Esclavos en
Corrientes en la trama de la Independencia
los negros. “El peso guaraní nadie lo duda hoy, pero en
pocos cabe la idea de que la sociedad correntina tuvo una población negra que
está en sus raíces”, advierte la licenciada Fátima Valenzuela.
Cuándo aparecieron los esclavos en Corrientes, de dónde
provenían, cómo se visualizaban y qué rol cumplieron en la economía local.
Estos son algunos de los interrogantes que desentraña la licenciada Fátima
Valenzuela. El período que nos ocupa es el de los inicios del siglo XIX y la
lectura del Bicentenario de la Independencia.
POR PAULO FERREYRA
Pensar en una temática de investigación fue un reto”, así
comienza la charla con la licenciada Fátima Valenzuela. “Recuerdo un día de
hace muchos años atrás se había desarrollado en la Facultad de Humanidades una
charla en la cual problematizan la cuestión de los Expulsos en Asunción y
enfatizaban en la posesión de los esclavos en las estancias jesuíticas
asunceñas. Ese día pensamos junto con la doctora María Laura Salinas y el
doctor Ernesto Maeder por qué no estudiar la esclavitud en Corrientes. Este campo
no estaba explorado”.
¿Este tema de los
afrodescendientes cómo lo abordaste?
En primer lugar pensé en estudiar a los esclavizados en
tiempos post-coloniales, específicamente en el período que se extendía de 1800
a 1850 en el cual la disponibilidad de fuentes permitiría una mejor
visualización de la problemática. Teniendo en cuenta que Corrientes se
caracteriza por tener una multiplicidad de censos protoestadísticos empecé a
trabajar con ellos.
Ese proceso implicaba trabajar con otras variables, por ejemplo,
distinguir las categorías étnicas como ser pardo/moreno/mulato/negro y
definirlas en el espacio de Corrientes. Por otro lado, problematizar la
condición jurídica de estos, es decir, qué implicaba ser libre o esclavo y cómo
repercutían los diferentes cambios legales. Este análisis se convirtió en el
trabajo de tesis de la licenciatura en Historia. Luego a raíz de un master
sobre las independencias americanas priorizamos el análisis en torno al período
revolucionario que nos permitió enfocarnos en los alcances del discurso
revolucionario en torno a la libertad de los esclavos en el caso correntino.
Ahora bien, ¿cuándo aparecieron los esclavos en Corrientes?
Se cree que los primeros esclavizados aparecen avanzado el
siglo XVII. Hay un primer registro que hace Góngora, que dice que en Corrientes
no hay y no hubo posibilidad de que haya esclavos porque la sociedad no lo
precisa ni tiene el sustento económico para adquirirlo. Diego Góngora era un
visitador que recorrió Corrientes en 1600, décadas después de la fundación de
Corrientes.
Décadas más tarde aparecen algunos indicios de los esclavos
en Corrientes, en los primeros testamentos de vecinos españoles que registran
entre sus bienes algunos esclavos. Años antes, en 1643, contamos con un
registro de bienes de los portugueses que habitaban Corrientes a raíz de un
conflicto internacional; seis de estos individuos poseían esclavos.
¿De dónde provenían
los esclavos de Corrientes?
En una primera etapa eran más frecuentes los arribos desde
territorios cercanos como Asunción, Santa Fe y Buenos Aires. Esta situación
presenta cambios en la segunda mitad del siglo XVIII, a raíz de la apertura del
puerto de Buenos Aires que permite la llegada de un mayor número de negros que
tienen como procedencia Congo, Angola y Guinea, y en otros casos minoritarios
provienen del Brasil.
¿Qué vinculación
existe entre la esclavitud y la economía correntina?
El eje de la economía de Corrientes giraba en torno a la
población indígena, como sucedía en otras ciudades rioplatenses. Desde la fundación
se desarrollaron las primeras encomiendas y se habían fundado diferentes
pueblos de indios como Santa Lucía, Santiago Sánchez, Itatí, entre otros.
La función social y económica de los esclavos estaba
orientada a los trabajos domésticos y serviles para los vecinos de la ciudad.
De esa forma, tal como señala Marta Goldberg y Silvia Mallo, se los utilizó de
diferentes formas en la ciudad y en la campaña para actividades de servicio,
domésticas y artesanales jornaleras, o en tareas propias de la estancia
rioplatense y en la labranza en las áreas rurales. Esta situación diferencia de
lo que sucedía en sociedades esclavistas con economías de plantación como eran
las brasileñas o caribeñas.
¿Y cómo se visualiza
esa presencia en el siglo XVIII?
La situación correntina empezó a transformarse en la segunda
mitad del siglo XVIII producto del despegue ganadero, la expansión de la
frontera y el crecimiento poblacional. En ese contexto la población esclavizada
y libre se incrementó. Lo cual se visualiza en un mayor número de transacciones
que se daban en la sociedad correntina en las cuales aparecen los esclavos. Así
encontramos ventas, cartas de poder e incluso una fuente riquísima como eran
las actas de bautismos y matrimonios de la población. Además de los datos
provenientes de la Relación de Pedro Cevallos que registra un total de 1.071
mulatos y negros, de los cuales 500 eran esclavos.
Tomando esto último y
siendo una sociedad marginal, ¿cómo eran las ventas de esclavos?
Las ventas de esclavos eran transacciones económicas pagadas
en metálico, aunque en algunos casos a causa de la falta de metálico recurrían
al intercambio por productos de la tierra. Se cambiaban por yerba, tabaco,
ganado y hasta lienzo. El precio fue variando, en 1750 rondaba los 800 pesos y para
mediados del siglo XIX se mantuvo entre 100 y 150 pesos.
¿El crecimiento de
los esclavos va en detrimento de la población indígena en la región?
En principio no, la población indígena se mantuvo en el
período que estudiamos. Las encomiendas continuaron en Corrientes hasta el
siglo XIX. Recién en el siglo XIX con la Asamblea del año XIII se puso fin al
trabajo indígena, lo que trajo aparejado el fin de la vida en comunidad y
secuelas graves para la población indígena como su dispersión en el territorio correntino.
¿Qué porcentaje de la
población representaban los negros en Corrientes en la primera mitad del siglo
XIX?
Aquí representaba del 10 al 11% de la población en las
primeras décadas del siglo XIX, el número mayoritario recaía en los españoles
con el 70% y los indígenas con el 17%. La sociedad correntina a finales del
siglo XVIII y primeras décadas del siglo XIX se configuraba en torno a
diferentes grupos étnicos producto de una construcción jurídica e ideológica
asentada en las diferencias raciales y étnicas, reflejando la pervivencia de
rasgos coloniales.
De ese modo aparecen los españoles, los indios, los pardos,
los morenos, negros, mulatos y mestizos. De igual modo cabe destacar que
Corrientes no tuvo el número de esclavizados que se da en otras ciudades
puertos del Virreinato como Buenos Aires o Montevideo, o incluso el Caribe y
Brasil, epicentros de la población esclavizada.
Volviendo a Corrientes, a medida que avanza el siglo XIX va
descendiendo la población esclavizada a consecuencia del aumento de libres.
Pero además se producen cambios jurídicos a mitad de siglo cuando se suprime la
esclavitud con la Constitución Nacional. Los esclavos se constituyen en
sirvientes por estatuto, temática que estamos trabajando en la actualidad. En
1857 se registra un total de 95 esclavos en toda la provincia de Corrientes.
Pero en otra vía de análisis debemos contextualizar qué
sucede con la población negra y sus descendientes en términos de condición
étnica. Si tenemos en cuenta los censos, esta población experimenta procesos de
mestizaje, con lo cual se eleva el número de pardos y morenos.
¿Cómo se distribuía
la población esclavizada en Corrientes?
Se pueden distinguir distintos espacios en el siglo XIX. La
ciudad como un área de concentración de esclavos y por otro lado la campaña con
sus poblados de españoles cuyos habitantes son vecinos, indígenas y población
libre en su mayoría pardos. En esos poblados podemos mencionar Yaguareté Corá,
Goya, Esquina y Saladas.
¿Qué significa la
categoría de pardos libres?
La categoría de pardo permite visualizar el mestizaje
producido entre la población negra con otros grupos étnicos. La mayoría de los
pardos provenían del Paraguay, incluso constituye una categoría poco utilizada
en el siglo XVIII y más frecuente del XIX. El 45,77% de los esclavizados y
descendientes libres aparecían bajo esta categoría en 1814. A diferencia de
otros espacios rioplatenses, la categoría pardo era utilizada para reflejar los
mestizajes que se operaban con otros grupos.
¿Los esclavos en
Corrientes podían comprar su libertad?
A diferencia de Buenos Aires la esclavitud aquí no era
estipendiaria. Esto quiere decir que el esclavo no podía conseguir un jornal en
tareas fuera de la casa de su amo, como sí se daba en otros espacios, lo que
constituía en un escape o vía de acceso para la coartación. En Corrientes el
esclavo depende exclusivamente del testamento del amo o de una carta de
libertad que incluso imponía ciertas condiciones o tiempo para la libertad de
este sujeto. Entre esas situaciones podemos mencionar: después de dos años,
después de que mueran sus hijos, cuando muera su esposa, entre otros ejemplos.
De igual modo encontramos que los dueños de esclavos por la
proximidad y cercanía establecían vínculos con los esclavos, esto puede
constatarse en testamentos y en actas de bautismos. Esa proximidad hacía que
los primeros dejen parte de sus bienes, ganado u otras cosas para asegurar la
subsistencia futura de sus esclavos.
¿Un factor de la
libertad de este sector de la población fue la Declaración de la Asamblea de
año XIII?
En realidad hay múltiples respuestas para esto. En estos
años hay diversas hipótesis para explicar por qué empieza a crecer la población
libre en detrimento de la población esclava. Lo que se ve en Corrientes, al
igual que en otras ciudades de la América hispana, es que a medida que pasan
los años se produce el detrimento de la población esclava en relación a los
libres. Con la Asamblea del año XIII se declaró la “libertad de vientre de los
hijos de esclavas a partir del 31 de enero”. Esta disposición no explica cómo
alcanzaron la libertad los sujetos mayores de 30 a 40 años, por lo que debíamos
pensar que existieron otras maneras. Ahí empezamos a trabajar con la cuestión
de la manumisión como una de las claves para entender el pasaje de condición
jurídica.
Se ha hablado en este
Ciclo de Entrevistas de que Corrientes acepta las directivas que vienen de
Buenos Aires, en este caso en particular sobre la libertad de vientre ¿cómo lo
podemos observar?
En Corrientes se va aceptar la Libertad de Vientres
dispuesta por la Asamblea del año XIII. En relación a esta se puede observar
por el censo de 1820 que surgen los primeros libertos que son niños de algunos
meses. Este es uno de los indicios, otro elemento se refleja en los testamentos
de la época, donde los amos o dueños en sus herencias dejan los esclavos y los
hijos de esas esclavas que aparecen bajo la condición de libertos. Además de
reflejarse en las diferentes ventas en las cuales son vendidos junto con sus
madres.
Ahora bien, aquí cabe una observación y es que los dueños
ponen en sus testamentos que van a ser libertos hasta que se revoque ese
artículo de la Asamblea del año XIII. Con lo cual inferimos que ellos no
estaban de acuerdo con esa ley y producida su revocación volverán a forma parte
de su propiedad siendo esclavos. Aunque la Asamblea estableció una disposición,
existía una puja de intereses entre los amos y el gobierno revolucionario.
¿La Asamblea del año
XIII fue pionera en la declaración de libertad de vientres?
No, esta declaración se dio también en forma simultánea en
otras naciones latinoamericanas, como el caso de Chile, Paraguay, Bolivia,
entre otras. En el fondo subyacen las ideas abolicionistas que se desarrollan
en Europa, cuyo epicentro constituía Inglaterra, que había impulsado el fin del
tráfico negrero. En ese contexto una de las medidas fue la Libertad de
Vientres, pero no resolvía esencialmente el problema de la esclavitud.
Sin embargo en Brasil la esclavitud de los negros durará
mucho más...
En la Argentina la esclavitud se extendió hasta mediados de
siglo. Esto lo diferenció de otras naciones en donde la situación se mantuvo
como en Brasil o Estados Unidos. En nuestro país, aunque fue temprana la
disposición de la Asamblea del año XIII, no fue una medida que cambió la
coyuntura de los esclavizados. Dado que el liberto era una condición jurídica
intermedia que no significaba ser libre, sino que había una dependencia al amo
hasta los 7 años. Se habían establecido reglamentaciones particulares en
diferentes ciudades y en el caso de Corrientes tuvo sus propias disposiciones
con respecto al trato del liberto.
¿Y qué pasó tras la
liberación de los negros?
Esa es una pregunta que no tiene una respuesta acabada en la
historiografía. Subyacen numerosas dudas e interrogantes que deben articular
los efectos sociales y la inserción de los esclavos post-abolición. E incluso
algunos historiadores como el caso de Reid Andrews formularon la noción de que
en el Río de la Plata la esclavitud murió sencillamente por la vejez. Sin dudas
el campo historiográfico no ha avanzado en la segunda mitad del siglo XIX.
El litoral estuvo
bajo el ala artiguista, ¿qué pasó con los negros esclavos durante ese período?
Bueno, esa es una discusión más amplia que debería darse en
algún momento. Con las herramientas que tengo los esclavos se mantuvieron, no
se ve que con el artiguismo se hayan producido cambios jurídicos. Tal vez en la
campaña pero en la ciudad se mantienen los esclavos.
Si bien no está en tus investigaciones se podría partir de que
ahora resta hurgar en el aporte de esta población negra a la cultura
correntina.
Creo que la sociedad correntina invisibilizó a la población
negra. No todos fueron españoles, la sociedad guaraní fue un grupo considerado
en términos demográficos que eclipsó la cultura correntina. En cambio se
observan pequeños indicios de los negros en la cultura entre los que podemos
mencionar la importancia de San Baltazar y del candombe, pero creemos que es
necesario un análisis sociológico y antropológico que redescubra aspectos
identitarios de la sociedad correntina focalizando en los afrodescendientes.
El peso guaraní nadie lo duda hoy, pero en pocos cabe la
idea de que la sociedad correntina tuvo una población negra que está en sus
raíces. Hay que reconocer ese pasado y todavía quedan muchas respuestas para
dar. Los negros no fueron un tema para los historiadores correntinos.
Por último, ¿cómo
debemos leer la declaración de la independencia nacional?
Esta pregunta habilita una mirada sobre la historiografía
argentina de los últimos años cuyo objeto de análisis han sido los procesos
históricos rioplatenses que se extienden desde 1806 a 1820 en vinculación
directa con la coyuntura europea, en el cual diversos conceptos fueron
centrales, la idea misma de revolución, emancipación, orden colonial, entre
otros. En ese sentido creo que no podemos leer la Declaración de la
Independencia Nacional como un hecho aislado circunscripto al Tucumán de 1816,
sino que es necesario pensar en el ciclo de las revoluciones de la Independencia
como postulan diversos autores, entre los que se destacan Di Meglio, Fradkin y
Ternavassio.
Estas nuevas lecturas proponen un cambio de perspectiva en
la comprensión de los procesos históricos teniendo en cuenta la idea de tiempo
con sus diferentes duraciones que se opone a la noción del acontecimiento o
hecho tan clásico y que aún se mantiene en nuestra sociedad.
A 200 años de la Independencia nuestra lectura debe superar
los ámbitos académicos para situarse en los diferentes espacios de sociabilidad
como las escuelas e instituciones públicas, permitiendo a la sociedad un
entendimiento cabal de los procesos. Eso no significa dejar de conmemorar el 9
de julio sino ayudar a nuestras generaciones a revalorizar el proceso previo y
posterior del mismo, sus consecuencias y sus lentas transformaciones. Tomado de
el litoral de ctes ar
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