Rasgos de lo que
somos y no somos como una economía
Ilustración: Esteban París - 21,9% ha descendido la inversión extranjera directa
(IED) en Colombia entre enero y julio pasado, frente a igual periodo de 2014,
según el Emisor.
La economía colombiana tiene unos cimientos fuertes sobre
los que hay que edificar para ser lo que creemos, mejorar lo que somos, y no lo
que aparenta ser de dientes para afuera. La economía colombiana no escapa a ese
culto a la apariencia, a la figura, a quedar siempre bien, a ese intento de
parecer otra cosa que no se corresponde con la realidad. Discursos, opiniones y
percepciones se repiten tanto que se van instalando dentro y fuera del país,
desde orillas públicas y privadas, como unas verdades absolutas que contradicen
aspectos de una economía dinámica, pero con matices.
Entonces un auge de producción de crudo ya para muchos es
señal de que somos petroleros; el discurso exportador rumba por el territorio
nacional, cuando es realidad de unas pocas empresas; se habla del mercado de
capitales como si estuviéramos en Wall Street, pero no es tal; se afianza la
idea de que el país es atractivo para invertir y los impuestos dicen otra cosa;
o el llamado imperio de la ley claudica con su peso ante la informalidad y los
billonarios cálculos de la evasión fiscal.
También la competitividad se asume como varita mágica para
ocultar ineficiencias históricas; se dictan muchas normas, pero eso no quiere
decir que se acaten; la oratoria de la innovación se impone a la recursividad
propia; o nos asumimos como paraíso turístico, pero a muchos destinos es un lío
llegar. Y la lista sigue.
Falta acción y sobra discurso. Como la manida frase: estamos
en Cundinamarca pero pensamos que vivimos en Dinamarca. Y el gran riesgo de
parecer es que se convierta en la razón de ser y perder la perspectiva de lo
que es la economía nacional, con todas sus amenazas, pero también con sus
muchas oportunidades.
La redacción económica de EL COLOMBIANO le presenta quince
aspectos en que el discurso aparente va por una vía y la realidad nacional va
por otra. En ningún momento se pretende construir verdades absolutas, nadie las
tiene, pero sí sembrar la inquietud sobre lo que somos y no somos como un país
con factores de crecimiento económico importante, pero en donde hay mucho más
por hacer.
NO SOMOS PAÍS DE EXPORTADORES: SOMOS MÁS UN PAÍS DE IMPORTADORES A pesar de los millonarios recursos públicos
dirigidos a promover las exportaciones colombianas, lo cierto es que solo unas
10.500 empresas venden al exterior, es decir, 0,9% de las empresas inscritas en
las cámaras de comercio del país, de las cuales 1.562 están en Antioquia. Más
aún, siete compañías (cuatro petroleras y tres carboneras) concentraron el 51%
de exportaciones nacionales en 2014. Por otro lado, el año pasado se importó
US$6.293 millones más de lo vendido al exterior. Al final, el 80% de lo
comprado al mundo son manufacturas, lejos del 29,4% de exportaciones del
mismo
tipo. JUAN FERNANDO ROJAS TRUJILLO Reportero por vocación. Convencido de que el
periodismo es para mejorar la vida de la gente. Ahora escribo de temas
económicos en El Colombiano. TOMADO DE
EL COLOMBIANO
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