El Gobierno dispuso subas de
entre 10% y 27% en luz y gas
El alza abarca a hogares, industria y comercios; la factura bimestral
de electricidad aumentará de $ 4 a 300 según el caso; la de gas, de $ 4 a 150
Por Pablo Fernández Blanco Infografía:
A quienes alcanza y de cuanto son los aumentosMás notas para entender este tema
La impaciencia empresaria, en el trasfondo del anuncio oficial
Llegó la hora de romper la burbuja tarifaria
Urgido por la crítica situación
que atraviesan las empresas de servicios públicos, el Gobierno anunció ayer
aumentos de hasta 27 por ciento en las facturas de gas a nivel nacional y de
hasta 20% en las boletas de Edenor y Edesur, las distribuidoras de electricidad
que atienden a la Capital y el Gran Buenos Aires, a partir de un piso de 10 por
ciento. El incremento alcanzará a hogares, comercios e industrias.
En el marco de la tradición que inauguró el ex presidente Néstor
Kirchner, el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el viceministro de
Economía, Axel Kicillof -quienes presentaron los anuncios en una conferencia de
prensa-, elaboraron un mecanismo que les permite aplicar ajustes tarifarios sin
que lo sean técnicamente. El modelo elegido es el del cargo fijo, que irá desde
$ 4 hasta $ 150 por bimestre en el caso del gas y desde $ 4 hasta $ 300 para la
electricidad (el máximo es para los comercios), según el consumo de cada
cliente, y se cobrará a partir del primer día de este mes, por lo que ya se
notará en la próxima factura.
Con esos ajustes, el Gobierno espera obtener $ 2000 millones extras,
que se destinarán a sendos fondos administrados por el Banco Nación para financiar
obras. Los funcionarios explicaron en detalle cuáles habían sido los aumentos
de precios de otros servicios e impuestos, como subte, cable, Internet y ABL.
Pero no dieron precisiones con respecto al porcentaje de aumento que implicará
en la factura de los usuarios finales el nuevo cargo fijo.
Para Laura M., una vecina que entre agosto y octubre consumió 396
kilowatts en sus tres ambientes de Villa Urquiza y pagó $ 50,10, los $ 10
extras que deberá desembolsar en la próxima boleta implican un encarecimiento
del servicio del 20%. Un ajuste similar al que sufrirá José B., que vive en
Palermo con su mujer y dos hijos, y hasta ahora pagaba $ 52.
Durante la presentación, que duró casi dos horas, De Vido echó mano a
comparaciones para minimizar el efecto de los ajustes. "Un dato
importante: pueden observar que para el 72% de los hogares de Capital y Gran
Buenos Aires van a estar en 17 centavos por día", señaló en relación con
esa franja de consumidores. Y enfatizó que "la energía en Brasil es 11
veces más cara, en Chile 12 y en Uruguay 16 veces más cara. El gas natural
cuesta 22 veces más en Brasil, 14 en Chile y 16 en Uruguay".
Los cálculos en el caso del gas son aún más variables. Según números
privados, si se toma en cuenta la factura promedio de la Capital para un
consumo muy pequeño, que no supera los 500 metros cúbicos (m3) al año, los $ 4
adicionales implican una suba de un 27%, en parte porque se compara con una
tarifa más baja. El Gobierno se escudó en que los números absolutos, tras 10
años sin grandes ajustes, son bajos.
Por el tipo de método elegido, se repite una trampa de la cual el
kirchnerismo no logra salir. Es que en muchas ocasiones quienes menos consumen,
y por lo tanto sufren un recargo menor, son sectores pudientes.
Por su parte, Kicillof dedicó la mayor parte de su exposición a
denostar el modelo de los años 90, la necesidad de "hacer cambios de fondo
en el sector eléctrico y de gas, particularmente en los asociados a la
producción primaria de energía" y, a diferencia de otras presentaciones,
valorar la gestión de De Vido en materia eléctrica. También intentó dejar en
claro que las empresas concesionarias de los servicios que aumentan no
recibirán los fondos adicionales, sino que deberán destinarlos a obras.
"¿Qué es lo que pensamos pagarles a las empresas? Los costos vinculados a
la prestación del servicio más una ganancia razonable, a las empresas de
distribución, a las de transporte, a las de generación, son sectores que tienen
mucha participación privada. Queremos seguir teniéndolas, con ganancias
razonables, no con las hiperganancias que tuvieron en los 90 cuando las tarifas
estaban dolarizadas", avisó.
El viceministro tiene en su escritorio desde hace meses la información
con los costos de cada una de las compañías del país. Pero hasta ahora no dio
una respuesta concreta.
El secretario del gremio de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, se quedó con
una sensación ambivalente tras el anuncio. "Me parece bien la medida; no
tendríamos que haber tardado tanto en hacer esto." Pero deslizó que el
alza "quizá sea poco" y no terminó de entender los números de
salarios que mostraron los ministros. Para las empresas, el Gobierno tomó la
medida porque "era evidente que la crisis de financiamiento del sector
estaba afectando las inversiones. Esto es una solución para esa parte del
negocio".
Serán exceptuados los consumos electrointensivos como, por ejemplo,
personas con problemas de salud, jubilados y personas que reciban planes
sociales
Tomado de La Nación de ar
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