El cambio climático
real y los intereses encontrados Víctor Manuel Barceló R.
Opinión Hemos apreciado como, a instancias de unos cuantos
países, que fueron engrosando el grupo hasta ser mayoría, se impulsa en el
ámbito de las Naciones Unidas, el estudio, la conformación de evidencias y la
propuesta firme de estrategias, para combatir el cambio climático provocado por
la explotación irracional de los recursos naturales, que se realiza en el
Planeta. Se corrobora en todos los sitios de estudio, que la fuente fundamental
de las graves afectaciones ocurridas desde mediados del Siglo XX a la fecha, se
deben al sostenimiento y acrecentamiento del confort de los países ricos y de
los grupos sociales económicamente poderosos, si bien minoritarios, que dentro
de nuestros pueblos buscan imitar las formas de vida de esas naciones; aunque
para ello, tengan que encerrarse en reservas altamente vigiladas, para evitar a
los que no pueden contar con tales privilegios, dadas sus condiciones de vida
precarias que les llevan a vivir en hacinamientos, caracterizados por la
escasez de recursos para una vida feliz. Mantener el nivel de bienestar en los
grupos privilegiados, lleva a los gobiernos –la mayoría imperios o con ínfulas
de serlo- al apuntalamiento, incluso con sus ejércitos, de la irracional
explotación de diversos recursos, en que sobresalen los hidrocarburos,
extraídos de las entrañas de la tierra, del fondo de los mares y por mecanismos
altamente contaminantes; además de las secuelas de dicha explotación que dejan:
“muertas” tierras antes cultivables, lanzan al espacio gases tipo invernadero
que contaminan el espacio, los mares y océanos, consumiendo agua dulce para
romper rocas de esquistos a fin de extraer gases, dejándola inservible para
nuevos usos. Otras explotaciones como la minería, el agua y la agricultura por
encargo, también provocan serios obstáculos a los usufructuarios de la tierra,
que son afectados directos por tales tareas transnacionales al realizarse en
sus tierras ancestrales, o viven en las inmediaciones de las zonas en que se
realiza la depredación, la mayoría de las veces irreversible en el corto o
medio plazo. Tales circunstancias, hondamente documentadas y analizadas,
incluso con pruebas de laboratorio para definir medidas posibles de reversión,
son las que se ponen a consideración en cada reunión multilateral de las
mencionadas en la entrega anterior. Es conveniente apreciar como desde la
Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de
la Madre Tierra (22-Abril-2010) en Cochabamba, Bolivia se adelantó el 1er.
Acuerdo de los Pueblos en defensa de la Madre Tierra. En esa oportunidad, más
de 35 mil personas se sumaron a dicha Conferencia Mundial, en que con la
expresión “¡Pachamama o muerte!” Evo Morales, el primer presidente indígena de
Bolivia, concluyó la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático
y Derechos de la Madre Tierra. En tal evento participaron movimientos sociales,
campesinos, indígenas, organizaciones de mujeres y ambientalistas de 142
países, de los cinco continentes. Además: representantes de gobierno de 47
naciones, académicos, intelectuales, activistas y artistas. Ver:
Evo llamó a los pueblos a movilizarse en defensa de la
tierra. Dijo: “Emito un alerta a los movimientos sociales del mundo de América,
África, Asia, ecologistas, movimientos verdes, investigadores, humanistas y
científicos que defienden la Madre Tierra, para presionar a las naciones
industrializadas para que no contaminen más el planeta”, dicho ante un posible
fracaso en la cumbre mundial en México. “Si no se toman en cuenta temas
centrales como por ejemplo la reducción de la emisión de gases contaminantes o
la estabilización de la temperatura, si no se toma en cuenta estos temas será
un fracaso la cumbre de Cancún”, agregó.
Se sabía que en la
Cumbre sobre el cambio climático en Cancún-México, el texto sería redactado por
un grupo internacional “encabezado por el vicepresidente de Estados Unidos (Joe
Biden)” el cual es “excluyente y unilateral”, por lo que realizó el llamado a
los pueblos del mundo a defender su posición en las propuestas y soluciones que
se determinaron en Cochabamba. El gobernante boliviano mencionó que entre las
propuestas de los movimientos sociales está la meta de que se reduzca el 50% de
las emisiones de gases-invernadero. Ante la imposibilidad de reproducir el
documento “in extenso”, intentaremos un apretado resumen del mismo: “Hoy,
nuestra Madre Tierra está herida y el futuro de la humanidad está en peligro.
De incrementarse el calentamiento global en más de 2º C, a lo que nos
conduciría el llamado “Entendimiento de Copenhague”, existe el 50% de
probabilidades de que los daños provocados…sean totalmente irreversibles. Entre
20% y 30% de las especies estaría en peligro de desaparecer. Grandes
extensiones de bosques serían afectadas, sequías e inundaciones afectarían
diferentes regiones del planeta, se extenderían los desiertos y se agravaría el
derretimiento de los polos y glaciares en los Andes e Himalayas. Muchos Estados
insulares desaparecerían, el África sufriría un incremento de la temperatura de
más de 3º C. Se reduciría la producción de alimentos en el mundo con efectos
catastróficos para la supervivencia de habitantes de vastas regiones; se
incrementaría dramáticamente el número de hambrientos en el mundo, que
sobrepasa los 1.020 millones de personas.
Corporaciones y gobiernos de países “más desarrollados”, en
complicidad con un segmento de la comunidad científica, nos ponen a discutir el
cambio climático como asunto reducido a la elevación de temperatura sin
cuestionar la causa que es el sistema capitalista. Confrontamos la crisis
terminal del modelo civilizatorio patriarcal, basado en el sometimiento y
destrucción de seres humanos y naturaleza, que se aceleró con la revolución
industrial. El sistema capitalista ha impuesto una lógica de competencia,
progreso y crecimiento ilimitado. Este régimen de producción y consumo busca
ganancias sin límites, separando al ser humano de la naturaleza; con una lógica
de dominación sobre ésta, convirtiendo en mercancía: agua, tierra, genoma
humano, culturas ancestrales, biodiversidad, la justicia, ética, derechos de los
pueblos, la muerte y la vida misma. Bajo el capitalismo, la Madre Tierra (MT)
es fuente de materias primas, los seres humanos medios de producción y
consumidores, personas que valen por lo que tienen y no por lo que son. Este
requiere una potente industria militar para su proceso de acumulación y control
de territorios y recursos naturales, reprimiendo la resistencia de los pueblos. Por ello, planteamos a los pueblos del mundo
la recuperación, revalorización y fortalecimiento de los conocimientos, sabidurías
y prácticas ancestrales de los Pueblos Indígenas, afirmados en la vivencia y
propuesta de “Vivir Bien”, reconociendo a la Madre Tierra como ser vivo, con el
que tenemos una relación indivisible, interdependiente, complementaria y
espiritual. Para enfrentar el cambio climático debemos reconocer a la MT como
fuente de la vida y forjar un nuevo sistema basado en los principios de:
• armonía y equilibrio entre todos y con
todo.
•
complementariedad, solidaridad, y equidad.
• bienestar
colectivo y satisfacción de las necesidades fundamentales de todos en armonía
con la MT.
• respeto a los
Derechos de la MT y a los Derechos Humanos.
• reconocimiento
del ser humano por lo que es y no por lo que tiene.
• eliminación
del colonialismo, imperialismo e intervencionismo.
• paz entre los
pueblos y con la MT.
El modelo no es de desarrollo destructivo ni ilimitado. Los
países necesitan producir bienes y servicios para satisfacer las necesidades
fundamentales de su población…En la actualidad se excede en más de un 30% la
capacidad del planeta para regenerarse. A este ritmo de sobreexplotación de la
MT se necesitarían 2 planetas para el 2030. De allí el proyecto de Declaración
Universal de Derechos de la Madre Tierra en el que se consignan:
• Derecho a la vida y
a existir;
• Derecho a ser respetada;
• Derecho a la regeneración de su biocapacidad y
continuación de sus ciclos y procesos vitales libre de alteraciones humanas;
• Derecho a mantener su identidad e integridad como seres
diferenciados, auto-regulados e interrelacionados;
• Derecho al agua como fuente de vida;
• Derecho al aire limpio;
• Derecho a la salud integral;
• Derecho a estar libre de la contaminación y polución, de
desechos tóxicos y radioactivos;
• Derecho a no ser alterada genéticamente y modificada en su
estructura, amenazando su integridad o funcionamiento vital y saludable.
• Derecho a una restauración plena y pronta por las
violaciones a los derechos reconocidos en esta Declaración, causados por
actividades humanas.
La visión compartida
es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero, para hacer
efectivo el Artículo 2º de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre
Cambio Climático que afirma: “la estabilización de las concentraciones de gases
de efecto invernadero en la atmósfera, a un nivel que impida interferencias antropogénicas
peligrosas para el sistema climático”…con metas cuantificadas de reducción de
emisiones que permitan retornar las concentraciones de gases en la atmósfera, a
300 ppm y así, limitar el incremento de la temperatura media global a un nivel
máximo de 1°C…Los países desarrollados, principales causantes del cambio
climático, (CC) asumiendo su responsabilidad histórica y actual, deben
reconocer y honrar su deuda climática en todas sus dimensiones, base para una
solución justa, efectiva y científica al CC. Exigimos a los países
desarrollados que:
• Restablezcan a los
países en desarrollo el espacio atmosférico ocupado por sus emisiones de gases
de efecto invernadero. Implica la descolonización de la atmósfera mediante
reducción y absorción de sus emisiones.
• Asuman costos y necesidades de transferencia de tecnología
de los países en desarrollo, por pérdida de oportunidades de desarrollo por
vivir en un espacio atmosférico restringido.
• Sean responsables por los cientos de millones que migrarán
por el CC que han provocado y eliminen sus políticas restrictivas de migración,
ofreciendo a los migrantes una vida digna y con todos los derechos en sus
países.
• Asuman la deuda de adaptación, relacionada a los impactos
del CC en los países en desarrollo, proveyendo medios para prevenir, minimizar
y atender daños que surgen de sus excesivas emisiones.
• Honren estas deudas como parte de una deuda mayor con la
MT, adoptando y aplicando la Declaración Universal de los Derechos de la Madre
Tierra en las Naciones Unidas”. (Continuará)
Correo electrónico:
v_barcelo@hotmail.com
Paraíso, Tab. 8-agosto-2015
http://www.alainet.org/es/articulo/171618
TOMADO DE AMERICA LATINA EN MOVIMIENTO, SUGERIDO EN ENVIO DE
BOLETIN GAL DE CHILE
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