lunes, 10 de diciembre de 2018

CHINA ENVIA SONDA A CARA OCULTA DE LA LUNA


China ha enviado una sonda a la cara oculta de la Luna
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Es la primera vez que se intenta una misión al lado no visible del satélite, algo que hasta ahora impedían problemas serios en las comunicaciones entre la sonda, la tierra y con el vehículo de exploración que depositara en suelo lunar.

El 8 de diciembre de 2018, China ha lanzado una misión espacial histórica, la nave no tripulada Chang’e 4, con un vehículo de exploración a bordo ha sido lanzada camino de la Luna para intentar alunizar en su cara oculta, algo que hasta ahora no se había hecho jamás.
Es un paso más en el ambicioso programa chino de exploración espacial. Chang’e 4 (así llamada en honor de una diosa que, según la mitología china, habita en la Luna) alunizará en los primeros días de enero; a las pocas horas emergerá el vehículo de exploración, que empezará a recorrer el paisaje lunar y a transmitir datos que permitan esclarecer algunos de los principales interrogantes sobre la cara oculta de nuestro satélite.
Esa cara lunar, invisible desde la Tierra, es muy distinta de la que sí conocemos. Si la cara visible muestra «mares» llanos de basalto y relativamente pocos cráteres, a diferencia del lado oculto donde existen muchos cráteres y su composición parece diferente. La misión china podría recabar datos sobre la historia y la geología de esta área desconocida del satélite. Probablemente, según el estudio publicado por científicos chinos en la revista especializada Journal of Geophysical Research, de la Asociación Geofísica Estadounidense, la toma de tierra de Chang’e se producirá en el cráter Von Kármán.
Esta concavidad, de 186 kilómetros de diámetro, forma parte de la cuenca Polo Sur-Aitken, el mayor cráter de impacto conocido en el sistema solar y uno de los más antiguos de la Luna. Los científicos creen posible que la cuenca contenga material del subsuelo lunar, que podría aportar importante información. Hasta ahora no se había intentado una misión similar a la de Chang’e 4 debido a dificultades técnicas.

Una de las últimas exploraciones lunares, fue la Apolo 16 fue la décima misión, en este caso tripulada por tres astronautas, en el Programa Espacial Apolo de EE.UU, y penúltima en alunizar y la primera en llegar a las zonas montañosas de la Luna, en la región de las Tierras Altas de Descartes. Se lanzó desde  Florida, USA el 16 de abril de 1972.
Dos astronautas estuvieron 71 horas en la superficie lunar. Durante ese tiempo realizaron tres caminatas lunares, con una duración total de 20 horas y 14 minutos y condujeron el Vehículo de Exploración Lunar (Lunar Roving Vehicle, LRV), el segundo producido y usado en la luna, recorriendo con él 26.7 km. En la superficie recolectaron 95.8 kg de muestras lunares para traer a la Tierra.
En este caso los científicos chinos pudieron resolver el problema que significa la masa de la Luna interpuesta entre la Tierra y la nave espacial. En estas condiciones era complicado establecer un sistema de comunicación que permitiera a los ingenieros enviar instrucciones a la sonda para su descenso a la superficie. El mismo problema se planteaba para que el vehículo explorador pudiera
transmitir sus datos. Para resolver este problema, China envió en mayo su satélite Queqiao, que entró en órbita en junio, a una distancia entre 65.000 y 80.000 kilómetros más allá de la Luna.
El satélite recibirá las instrucciones de la base aeroespacial en la Tierra para reenviárselas a la sonda y al vehículo explorador y comunicará a la Tierra los datos de obtenidos. La misión, además de analizar los datos de la superficie lunar, incluirá otros experimentos científicos.
Chang’e 4 llevará a bordo huevos de gusano de seda, semillas de patata y de flores para observar la germinación, crecimiento y respiración en las condiciones de baja gravedad en la superficie lunar.
El año próximo China tiene previsto enviar una nueva sonda a la Luna, la Chang’e 5, que tendrá como misión recoger muestras del suelo y traerlas de regreso a la Tierra. A pesar de contar con un presupuesto muy inferior al que tiene la NASA, el programa espacial chino ha logrado enormes progresos en la última década. De hecho, ya ha dado los primeros pasos para construir una estación espacial, la Tiangong-3, que se espera que pueda estar lista para 2022, y para 2030 China se plantea enviar una misión tripulada a la Luna, un objetivo al que EE.UU. renunció con el fin del programa Apolo.
Fuentes: MysteryPlanet – NASA
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes fueron tomadas de la Web

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