En la Cámara de Representantes, el parlamentario destacó que
Paysandú “atraviesa una situación laboral realmente preocupante, que afecta a
varios sectores, entre ellos a los aserraderos”.
“La situación es preocupante porque escasea la madera, algo
que parece mentira que suceda en Uruguay. En los últimos siete años no menos de
ocho aserraderos han cerrado; para que se tome conciencia y se advierta la
dimensión de la situación, alguno que ocupaba a cuarenta y tres personas hoy
ocupa a cinco”, explicó Olivera.
Observó que “en verdad, la materia prima escasea porque hay
una voracidad tremenda de las grandes forestales de adquirir los predios donde
están los montes. Esas mismas forestales hoy son un poco las responsables de
que el sector de los aserraderos esté en crisis. Para que se tenga una idea, en
2009 los pocos proveedores de madera aseguraban cinco viajes por día; hoy
aseguran un viaje de madera cada quince días para un grupo de aserraderos.
Realmente, la situación es compleja y la madera se está yendo para el
exterior”.
En este sentido, explicó que en Uruguay se paga a razón de
50 dólares la tonelada, pero que las forestales “están exportando a U$S 100 la
tonelada a Vietnam, donde se procesa en condiciones laborales extremadamente
precarias. Luego, la materia prima vuelve hecha muebles y nosotros, muy
contentos, vamos a las grandes superficies y los compramos como la panacea de
la producción”.
“Entonces, vemos que se nos va la materia prima, se vende a
un precio mayor y vuelve transformada por mano de obra extranjera en
situaciones laborales realmente preocupantes, por lo que creemos que hay que
tomar posición sobre el tema. Debemos sensibilizar a los responsables, a los
que en definitiva pueden hacer algo, a los ministerios involucrados, no solo
para que esto no pase en el sector de los aserraderos sino tampoco en otros
sectores”, apuntó.
En Uruguay “deberíamos avanzar en una suerte de
certificación voluntaria de aquellos empresarios, productores e industriales
que quieran adherir a esta idea que consigne la buena práctica en el
cumplimiento de las normas de seguridad, de higiene en el trabajo y de normas
laborales. Asimismo, también se debería imponer una transformación de la
materia prima, me refiero a que se exija un mínimo de procesamiento en el país.
Finalmente, cuando importemos muebles deberíamos asegurarnos a quién le
compramos, para que no adquiramos mercadería elaborada por mano de obra sin que
se cumpla ningún tipo de norma internacional o convenio. En definitiva,
terminamos haciéndonos trampas a nosotros mismos, porque mandamos la materia
prima a otro lado, allí la procesan, vuelven los productos elaborados y
nosotros los compramos. Entonces, no solamente estamos dando dinero para que la
madera se vaya al extranjero, sino restando trabajo a los uruguayos”,
consideró.
El legislador observó que la situación “es realmente
preocupante en este y en otros sectores de la producción de Paysandú”, y
adelantó que encarará una ronda de contactos con los principales actores, “pero
a la vez urgimos a las autoridades a que tomen conciencia, a que demuestren
sensibilidad y empiecen a asegurar un mínimo de materia prima para este sector
de la producción que puede dar ocupación a tanta mano de obra que hoy está
verdaderamente restringida porque no tiene lo que más necesita” TOMADO DE EL
TELGRAF DE URUGUAY
No hay comentarios:
Publicar un comentario