jueves, 4 de agosto de 2016

SISTEMA CARCELARIO , VIOLACIÓN SISTEMÁTICA DE LOS DERECHOS HUMANOS

LO QUE DEJO LA VISITA DEL PREMIO NOBEL DE LA PAZ
Cárceles: el drama de la sobrepoblación y la violación de los derechos humanos
CARCELES. La UP1 contiene más de 400 presos, tiene “carencias”, viola tratados internacionales y la Constitución Nacional, según denuncian los referentes.
La UP1 contiene más de 400 presos. Presenta “carencias” y viola tratados internacionales y la Constitución Nacional, según denuncian los referentes. Las diferentes unidades penales de la provincia fueron sede de visitas de referentes de derechos humanos y del defensor de la no-violencia,
Pérez Esquivel.
POR: MELISA VEGA
La sobrepoblación, el hacinamiento resultante, la falta de infraestructura y de condiciones mínimas de salud y educación, son algunas de las cuestiones a resolver por el Estado en las cárceles correntinas que fueron muy criticadas por los referentes y defensores de derechos humanos que las visitaron el pasado jueves.
La violación de tratados internacionales y de la Constitución Nacional fue el común denominador en la Unidad Penal 1, en el Penal 6 de San Cayetano y en el Centro de Contención de Menores que dejó una imagen muy negativa del resguardo de los derechos humanos.
Unidad Penal Nº1: en cada celda conviven entre tres a seis presos
Con más de 400 reclusos, la UP1 afronta una situación preocupante hacia los ojos de los referentes. En cada celda conviven entre tres a seis presos. Los colchones encimados, la ropa colgada, los instrumentos de cocina y limpieza son una visual constante en cada una de ellas. Los más afortunados tienen TV o algún equipo de música para distraerse, otros tan sólo ocupan los espacios vacíos como las paredes para dejar algún mensaje o dibujo y así encontrar un escape y distraer la vista.
Roberto Cipriano García, director de la Comisión Contra la Tortura Provincia de Buenos Aires, en conversación con ellitoral.com.ar, denunció las condiciones y fue tajante al sostener que el penal “debe ser clausurado”. El referente conversó con presos y tras observar las condiciones de las celdas, pudo constatar que  la gran mayoría vive la violación de sus derechos y del respeto a la dignidad del ser humano.
“En estas condiciones, esto se parece a un depósito de personas y no un lugar pensado para que la mismos puedan mejorar”, afirmó. Así también fue muy claro al expresar que de esta manera “se alimenta la violencia y el sujeto se deteriora física y psíquicamente”, por lo que consideró necesaria la creación de políticas de Estado que sean “centrales, estructurales y sinceras”,  pensadas a partir de consensos de distintas fuerzas políticas para que no se agoten en un gobierno.
El pabellón 10 de “castigo y aislamiento”, donde conviven aquellos que tienen problemas de conducta de la UP1, dejó una imagen muy dura de cómo viven los presos que sólo cuentan con 30 minutos al día para salir a los pasillos, ir al baño, lavar su ropa o tan sólo escapar del encierro unos instantes. Algunos deben recurrir a orinar en botellas ya que el tiempo que pasan encerrados excede al que cuentan para asearse o hacer sus necesidades diarias, según manifiestan.
“En estas condiciones esto es un depósito de personas y no un lugar pensado para que los mismos puedan mejorar”, remarcó.
En el pabellón 10 de “castigo y aislamiento”  los reclusos poseen solo 30 minutos para salir a los pasillos.
Mientras cuentan las situaciones que atraviesan y los castigos que reciben traen a memoria a un ex preso que decidió suicidarse en febrero de este año: “Estuvo solo un día en este pabellón y no aguantó”, dicen en referencia a Nelson Solís, un detenido que decidió terminar con su vida en las mismas instalaciones del penal.
“Sé que estoy en un pabellón de castigo y no soy santo, pero tanta reja, tanto encierro nos pega mucho”, dice uno de ellos. Las paredes parecen tomar vida y expresar lo que por dentro los está matando: “No lloren por mí, yo no estoy muerto, solamente perdí mi libertad”,  aparece escrito en la parte superior de las paredes de unas de las celdas.
La creencia popular también es una imagen que se repite en cada unidad: santos como el Gaucho Gil o San la Muerte, son los más solicitados y a quienes le rezan a diario y le piden protección para sus familias.
La población carcelaria de la UP1 es, en su mayoría, de personas de escasos recursos. Al respecto Cipriano explicó que no se ven a los autores de delitos complejos o de “cuello blanco” como la trata de persona, el narcotráfico o los piratas del asfalto, sino que la gran parte de los reclusos son de delitos simples como hurtos, condenas de 2 a 3 años lo que desliza otra crítica al sistema:
“El sistema debe dejar de detener personas por delitos menores y redirigir sus esfuerzos a los autores de hechos complejos (...) una persona que está detenida por hurto en estas condiciones no va a mejorar”, afirma Cipriano.
“Sé que estoy en un pabellón de castigo y no soy santo, pero tanta reja, tanto encierro nos pega mucho”, reiteró.
El referente señala la necesidad de buscar “medidas alternativas a la prisión”, que sirvan para “acompañar la reinserción” y asegurar condiciones básicas también para cuando recupere la libertad, porque de lo contrario “se inserta en un circuito de deterioro y desmejora su situación”, señaló.
La UP6 y el Centro de Contención al Menor
La Unidad Penal 6 contiene un total de 327 presos procesados los cuales están divididos en cinco módulos. En la misma los referentes en Derechos Humanos observaron serias carencias como las conexiones de agua, de infraestructura y la falta de personal de salud como médicos y psiquiatras, un detalle no menor para este sector de la sociedad.
Las celdas también son pequeñas, pero a diferencia de la UP1 los reclusos pueden circular por los pasillos hasta horarios nocturnos.
En tanto, en el Centro de Contención al Menor que depende de la UP6 y contiene por lo menos a 21 menores, se observan otras falencias y restricciones como los horarios de visita, la infraestructura y la educación.
Los menores comentaban al respecto que no pueden tener visitas íntimas, además que no poseen agua caliente y el manejo del dinero que se les otorga para sus gastos queda al criterio de la directora comisaria.  En cuanto a la educación, expresaron que es muy débil ya que los niveles secundarios se dan solo dos días a la semana por una hora.

Miembros del Comité contra la Tortura de Corrientes junto al Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, notaron que además se encuentra “fuera de toda normativa internacional” ya que viola la convención de derechos humanos que “prohíbe que la custodia del niño que cometa delitos esté a cargo del servicio penitenciario”. TOMADO DE EL LITORAL DE CTES AR 

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