplios.
Agentes chinos
Por ejemplo, es interesante señalar que al anuncio del mes
pasado le siguió una visita de los principales agentes chinos entre los que
estaba Zhang Jianhong, presidente de la Asociación de Promoción del Desarrollo
en la Zona Oeste de China y pariente cercano del primer ministro de China.
SolarNao, por su parte, ha confirmado que los chinos están
interesados en acceder a las reservas de gas de esquisto de Argentina, las más
grandes del mundo solo por detrás de las de EE. UU. y las de la propia China.
Con este fondo, no sería una exageración especular que la
mayor parte del dinero para el desarrollo provendrá de fondos chinos en vez de
los europeos.
Tampoco perjudica indicar que los chinos son expertos en
construcción de bajo coste. La verdad es que el precio del proyecto de Salta
parece ofrecer una buena relación calidad-precio cuando se compara, por
ejemplo, con los 2,6 mil millones de USD que Ibereólica está invirtiendo en una
planta de tecnología cilindroparabólica de 360 MW en Chile.
Entonces, ¿los chinos podrían dejarnos boquiabiertos con una
planta termosolar barata a cambio de los derechos del esquisto argentino? Todo
es posible, pero un dato final que surgió de SolarNao da a entender una
explicación más sencilla.
SolarNao estima que la instalación podría generar energía a
7,10 USD por megavatio-hora Es algo "bastante inferior a lo que ofrece
cualquier otro sistema de generación ‑indica la empresa‑. Los costes marginales
de la generación de gas en Argentina están en torno a los 125 USD por
megavatio-hora”.
"Los sistemas diésel pueden costar hasta unos 300 USD
por megavatio-hora".
Si esto es cierto, la CSP en Argentina teóricamente no
debería necesitar ningún tipo de apoyo por parte del gobierno para producir
beneficios. Eso podría hacer que se tratara de una proposición atractiva para
cualquier desarrollador, de China o de cualquier lugar.
Para responder a este artículo, escribe a: Jason Deign
O ponte en contacto con la editora: Jennifer Muirhead
Enviado por red foroba
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