EL SALMÓN TRANSGÉNICO, A PUNTO DE VER LA LUZ DESPUÉS DE 23
AÑOS DE EXÁMENES
EEUU concluye que el
primer animal modificado para consumo no daña la salud ni el entorno.
Gracias a la biotecnología, crece el doble de rápido que los
ejemplares salvajes
Por: Rafael Méndez
Un salmón transgénico, el más grande, junto a uno salvaje de
su edad. / AFP
El salmón transgénico
que desde hace 23 años desarrolla una empresa estadounidense acaba de superar
el penúltimo obstáculo antes de llegar a los platos. La Agencia de Alimentación
de EEUU (FDA) ha concluido que este salmón, que crece el doble de rápido que el
salvaje gracias a la ingeniería genética, no afecta al medio ambiente. La FDA
ya dictó en 2010 que comerlo es seguro y ahora dice que aunque se escapara
algún ejemplar de las piscifactorías, al estar esterilizados y en aguas
cálidas, es “extremadamente remoto” que sobrevivan. Aunque no hay plazos para
la aprobación, este era uno de los últimos escollos para el que sería el primer
animal creado con ingeniería genética para consumo. Sí hay muchos animales
modificados genéticamente para experimentación.
Después de décadas de consumo de cultivos transgénicos, los
animales transgénicos para alimentación siguen atascados. La prueba es el
salmón desarrollado por la empresa estadounidense Aquabounty en 1989. A este
salmón se le han introducido dos modificaciones genéticas. La primera es un gen
que regula la producción de la hormona del crecimiento de uno de sus primos, el
salmón gigante (Oncorhynchus tshawytscha). Además, un “interruptor genético” le
permite al salmón producir esta hormona durante todo el año, mientras que el
salvaje tiene reprimida la producción durante los meses de invierno.
El resultado, según la empresa que lo produce, es que el
salmón tarda 18 meses en alcanzar los 100 gramos, en vez de los 30 meses que
tardan los salvajes.
Después de 15 años de papeleos en Estados Unidos, Aquabounty
consiguió en 2010 que la FDA dijera que su consumo era seguro, porque la
hormona es similar a la que tienen los salmones salvajes y que ya se consumen.
“La FDA ha concluido que el consumo del salmón Aquadvantage es tan seguro como
el salmón atlántico convencional”, afirma la agencia.
Entonces, surgió el principal escollo: el ambiental. ¿Qué
ocurriría si uno de estos salmones se escapara de la piscifactoría? ¿Romperían
el equilibrio ecológico al imponerse sobre sus primos no modificados
genéticamente?
La FDA encargó entonces un análisis de impacto ambiental. Lo
terminó el pasado 9 de mayo y, por razones poco claras pero que, según la
prensa de EE UU, pueden tener que ver con la campaña de las presidenciales, se
publicó el viernes. Ahora se abre un plazo de dos meses para alegaciones, en la
que previsiblemente los ecologistas cargarán contra un pez que ya han bautizado
como frankenfish.
En su informe, la FDA considera “extremadamente remoto” que
algún ejemplar se pueda escapar de las instalaciones de Aquabounty de la Isla
del Príncipe Edward (Canadá), en la que se producen los huevos, o en las
granjas de Panamá, en las que son cultivados.
Además, en caso de que se produjera un escape, es igualmente
“extremadamente remoto” que pudieran criar, migrar y colonizar el entorno,
según la FDA. Alega que solo se crían hembras y que están esterilizadas, aunque
la técnica no es fiable al 100%. El informe matiza que solo se pronuncia para
este salmón y que no implica que se pueda extender a cualquier salmón
transgénico producido en cualquier condición y en cualquier país.
Una portavoz de Aquabounty señaló ayer en un correo que el
pez transgénico fue desarrollado incluso antes de que se comercializara la
primera planta transgénica y que llevan 17 años de trámites solo en Estados
Unidos. “Este es el pez más estudiado de la historia”, comentó por teléfono una
persona próxima a la empresa.
“Estamos encantados de que el informe ambiental sea ya
público para alegaciones. Esto supone un gran paso adelante hacia la
comercialización”, señaló en un correo el consejero delegado de la empresa,
Ronald L. Stotish. Como la compañía cotiza en Londres, el viernes no dio tiempo
a ver la evolución de las acciones. La compañía asegura que no puede dar un
plazo para la probación, pues ahora hay 60 días para alegaciones al informe de
la FDA. En Europa no hay solicitada la aprobación, según la firma.
El salmón no solo es apreciado por su sabor y textura, sino
que en los últimos años aumenta la demanda por las propiedades cardiosaludables
de sus grasas. El 69% del salmón que se consume ya procede de piscifactorías.
La FDA destaca que hay vectores en todo el mundo a favor de
la acuicultura y de la biotecnología, ya que la FAO estima que en 2030 la
producción de pescado debería aumentar en 28,8 millones de toneladas de pescado
solo para mantener el actual consumo por habitante. Y eso con buena parte de los
caladeros sobreexplotados. Además del salmón hay más investigación en animales
transgénicos, con usos principalmente farmacológicos. En 2006, la Agencia
Europea del Medicamento aprobó el primer fármaco obtenido a partir de la leche
de una cabra transgénica. El producto, antitrombina-alfa, es un anticoagulante
y fue aprobado para su uso en enfermos con deficiencia de antitrombina
congénita antes de someterse a una operación.
Fuente: EL PAIS (España), sugerido en pregón agropecuario de ar
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