Con profunda tristeza, el viernes me despedí de mi viejo
árbol ; ése que durante 26 años me acompañó en todas mis horas con su hermosa
majestuosidad y elegancia cuando llegue hasta su sombra.
Albergó durante más de 50 años las especies de pajaritos más
variadas del lugar, esos que todas las mañanas me despertaban con su trinar tan
alegre.
Mi casa era llamada y conocida como “la casa del Pino “
porque realmente era muy raro que esa especie creciera en un pequeño jardín
frontal lindando con la acera. Sus bellas ramas se elevaban hasta el cielo (
como dirían los niños ) y las aves vivían felices y seguras en ellas. Cuando
regaba el jardín venían a buscar agua y se bañaban felices y sin miedo en los
charquitos .
Dejó un vacío muy grande, difícil de volver a reemplazarlo.
Pobre mi Pino , no sobrevivió a los embates del “cambio
climático “ y a la tropicalización que llegó para quedarse; es el precio que
debió pagar por no ser una especie nativa.
Creo que cuando fue plantado no imaginaron que la
meteorología le daría la espalda y nadie pensaba décadas atrás de los desastres
que provocaría estos fenómenos climáticos.
Una noche de abril una terrible tormenta que asoló mi lugar
, hizo que rayos, fuertes vientos y granizo lo hirieran de muerte. Así su savia
no regó más sus hermosas ramas y se fue secando sin piedad.
Lo dejé por mucho tiempo sin atreverme a no verlo más , pero
las seguidas tormentas provocaban grandes peligros estructurales y había que
tomar decisiones . El siempre me acompañó y aun sin vida se mantuvo siempre
erguido y yo pensaba que no quería dejar su lugar. Para no apartarlo quise
hacer una obra de arte con él y también en cada rama que sería cortada dejar un
trozo para construir una casita para los pájaros. No pudo ser, estaba muy
deteriorado y llegó el final . Solo quedó una base para un gran macetón que
hiciera recordar con sus arbustos el señorial pino de La Lucila.
Ya te extraño y me cuesta salir y no ver tu estampa. Me
resulta triste abrir mis ventanas y percibir que te fuiste . Tampoco escucho la
algarabía de los pajaritos y no puedo detener las lágrimas.
Es lo que vamos dejando en el camino .
¡!!Adios mi amado árbol . ¡!!
Jorgelina
Enviado en red foroba
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