DETECTARON 32 CASOS EN LO QUE VA DEL AÑO
Estiman que el brote de leishmaniasis cutánea se debe a la
deforestación y creciente de ríos En zonas rurales de Riachuelo, Empedrado,
Bella Vista y Capital se confirmaron casos de la enfermedad del tipo
dermatológica. Por ello, diariamente Salud Pública recorre los sectores con
controles a los pacientes, toman muestras, fumigan y concientizan a vecinos. En lo que va del año se confirmaron 32 casos
de leishmaniasis cutánea en humanos, en zonas de Riachuelo, Empedrado, Bella
Vista y barrios de la Capital provincial, por lo que el Ministerio de Salud
Pública efectúa controles diarios, tanto para conocer la población vectorial,
así como para hacer un seguimiento a los pacientes.
Paralelamente se refuerzan los operativos de
concientización, distribuyendo folletos y dialogando con las zonas susceptibles
de tener el vector.
Al respecto, la subdirectora de Zoonosis y Control de
Vectores, Claudia Benítez Sosa, comentó a El Litoral que “a partir de la
notificación de posibles casos y su posterior confirmación, se hace búsqueda
activa, es decir salimos y hacemos la recorrida de 150 metros a la redonda y
así fuimos detectando otros”.
Indicó que “en lo que va de este año se han diagnosticado 32
casos de leishmaniasis cutánea en diferentes localidades de la provincia”.
Discriminando las cantidades por jurisdicción, refirió que son “ocho en
Riachuelo, cinco en Derqui (Empedrado), nueve en Capital y el resto en Bella
Vista”.
Recordó que “por año detectamos de seis a diez casos”, pero
al advertirse ahora un aumento en el índice de detecciones, dijo que “sería un
brote” y la particularidad se debe a que “antes eran aislados y ahora están
concentrados. El vector por lo general está en el monte, en lugares
silvestres”, añadió.
Seguidamente y como parte de las evaluaciones que se encaran
desde el organismo sanitario, expresó que “estamos notando que estos casos se
están dando en cercanías a los lugares donde se está deforestando”. Aclaró que
“esto hace que los animales silvestres migren hacia lugares habitables,
entonces el vector se muda, y lo mismo ocurre con las inundaciones, entonces el
vector va a lugares ribereños”.
Trabajo en terreno
En este contexto, subrayó que “todos los días estamos
trabajando, primero con control de vectores, colocando trampas en los lugares
donde se confirmaron casos, para conocer la población vectorial, luego se hace
el rociado y fumigación, volviendo permanentemente a los domicilios”. En tanto
que la tercer etapa incluye “la advertencia a la gente, repartiendo folletos de
información”.
Si bien reconoció la colaboración de los vecinos, instó al
cuidado del ambiente y a profundizar los hábitos higiénicos. Como parte de los
operativos efectuados, señaló que “la gente se preocupa, aunque hacen una
consulta tardía, con dos o tres meses de la úlcera, es una lesión que no duele,
se le hace con tratamiento de antibióticos, dejan de tomar y luego tienen que
volver a empezar”.
En cuanto al trabajo con los pacientes, recordó que “el
tratamiento es ambulatorio, la medicación se controla en forma estricta por
laboratorio y electrocardiograma, excepto en pacientes que tengan alguna otra
enfermedad, que sí deben internarse”. Seguidamente reconoció que en esta
oportunidad “tenemos algunos niños infectados”. TOMADO DE EL LITORAL DE CTES AR
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