SALPICADO NECRÓTICO DE LA CEBADA
(Ramularia collo-cygni)
Esta campaña nos sorprende con la
reaparición de una enfermedad: el salpicado necrótico de la cebada, causado por
Ramularia collo-cygnis.
A continuación se extracta un
artículo del Dr. Marcelo Carmona
Artículo extratacdo de:
“Epidemias de Ramularia collo-cygnis, organismo causal del salpicado necrótico
de la cebada. Campaña 2012-2013” - Carmona, M.A; Scandiani, M.M.; Formento,
A.N. y Luque, A.
Resumen
Esta enfermedad causa lesiones
pequeñas necróticas que ocurren salpicadamente sobre las hojas, que terminan
secándose en forma rápida. En la campaña 2001-2002 ocurrió por primera vez una
severa epidemia en campos de Argentina (Khier et al., 2002) en varios lotes con
diferentes variedades de cebada (Hordeum vulgare; H.distichum), las que se
“entregaron” muy rápidamente generando importantes reducciones del rendimiento
en número y peso de granos.
Desde entonces, la enfermedad
careció de importancia hasta que en esta campaña 2012-2013 reemerge con gran
intensidad donde plantas provenientes de lotes de las provincias de Santa Fe,
Córdoba y Entre Ríos, mostraron la sintomatología típica en todas las hojas. En
Uruguay se convirtió durante el mes de octubre de 2012 en una de las
enfermedades de mayor importancia en el país (Stewart, com. pers.). Los
síntomas pueden confundirse con deficiencias de nutrientes como Mg y K, con
exceso de boro o con mancha borrosa u otras manchas de origen fisiológico. En
relación a los factores de riesgo y epidemiológicos, si bien no están del todo
comprendidos estarían relacionados con la siembra de variedades susceptibles,
monocultivo y un ciclo característicamente lluvioso que aseguren las horas de
mojado. El viento lleva a grandes distancias las esporas pequeñas y livianas;
se estima además que existe un componente abiótico acompañante del hongo. Los
rayos ultravioleta y el ozono están probablemente vinculados con la enfermedad.
Las principales tácticas de manejo son la eliminación de plantas guachas y de
hospedantes susceptibles como Lolium spp. y además, la aplicación de fungicidas
(triazoles + estrobilurinas) o las nuevas mezclas que contienen carboxamidas,
cuando aparecen los primeros síntomas en las hojas inferiores.
Agente causal
Ramularia collo-cygni B. Sutton
& J. M. Waller (Synonyms: Ophiocladium hordei Cav.;Ovularia hordei (Cav.)
R. Sprague; Ramularia hordeicola U.Braun); este hongo, en el tejido afectado
presenta conidióforos hialinos en fascículos dispuestos en líneas, generalmente
a lo largo de las nervaduras y emergen a través de los estomas. Los
conidióforos son curvados con un aspecto de "cuello de cisne" que le
ha dado el origen al nombre de su especie. Presenta conidios hialinos pequeños
fácilmente dispersados por el viento.
Antecedentes en Argentina
Esta enfermedad fue detectada por
primera vez en Argentina en el año 2001 (Khier et al., 2002); en esa
oportunidad todas las variedades fueron atacadas incluyendo a la actual y
ampliamente sembrada Scarlett. Su presencia fue vista en Bragado, Coronel Dorrego,
Coronel Suárez, Guisasola, Puán y Tres Arroyos a partir del estado de espigazón
en lotes con diferentes antecesores y tipos de labranza. En estos campos la
incidencia foliar fue del 100% y la severidad del 60 al 100%. Luego en 2002, la
enfermedad se presentó en plantas guachas de cebada y en raygrass (Tres
arroyos), pero su intensidad fue menor al igual que en los años posteriores.
En la presente campaña, muestras
de cebada en estado de inicio de grano lechoso provenientes de lotes de
Piamonte, provincia de Santa Fe, se confirmó la enfermedad a través de la
incubación y observación de las fructificaciones típicas del patógeno
Síntomas de la enfermedad
Los síntomas consisten en
pequeñas lesiones necróticas sobre las hojas generalmente con halos cloróticos,
salpicadas sobre el tejido vegetal. Estas lesiones se expanden y cubren toda la
superficie de la hoja dando el aspecto de “salpicado” según Carmona (2008).
Estos síntomas también se encuentran en el tallo y en las vainas foliares que
lo recubren, y a veces en las espigas, glumas y aristas.
Al comienzo las lesiones son
pequeñas y muy separadas una de otras; miden entre 1 y 3 mm de largo por 0.5 mm
de ancho. Inicialmente, estas lesiones pueden confundirse con el comienzo de la
mancha en red (Drechslera teres), luego crecen y se esparcen por toda la hoja
dando un aspecto de salpicado denso. Las lesiones aparecen súbitamente y
frecuentemente luego de la espigazón y la hoja bandera suele estar totalmente
necrosada mostrando un intenso salpicado necrótico.
El diagnóstico suele ser difícil
y tardío ya que los mismos pueden confundirse con aspectos nutricionales;
manchas fisiológicas de la cebada , y en general aparecen mezcladas con
síntomas de otros patógenos como Drechslera, mancha borrosa (Bipolaris
sorokiniana) o escaldadura (Rynchosporium secalis). El hongo se observa más
fácilmente sobre el tejido muerto o necrótico.
Algunos aspectos inequívocos para
diferenciarla de las manchas fisiológicas son que las manchas por Ramularia
generalmente presentan un halo clorótico, el que no se detecta en las de origen
fisiológico. Otros aspecto diferencial es la ubicación de las lesiones
deRamularia en tallos, hojas y vainas; las de origen fisiológico casi siempre
están sólo en las hojas. Finalmente Ramularia ataca a todas las variedades de
cebada, mientras que las lesiones fisiológicas están asociadas a algunas
variedades.
La dificultad de su diagnostico
llevó a desarrollar métodos serológicos y moleculares para su temprana
detección dentro de los tejidos vegetales. La enfermedad causa una rápida
senescencia y “entrega” del cultivo y está asociada la producción de la toxina
fúngica del grupo de las rubelinas que similarmente a lo que ocurre con
Cercospora spp. se activa en presencia de luz. El ataque y la severidad, están
estrechamente asociados al stress oxidativo y a la caída de las defensas de la
planta a partir de floración.
Daños: acelera la senescencia y
afecta el número, peso y tamaño de los granos de cebada.
Epidemiología y ambiente
Como la presencia de la
enfermedad es esporádica, es necesario investigar más acerca de las variables
ambientales que desencadenan la dispersión, esporulación e infección. Este
hongo parece tener una fase interna en la planta como endófito y con importante
tiempo de latencia, hasta que posterior a la floración y en presencia de luz,
emergen súbitamente las lesiones sobre el tejido foliar. Su infección está muy
relacionada con las horas de mojado, frecuencia e intensidad de las lluvias.
El patógeno sobrevive en
semillas, rastrojos, plantas guachas y en otras gramíneas. El hongo esporula
muy abundantemente y de acuerdo con Minihofer (2003) se calcula una masa de 3
×1012 conidios/ha desde un campo severamente afectado por la enfermedad.
Las esporas son secas, pequeñas y
livianas por lo que el viento las puede llevar a grandes distancias. La
esporulación ocurre fundamentalmente sobre tejido necrótico.
Manejo de la enfermedad
Todas las variedades de cebada
son susceptibles ya que no existen genotipos comerciales resistentes a la
enfermedad.
Actualmente en Europa se
recomienda protioconazole, boscalid +epoxiconazole y las mezclas de
estrobilurina más triazol (Sachs, 2006). Sin embargo, en el viejo continente,
las estrobilurinas están bajo análisis por una posible disminución de la
sensibilidad del hongo a las mismas (Oxley et al., 2006) sin que por ello,
dicha información, se pueda extrapolar sin previos estudios nacionales. El
impacto en el rendimiento es alrededor del 20% disminuyendo los kg/ha y el peso
de 1000 semillas
Fuente: INTA Balcarce
Enviado en Pregón Agropecuario de
ar
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