Policía comunitaria amplía su territorio
Asegura dirigente
que no existe confrontación con las autoridades
MOVILIZACIÓN. Policías comunitarios del autonombrado
Sistema de Justicia y Seguridad marcharon con escopetas y armas de bajo calibre
por las calles del municipio de Tierra Colorada; de acuerdo con la UPOEG, 3 mil
personas conformaron el contingente. (Foto: RAÚL ESTRELLA EL UNIVERSAL )
TIERRA COLORADA
Encabezados por
integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero
(UPOEG), un contingente de al menos 3 mil personas, entre policías comunitarios
del autonombrado Sistema de Justicia y Seguridad y habitantes, marchó con
escopetas y armas de bajo calibre por este municipio.
La Unión de
Pueblos Organizados del Estado de Guerrero (UPOEG) señaló que la presencia de
la Policía Comunitaria en Tierra Colorada ha permitido recuperar la seguridad y
la tranquilidad de sus habitantes.
“El crimen
organizado tenía 80% de la población sometida de rodillas. Había extorsiones.
Todo mundo sabía quién era, sin embargo, la ciudadanía tenía mucho miedo a
denunciar”, dijo Bruno Plácido Valerio, dirigente de la UPOEG.
La muerte de
Guadalupe Quiñoñes Carbajal, comandante de la policía comunitaria del poblado
de San Juan del Reparo, el pasado 26 de marzo, detonó la indignación de sus
habitantes y permitió la instalación del sistema de seguridad comunitaria en el
municipio de Tierra Colorada y sus poblados aledaños.
“Donde nos
lastimen a un compañero es a donde llegamos, una vez que ponemos el pie, ya no
lo quitamos. Llegamos para quedarnos y vamos a continuar”, dijo Ernesto
Gallardo, comandante regional de la policía comunitaria.
Tras el
asesinato, los policías comunitarios hicieron un operativo en Tierra Caliente
que finalizó en la detención del director de Seguridad Pública del municipio de
Juan R. Escudero, Óscar Ulises Valle, por presuntos nexos con la delincuencia.
En la marcha
participaron, según la UPOEG, mil 600 policías comunitarios de más de 10
poblados y mil 500 habitantes, entre ellos un contingente de mujeres y niños
del poblado de Juan R. Escudero, quienes exigieron seguridad para su pueblo.
Según testimonio
de los habitantes, la presencia del crimen organizado se había extendido en los
últimos meses en las poblaciones aledañas.
“Ya teníamos
demasiados secuestros, extorsiones y después de esto nos matan a un comandante,
por esto nos unimos para exigir a la presidenta municipal que se haga
justicia”, dijo Lucía, otra pobladora.
Luego de la
movilización de ayer, se concentraron en el campo deportivo Flores Magón para
su Asamblea Regional de Seguridad, en la cual se abordó la integración del
sistema de seguridad comunitaria en los poblados aledaños a Tierra Colorada.
Bruno Plácido
aseguró que no existe ninguna confrontación con las autoridades locales y
estatales, “sólo estamos contribuyendo para que cada autoridad asuma su papel”.
Señaló que más poblados aledaños se han integrado a la seguridad ciudadana.
TOMADO DE EL
UNIVERSAL DE MEXICO
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