En la presente entrega haceos un repaso a la larguísima e interesante
historia de integración gasífera entre Argentina y Bolivia, así como un
análisis de la reciente adenda para volúmenes interrumpibles de gas, los precios
y una recomendación respecto a la relación contractual hasta el 2026.
En 1968 se firma el primer contrato de compra venta de gas
por 20 años, se construye gasoductos en ambos lados de la frontera y se inicia
la exportación de Bolivia
a Argentina en el año 1972. En materia de integración y
ayuda bilateral, Argentina decide continuar importando gas hasta 1999, fecha en
la que Bolivia detiene
sus exportaciones a Argentina.
Durante este periodo de 26 años ambos países pasaron por una
serie de turbulencias económicas y sociales, hiperinfaciones, dictaduras y
muchos hechos que son naturales a la vida de los países. Por estas razones es
que el contrato fue alterado y hubo muchos cambios en los precios y en la forma
de pago. Se practicó el trueque, muy en especial vale la pena recordar el pago
durante las dictaduras militares, donde se “intercambia-
ban” “vehículos Ford” y carritos “Hanne” y otros por gas
natural.
A partir de la crisis económica y fnanciera del 2001 en
Argentina, la producción de gas natural comienza a declinar por falta de exploración.
Se corta la exportación a Chile, Uruguay y Brasil y se demanda nuevamente gas
natural de Bolivia. Es anecdótico recordar que el gasoducto a Brasil desde Bolivia
se materializó con el respaldo de reservas de gas de Argentina, debido a que
las que había en Bolivia no eran suficientes.
El 2004 se reinician las exportaciones de Bolivia hacia
Argentina sin un contrato de largo plazo entre las partes, donde Argentina llegó
incluso a ofrecer tecnología
para el desarrollo del gas domiciliario y gas natural
comprimido, todo esto como forma de pago, situación que no fue aceptada.
El año 2006 se suscribe un contrato de compra venta de largo
plazo de gas natural entre Bolivia y Argentina con una duración de 20 años.
Este contrato fue considerado poco serio debido a que no incluía cláusulas de
compromisos en los volúmenes ni penalidades por incumplimientos y otros. El año
2010 se firma una Adenda seria al contrato del 2006, que detona inversiones en
Bolivia y el desarrollo de campos
descubiertos más de una década atrás y también de
infraestructura de procesamiento y transporte.
El contrato vigente
tiene un horizonte hasta el año 2026 con cláusulas de entrega mínima (DOP) y recepción
mínima (TOP) y que varían según la temporada invierno-verano donde los precios
están vinculados a los precios de los Fuel Oils.
Desde 2010 a la fecha, aun bajo la nueva Adenda, se han
tenido incumplimientos en los volúmenes de entrega y recepción de ambas partes.
Bolivia tiene prioridad de
atender su mercado interno y luego el de Brasil antes que el
de Argentina. En el otro lado del espectro Argentina tiene un consumo de pico
pronunciado y en épocas
de baja demanda no ha estado tomando las cantidades estipuladas
en el contrato. Esta situación debe corregirse y tratar de darse estricto
cumplimiento al contrato.
Bolivia continúa realizando inversiones para tratar de
cumplir con Argentina, como el Gasoducto de Integración Juana Azurduy y las inversiones
en pozos de desarrollo en varios mega campos como Margarita y Huacaya
principalmente. Argentina también ha adecuado algunos ductos en el norte del país
y se tenía previsto la construcción del Gasoducto del Noreste Argentino, del
cual a la fecha no se tiene conocimiento de avance concreto y no se puede
avizorar como se evacuarán los volúmenes en Argentina más allá del 2013.
El mes de Julio de 2012 se ha firmado un nuevo contrato que
no afecta ni modifca el contrato del 2010 en una modalidad de contrato
interrumpible para volúmenes que Bolivia tenga disponibles y pueda despachar a
Argentina por encima del contrato del 2010, bajo los mismos precios del con- FUTURA
- TECNOLOGíA RENOvABLE y SOSTENIBLE -AGOSTO 20 trato de 2010 (referencia a Fuel
Oils), es decir con un horizonte esperado de 7 a 11 US$/MMByU varios analistas
y entendidos han criticado en que Bolivia ha sido benevolente en los precios de
estos nuevos volúmenes interrumpibles, en el entendido de que son precios spot
y deberían ser mayores y reflejar un pequeño descuento sobre el alternativo GNL
que Argentina debe importar con precios entre 14 y 18 US$/MMBTU. Nuestro punto
de vista ha sido el de respaldar lo frmado entre los países, entender la crítica
situación en Argentina y que los precios interrumpibles, en base a un horizonte
de largo plazo de integración, deberían ser los
mismos que el contrato de 2010.
El contrato debe respetarse de ambas partes hasta el 2026 y
no debe haber aprovechamientos de una parte o la otra. Así cuando Argentina de
acá a unos buenos
años haya desarrollado el gas no convencional y el gas de
Bolivia no le sea tan necesario, tampoco deben pretender bajarse los precios a Los niveles del TOP y los
pagos deben realzarse en la moneda contractual y no en
trueque.
tomado de futura enviada desde Colombia de alvaros rios roca
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