I JORNADA ENVASE Y SOCIEDAD - EL IMPACTO DE LOS ENVASES EN
LA SOCIEDAD A DEBATE
La Plataforma por la Sostenibilidad de los Envases celebró
ayer en Madrid la I Jornada Envase y Sociedad,
un foro que pretende convertirse
en una cita habitual para que ciudadanos, consumidores, organizaciones e
instituciones puedan poner en común sus opiniones y puntos de vista respecto al
ciclo de vida de envases y embalajes.
En este marco se presentó el estudio Envase y Sociedad:
Nuevos envases larga vida de la mano de Carlos Martínez Orgado, portavoz de la
Plataforma por la Sostenibilidad de los Envases. El informe analiza las
principales cuestiones sociales por las que existen y son necesarios los
envases, así como las innovaciones y avances tecnológicos que se han producido
en este ámbito y cómo han impactado en la sociedad.
El envase ha adquirido un papel fundamental a lo largo de
nuestra historia en cuanto a que permite preservar y proteger el producto,
además de ser imprescindible para su comercialización, como garantía de que
éste llegue en perfectas condiciones (de calidad, seguridad, funcionalidad,
etc.) al consumidor.
En este sentido, contener, proteger, conservar, distribuir y
transportar, responder a las demandas del consumidor, así como informar,
permitir la trazabilidad y garantizar la seguridad, han de ser las funciones
esenciales de cualquier envase.
Innovación: envases activos e inteligentes
Por otra parte, tanto en el estudio como a lo largo de la
Jornada de ayer se han analizado también las innovaciones y nuevas tecnologías
aplicadas a los envases con el fin de adaptarse a las nuevas necesidades de los
consumidores.
El uso de materiales activos e inteligentes, conocidos como
Smart Packaging, una tendencia creciente de los últimos años, pretende mejorar
de manera continuada la funcionalidad de los envases. Esto supone alargar la
vida de los productos, garantizando su calidad y seguridad, así como su máximo
aprovechamiento.
Esta nueva tipología de envases nos ayuda a conocer la
calidad del producto o los sucesos que han marcado su procesado, avisando del
posible mal estado o degradación, así como de cualquier error en el
mantenimiento, transporte o distribución. Con el desarrollo de esta nueva
generación de envases se minimizan aspectos que pueden afectar a la seguridad
alimentaria del consumidor. Ejemplo de ello son los envases que alertan sobre
la ruptura de la cadena de frío de un producto.
Por su parte, los envases activos son aquellos a los que se
les añade intencionadamente un componente que permita quitar o introducir
determinados elementos en los alimentos, para mejorar su conservación. Ejemplo
de envase inteligente son aquellos que previenen la humedad.
La percepción del consumidor hacia los envases
El consumidor tiene también su espacio en el estudio. Así,
el mejor conocimiento de sus necesidades diarias permite optimizar las funciones
de los envases, alargando la vida de los productos y mejorando las condiciones
de calidad y seguridad alimentaria. Para ello, se han utilizado los datos de
uno de los estudios de referencia en la UE, realizado por Defra este mismo año,
y que recoge las percepciones y actitudes de los consumidores europeos sobre
los envases y su impacto en la vida de los ciudadanos.
Entre las conclusiones obtenidas cabe destacar que los
consumidores que tienen una percepción más positiva sobre los envases son los
que los identifican con una manera de mantener los productos más frescos. De
hecho, las ventajas que más destacan son: “mantiene la seguridad e higiene del
producto” (42%), “suministra información importante en el etiquetado” (37%) y
“protege los alimentos desde la fábrica a la tienda y en el camino al hogar”
(el 36%).
En cuanto a la percepción de los europeos sobre la
innovación, destaca que el 56% conoce los envases de “abrir y cerrar” y el 40%
sabe de aquellos que mantienen el producto fresco por más tiempo. También son
populares los envases reciclables (40%), así como los divisibles (32%).
Si nos centramos en las edades, los consumidores más jóvenes
dan mayor importancia al envase que alarga la vida del producto (48% de entre
18 y 34 años, frente al 35% de los mayores de 55 años) y prefieren el envase
que es más fácil de almacenar (el 28% de entre 18 y 34 años, frente al 14% de
quienes tienen más de 55 años).
Otra de las conclusiones fundamentales de este análisis es
que aquellos participantes más satisfechos con los sistemas de reciclado tenían
una aproximación más positiva hacia el envase, ya que podrían desprenderse de
él de un modo ambientalmente neutro.
La Jornada
La I Jornada Envase y Sociedad ha contado también con la
participación de Diego Carcedo, presidente de la Asociación de Periodistas
Europeos.
Asimismo, se ha celebrado una mesa redonda que bajo el
título Envase y Estilo de vida se ha debatido acerca de cómo los envases
influyen en el día a día de los consumidores. Este debate ha sido moderado por
Luis Guijarro, periodista especializado en medioambiente, y ha contado con la
participación de Gustavo Samayoa, presidente de FUCI; Encarnación Rodríguez
Hurtado, catedrática de tecnología ambiental de la Universidad Politécnica de
Madrid; Jorge Lorenzo, responsable de Aguas, Envases y Medio Ambiente del CNTA;
Manuel Bertomeu, director general de Barcelona Institute of Packaging; y Pedro
Espina, Chef y propietario del restaurante SOY.
Tomado de envio de irs
No hay comentarios:
Publicar un comentario