Aire, patrimonio ambiental Por razones de su actividad
industrial o productiva, características geográficas y contaminación urbana no
son pocos los países del mundo cuyas poblaciones viven en ambientes con
afectaciones en su calidad de aire.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la polución
del ambiente es el riesgo más grande en el mundo para la salud ambiental. Por
esta razón, recientemente este organismo volvió a recomendar a sus países
miembros que desarrollen sistemas efectivos de monitoreo de calidad del aire y
registros de salud para mejorar la vigilancia de todas las enfermedades
vinculadas a la contaminación del aire --como las respiratorias-- y muertes
asociadas a la exposición por esta vía a sustancias nocivas para la salud.
No hay que ir muy lejos en América Latina para darse cuenta
de lo privilegiados que somos en Uruguay de tener el aire que respiramos. Del
otro lado de la cordillera de los Andes, Chile, por ejemplo, tiene históricos
problemas de calidad de aire en su ciudad capital, Santiago.
En nuestro país, en cambio, fruto de nuestra geografía no
tenemos problemas significativos, pero eso no significa que no haya que
preservar ese patrimonio ambiental que poseemos.
El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio
Ambiente, a través de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) y en
articulación con otras instituciones del Estado, trabaja en una serie de
medidas que apuntan a desarrollar una estrategia de reducción de emisiones y el
fortalecimiento del monitoreo y evaluación en forma continua. En este sentido,
se trabaja actualmente en el desarrollo de normativa que permita atender los
principales problemas en esta área, que son el transporte y la quema de
biomasa.
En este sentido, está en elaboración un decreto que fija
estándares para calidad de aire, emisiones en fuentes fijas y fuentes móviles y
se avanza en un plan de gestión de calidad de aire en Montevideo y área
metropolitana. De acuerdo a lo indicado por autoridades de la Dinama, el mismo
contempla aspectos como el control vehicular, la quema de leña a nivel
residencial y comercial, el control de la pequeña industria y un monitoreo
sostenido.
Aunque claramente, la capital del país tiene mayor riesgo de
deterioro de la calidad de aire (que en realidad disminuye porque el predominio
de vientos y la cercanía del Río de la Plata generan una situación favorable
para la dispersión natural de posibles contaminantes), es bueno que las
intendencias también contemplen los posibles avances normativos. Los escenarios
favorables no son excusa para despreocuparse, muy por el contrario, deberían
ser aprovechados para avanzar en acciones que garanticen un ambiente saludable
para todos. TOMADO DE EL TELGRAFO DE URUGUAY , NOTA : DEBERIAN AVISARLE A ALUR
BELLA UNION QUE SULFURIZA TODA LA REGION SUR DE BRASIL Y SUR ESTE DE CORRIENTES
ARGENTINA
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