Vaca Muerta, la nueva tierra prometida -por Laura Rocha Avanzar
sin que nada importe nunca puede traer
buenas consecuencias. Olvidar o ignorar
las opiniones de pobladores afectados por cualquier explotación de recursos
naturales siempre es negativo. Ley express, debate express, discusiones que
sólo siguen la lógica de un perverso juego político, componen la realidad que
nos toca respecto de la nueva tierra prometida: Vaca Muerta. Un punto
geográfico ¿beneficiado? por la naturaleza que es el centro de atención
política y la potencial panacea para la Argentina. Ayer, a pocas horas de que
la nueva ley de hidrocarburos obtuviera media sanción del Senado -por supuesto
que la norma es mucho más que un solo yacimiento de esquisito- un grupo de
mapuches comenzó a manifestar su rechazo al proyecto.
Integrantes de la comunidad mapuche Campo Maripe sostuvieron
que “la razón” del piquete en el acceso al yacimiento de Vaca Muerta por la
petrolera estatal YPF, en la zona de Loma Campana, respondía también a que “el
nivel de destrucción” de las “tierras ha llegado a un límite intolerable“. “Lo
que ayer eran nuestros campos de pastoreo o permitía sostener nuestra granja,
hoy, es tierra destruida”, manifestaron en un comunicado. Y añadieron: “Casos
lamentables de operarios muertos por la inseguridad y falta de control por
parte de los organismos responsables son parte de una realidad que ha
transformado nuestra forma de vida”. “Perforaciones en tiempo récord han
transformado nuestro paisaje comunitario, además de derrames y explosiones que,
en las últimas semanas, se han repetido, muchos ocultados por YPF y la
Secretaría de Ambiente de Neuquén”, denunciaron. Temas que deberían ser
discutidos y comprendidos en toda su complejidad pasan raudamente por titulares
y expresiones desmesuradas. Otra oportunidad perdida. tomado de la nacion de ar
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