El destacado músico,
compositor y cantautor chamamecero murió esta madrugada, alrededor de las 5:30.
Sus restos serán velados a partir de las 10 en la empresa Salom -San Juan casi
Rivadavia-.
Tenía 86 años y una enfermedad que lo aquejaba lo tenía
internado en el Centro Médico de esta ciudad.
Nació el 15 de diciembre de 1926 en Mburucuyá, Provincia de
Corrientes.
En su niñez se inició en la ejecución de la armónica y la
guitarra en forma intuitiva, realizando sus primeras presentaciones en fiestas
familiares a la edad de 8 años.
En el año 1946 formó junto a su primo bandoneonista
Esperitón “Tito” Miqueri y el acordeonista Fortunato “Fortú” Fernández el “Trío
Pasionaria” con el que realiza recordadas presentaciones en la pista “La
Querencia” de Mburucuyá y “”Mi Cabaña” y “Punta Tacuara” de la capital
correntina.
Recibido de Maestro Normal Nacional comienza a ejercer la
docencia por lo que adopta el seudónimo de “Argentino Lucero” ya que según los
canones de la época la actividad musical no era compatible con el magisterio.
A finales de la década del 40 recibe la invitación del
bandoneonista Eustaquio Miño para incorporarse a su conjunto “Los Gauchos de
Mburucuya” donde forma el dúo de voces con un compañero de la infancia
Eustaquio “Nene” Vera dando nacimiento al legendario dúo “Vera – Lucero”. Con
“Los Gauchos de Mburucuyá” tiene la oportunidad de realizar sus primeras
presentaciones en Buenos Aires.
A principios de los 50 el dúo “Vera – Lucero” es convocado
por don Tránsito Cocomarola para incorporarse a su célebre “Trío” registrando
su primer grabación para el sello “Odeón” el 16 de Julio de 1952, cuando graban
el chamame “Ilusión perdida” autoría de Miqueri.
Con el “Taita del Chamame” permanece hasta el año 1956
realizando presentaciones en las principales pistas de la época y registrando
en total 20 grabaciones siempre para el sello “Odeón”, conformando además con
Cocomarola una dupla autoral de excepción que dió vida a obras como “Monte
refugio”, “Mi selva eterna” y “Amor supremo”.
Desvinculado junto a Vera del conjunto de Cocomarola deciden
formar el conjunto “Vera – Lucero” con el que realizan en el año 1955 sus
primeras grabaciones para el sello “TK”. El conjunto se mantiene hasta el año
1964 en que Miqueri por propia decisión decide abandonar temporariamente la
música.
En esta etapa acompañaron a “Vera – Lucero” músicos como
Norberto Gómez, Marcos Brígido González, Arcadio Ramón Flores, Fortunato
Fernández y Avelino Flores, con quien Miqueri vuelve a conformar otra gran
sociedad autoral que dió vida a los más grandes éxitos del conjunto como
“Arrepentimiento” , “Ocaso” y “Tu pañuelo”.
En el año 1979 volvió a formar el dúo “Vera-Lucero”
acompañados del bandoneonista Avelino Flores y el acordeonista Manuel Zbinden
con quien graba en 1981 el disco titulado “Mi última flor” y luego del
fallecimiento de “Nene” Vera, Salvador Miqueri continua como solista
registrando los discos “Solo Rumores” de 1983 y en 1988 “Sin rencores ni
reproches”.
En el año 1998 forma el conjunto “Trebol de Ases” junto a
Avelino Flores y Antonio Niz, agrupación con la que se presenta hasta la
actualidad y con la que ha registrado varios discos. Integraron “Trebol de Ases”
músicos como Alfredo Alejandro Almeida, Tito Paz Roldán, Oscar Mambrín y el
presentador y glosista Oscar “Quico” Vallejos.
Prolífico e inspirado autor y compositor Salvador Miqueri es
autor de otras obras como ”Imploración”, “Mburucuya poty”, ”Rincón dichoso”,
“Mi juramento”, “Retorno”, “Mi última flor”, “Afán de olvido”, “Evocando
recuerdos” y “Ya te dejo” y “Viejo sendero”, por citar algunas.
Salvador Miqueri ha sido reconocido por su aporte a la
cultura por el “Senado de la Nación” en el año 2007 y ha sido declarado
ciudadano ilustre en Corrientes y en su Mburucuya natal. Además se ha impuesto
su nombre a calles de las ciudades de Mbucuruya, Corrientes e Ita Ibate.
Había dicho en uno de sus canciones:
"Y que nadie llore ni que nadie implore, porque a mis
dolores le llegó su fin"
Cuando yo me muera
como yo quisiera el cielo afirme
triste color gris
Y que nadie llore
ni que nadie implore
porque a mis dolores le llegó su fin.
Solamente mi alma
rondará tu vida
tu recuerdo amable
no podré dejar.
Seré como nube
rondando tu cuerpo
como una caricia
en la inmensidad.
blanca amada mía
mis palabras puras
se que en ti estarán
Cada vez que rías
quiero que comprendas
que eras mi esperanza
que eras mi deidad.
cual mudos testigos
nacerán enojos
ocultándome
y las armonías
que por ti entonara
serán el consuelo
de quien ya no está
tu imagen silente
el vivo recuerdo
de un lejano ayer.
Tantas horas bellas
que mi buena estrella
permitió que fuera
y hoy no puede ser.
si llega la muerte
a todos en suerte
les suele llegar.
Amor que he vivido
tan intensamente
no merece olvido,
ha de perdurar.
Letra y música: Salvador Miqueri - Héctor Chávez
Tomado de el litoral de ctes ar
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