miércoles, 24 de julio de 2013

IMPUESTOS VERDES una opinión

 Impuestos verdes y sus consecuencias
La semana pasada Australia anunció que la sustitución del impuesto a las emisiones de CO2 le costará a las arcas estatales unos 3450 millones de dólares en los próximos cuatro años. Así lo admitió el propio primer ministro de Australia, Kevin Rudd.
Se informó que el tesorero federal, Chris Bowen, había confirmado el cambio en política tributaria y la creación de un sistema de comercio de emisiones para el 2014, un año antes de lo previsto. Para compensar tal pérdida de ingresos, el jefe del Ejecutivo australiano, lanzó una batería de recortes al gasto público y nuevas medidas tributarias.
Trascendió que el fin anticipado del Fondo de Seguridad Energética, con dos años de antelación; el recorte en las subvenciones para implementar las tecnologías limpias y la captura del carbono y el endurecimiento de los impuestos sobre el uso privado de vehículos pertenecientes a empresas forman parte de las medidas.
Rudd insistió en que los hogares australianos seguirán recibiendo asistencia financiera por parte del Gobierno. “Los 370 mayores contaminantes del país seguirán pagando por la contaminación de carbono, pero estos costes serán reducidos, lo que supone una menor presión para los consumidores“, aseveró Rudd.
Mientras, en julio de 2012, el Gobierno de la entonces Primera Ministra, Julia Gillard, implementó un impuesto de 23 dólares locales (20,84 dólares de EE.UU.) por tonelada de CO2 emitida.nAsimismo, con la aplicación del futuro mercado de emisiones, una tonelada de gas contaminante costará unos 6 dólares locales (5,44 dólares de EE.UU.), según los expertos.
El anuncio de modificación el polémico impuesto al carbono se llevó a cabo antes de las elecciones generales, previstas para el próximo 14 de septiembre. El sector minero y otros empresarios se han opuesto abiertamente al impuesto sobre las emisiones de CO2.
En Europa también se están diseñando nuevos tributos ambientales. En España por ejemplo, una medida que amenaza con extenderse a toda la Unión Europea, crea un impuesto a la emisión de gases refrigerantes. Se trata de un tributo especial sobre los gases fluorados de efecto invernadero (los que emiten los aerosoles y los aires acondicionados) según anunció el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. La norma detalla que tendrán que pagarlo quienes fabriquen, importen o vendan estos artilugios, pero es probable que acaben repercutiendo sobre el consumidor.
Montoro ha encuadrado este nuevo impuesto ‘verde’ en la intención del Ejecutivo de avanzar en la imposición medioambiental, siguiendo las recomendaciones europeas.
Los hidrofluorocarburos (HFC) se emplean principalmente como refrigerantes, disolventes de limpieza y agentes para la fabricación de espumas; los perfluorocarburos (PFC) se utilizan en la fabricación de semiconductores, disolventes de limpieza y agentes para la fabricación de espumas, y el hexafluoruro de azufre, en los equipos de conmutación de alta tensión y la producción de magnesio.
El tipo de este tributo, que entrará en vigor en 2014, se establecerá en función del potencial de calentamiento atmosférico de los productos. El Ejecutivo aspira a recaudar 340 millones de euros al año con esta figura.
Foto: Flickr CC Carbon Visuals

Tomado de la nación de ar 
Nota: Los números de la economía, capitalista voraz, deberán bajar, y deberán mitigarse defectos como el egoísmo, la ambición desmedida,  sino todo el planeta será destruido por que el uno % de sus habitantes que son los banqueros usureros quieren seguir acumulando

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