“Nuestro planeta está estropeado”
Por Osvaldo Nicolás
Pimpignano
Lo afirmo el Secretario General de la ONU y alerta de una actitud
“suicida” de la humanidad.
Fig. 1
“La naturaleza precisa de un
rescate financiero”, dice António Guterres, advirtiendo que la pandemia de
COVID-19 y el clima han colocado al mundo en un punto crítico desde el cual no
se puede volver al modelo de inequidad, injusticia y explotación voraz del
planeta. “Es el momento de transformar la relación de la humanidad con la
naturaleza y la relación entre los seres humanos. Esa es la lección del 2020”,
apunta.
El Secretario General de las Naciones Unidas sonó la alarma este
miércoles sobre la guerra que la humanidad está librando contra la naturaleza y
aseveró que se trata de una actitud “suicida” puesto que la naturaleza está
respondiendo a la agresión con fuerza y furia crecientes.
“Estamos enfrentando una pandemia devastadora, récords de
calentamiento global, máximos de degradación ecológica y nuevos reveses en el
avance hacia un desarrollo sostenible e inclusivo”, dijo António Guterres en un
emotivo discurso sobre el estado del planeta pronunciado en la Universidad de
Columbia, en Nueva York.
En su alocución, Guterres hizo
hincapié en que la prioridad del mundo en el siglo 21 es combatir la emergencia
climática. “Hacer las paces con la naturaleza es la tarea más importante de
este siglo. Debe ser la prioridad de todos en todas partes.”
Cambio de planes
“La naturaleza nos alimenta, nos
viste, sacia nuestra sed, genera nuestro oxígeno, da forma a nuestra cultura y
nuestra fe y forja nuestra propia identidad. Se suponía que 2020 sería un
“super año” para la naturaleza, pero la pandemia nos cambió los planes”,
indicó. El COVID y el clima nos han
llevado a un umbral. No podemos volver a la vieja normalidad de desigualdad,
injusticia y dominio voraz del planeta.
Además de la destrucción de la
biodiversidad y los ecosistemas y la contaminación del mar, recordó que la
polución del aire y el agua causa la muerte de nueve millones de personas cada año
y que la invasión de los hábitats animales propicia la transmisión de virus y
enfermedades de animales a humanos.
“No olvidemos que el 75% de las nuevas infecciones son zoonóticas”,
apuntó.
El titular de la ONU citó también la información científica que
advierte que el mundo está al borde de una catástrofe climática y se refirió a
las altas temperaturas de los océanos y la Tierra, a los incendios devastadores
en diferentes partes del mundo, al derretimiento de glaciares y permafrost y a
la cantidad de huracanes ocurridos este año.
“La temporada de huracanes en el norte del Atlántico ha sumado 30
tormentas, más del doble del promedio, y ha roto récord. Centroamérica todavía
se está recuperando de dos huracanes consecutivos”, acotó. Agregó que el año
pasado esos desastres le costaron al mudo 150.000 millones de dólares en daños materiales.
Fig 2
Calentamiento acelerado
Guterres enfatizó que actualmente la Tierra registra 1,2 grados de
calentamiento con respecto a los niveles preindustriales y que con ese incremento
ya se observa una volatilidad y eventos climáticos sin precedentes en todas las
regiones y en todos los continentes.
“Nos dirigimos a un aumento de
temperatura de 3 a 5 grados centígrados este siglo”, enfatizó, añadiendo que la
ciencia indica inequívocamente que para limitar el alza de la temperatura a 1,5
grados Celsius por encima de los niveles preindustriales se necesita reducir la
producción de combustibles fósiles en un 6% cada año desde ahora hasta 2030.
Sin embargo, el mundo se mueve en
dirección contraria, lamentó, y subrayó que esta política supone un desastre
climático que también frena los esfuerzos por eliminar la pobreza y la
inseguridad alimentaria y dificulta la búsqueda y construcción de paz puesto
que la inestabilidad ambiental genera conflicto y desplazamientos masivos de
población.
“No es una coincidencia
que el 70% de los países más vulnerables a los eventos climáticos también se
encuentren entre los más frágiles política y económicamente”, recalcó.
Rescate financiero para la Tierra
Para el
Secretario General, la actividad humana es la raíz de la espiral hacia el caos,
pero también es la acción humana la que puede resolver la situación.
Ante la inminencia de la vacuna
contra el COVID-19, contrastó que no existe una vacuna para el planeta.
“La naturaleza precisa un rescate financiero”, puntualizó citando los
recursos que se han destinado para responder a los efectos económicos de la
pandemia.
Aseveró que los billones de
dólares necesarios para la recuperación del COVID son dinero prestado de las
generaciones futuras.
“No podemos utilizar esos
recursos para bloquear políticas que las endeuden irracionalmente en un planeta
destrozado. Es hora de accionar el ´interruptor verde´. Tenemos la oportunidad
no simplemente de restablecer la economía mundial, sino de transformarla”,
aseguró.
Dos caras de la misma moneda
En este sentido, Guterres considera que la recuperación de la pandemia
representa una oportunidad: “La recuperación del COVID y la reparación de
nuestro planeta deben ser las dos caras de la misma moneda.”
Recalcó una vez más la necesidad
imperiosa de alcanzar la neutralidad de las emisiones de carbón para 2050 y la
urgencia de cumplir con los compromisos financieros marcados por el Acuerdo de
París, así como la prisa por avanzar en la adaptación para proteger al mundo
del impacto climático, sobre todo a los países más vulnerables.
Reconoció que el cambio a las
energías limpias implica un costo humano e instó a diseñar estrategias de
protección social y programas de capacitación para los trabajadores del sector
energético.
El Secretario General reportó que
si bien las energías renovables deben ser la primera opción ambiental y económica,
hay señales preocupantes.
Retrocesos
“Algunos países han utilizado la crisis para revertir las salvaguardias
ambientales. Otros están expandiendo la explotación de los recursos naturales y
se están alejando de la acción climática. Los miembros del G20, en sus paquetes
de rescate, están gastando un 50% más en sectores relacionados con la
producción y el consumo de combustibles fósiles que en energía baja en
carbono”, detalló.
Y más allá de los anuncios, todos deben pasar una prueba de
credibilidad, señaló. Fig 3
Cumbre de Acción Climática
Guterres adelantó que dentro de diez días convocará una Cumbre de
Ambición Climática para marcar el quinto aniversario de la firma del Acuerdo de
París. Esta iniciativa es coauspiciada por Francia y el Reino Unido. En este
tenor, confió en que el 2021 sea el año de formación de una coalición mundial
para conseguir la neutralidad de las emisiones de carbono en 2050.
“Llamo a los países desarrollados a cumplir con sus promesas de
asignar 100.000 millones de dólares anuales para que las naciones en desarrollo
alcancen las metas climáticas conjuntas”, acotó, afirmando que se trata de una
cuestión de equidad, justicia, solidaridad e interés propio.
“Tenemos que recordar que no se puede separar la acción climática del
entorno planetario en su conjunto. Todo está interrelacionado, tanto los bienes
como el bienestar común”, expresó.
Esperanza
Para concluir su discurso, el Secretario General manifestó una
esperanza basada en la historia de progresos alcanzados por la humanidad, como
la regeneración de la capa de ozono o el cambio de muchas ciudades hacia un
modelo verde.
Mencionó también la reducción de desechos derivada de la economía
circular y el avance de las leyes ambientales. “Al menos 155 Estados miembros
de la ONU han reconocido legalmente que el medio ambiente sano es un derecho
humano”, especificó.
Guterres mencionó con entusiasmo el cambio de mentalidad en muchas
personas, especialmente los jóvenes, e instó a convertir esa nueva visión en un
movimiento.
“El COVID y el clima nos han llevado a un umbral. No podemos volver a
la vieja normalidad de desigualdad, injusticia y dominio voraz del planeta.
Debemos avanzar hacia un camino más seguro, sostenible y equitativo”, resaltó.
El líder de la ONU cerró su
discurso con una exhortación: “Ha llegado el momento de transformar la relación
de la humanidad con la naturaleza y entre los seres humanos. Y debemos hacerlo
juntos. La solidaridad es humanidad. La solidaridad es supervivencia. Esa es la
lección del 2020.”
Fuente: ONU y Secretario General - 2 Diciembre 2020
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes fueron tomadas de la Web
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