Desde el Laboratorio de Biología de la Conservación del
Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal, Conicet-Unne) y el Instituto
Multidisciplinario sobre Ecosistemas y Desarrollo Sustentable (Imedes,
Conicet-Unicen), se está avanzando en la selección y la adaptación de los
guacamayos que serán incorporados al Iberá. En esta primera etapa del proyecto
serían entre 4 y 6 los ejemplares que van a ser reintroducidos a la zona y su
liberación está prevista para los próximos meses.
La captura indiscriminada fue la principal causa de la
desaparición del guacamayo rojo en la región, pero los científicos son
optimistas con respecto a las probabilidades de lograr que la especie vuelva a
poblar el norte de los Esteros del Iberá. “Para este proyecto de reintroducción
se conformó una red de zoológicos de todo el país que tienen ejemplares de este
guacamayo y aún los crían. Ellos envían los animales a Corrientes y después de
una serie de estudios vamos seleccionando a los que son más aptos para su
reintroducción en la naturaleza”, explicó Adrián Di Giacomo, experto en
biología de la conservación e investigador del Conicet en Corrientes.
Actualmente son 11 los animales que están en periodo de
adaptación, a los que próximamente se sumarían otros. Este trabajo de manejo se
desarrolla en el Centro de Conservación de Fauna Silvestre “Aguará”, de la
localidad correntina de Paso de la Patria, donde son sometidos a distintos
estudios sanitarios y genéticos en el marco de un proceso de cambio gradual de
comportamiento que permite prepararlos para el hábitat al que serán
introducidos. “En la primera etapa está previsto que sean liberados entre 4 y 6
ejemplares, que estarán equipados con transmisores para poder realizar un
seguimiento de cómo se comportan en su nuevo entorno”, comentó Igor Berkunsky,
experto en guacamayos e investigador de Conicet en el Imedes de Tandil, en la
provincia de Buenos Aires.
Según explicó Di Giacomo, el guacamayo rojo está extinto en
toda la Argentina y las poblaciones silvestres más cercanas se encuentran en el
norte del Paraguay y en el sur de Bolivia. Sin embargo la mayoría de estos
animales no se encuentran dentro de áreas protegidas que garanticen su
conservación, por lo que se considera que la especie está en riesgo al
continuar su persecución para destinarlos al mercado ilegal de fauna, o incluso
para el uso de sus plumas para ornamentos en algunas comunidades locales. “Al
reintroducirlos en el Iberá, que es uno de los principales ámbitos protegidos
con los que contamos en el país, podríamos lograr la protección efectiva a
largo plazo de una nueva población en el sur de su distribución geográfica”,
destacó.
Mediante esta iniciativa se busca evitar que el guacamayo
rojo desaparezca completamente, tal como ocurrió con otras especies en los
últimos siglos. “En Corrientes y en casi toda la Mesopotamia argentina existía
otra especie, el guacamayo violáceo, que era endémica pues sólo habitaba en
esta región. Este animal se extinguió totalmente, ya no existe ningún ejemplar
vivo y lo que buscamos con este proyecto es que el guacamayo rojo pueda cumplir
ese rol ecológico y ayudar a recuperar la biodiversidad y el funcionamiento de
los bosques protegidos de esta región”, detalló Berkunsky. También destacaron
que el proyecto requiere la intervención y el apoyo de otras instituciones y la
participación de la comunidad local.
El guacamayo rojo no es el único animal que volvería a
habitar el Iberá gracias a la intervención de estos equipos de científicos.
“También estamos trabajando con otra especie de ave que era
típica de la zona, que es el muitú (Crax fasciolata) que todavía se encuentra
en los bosques del este de Formosa y que cumple un rol ecológico clave como
consumidor de frutos grandes. TOMADO DE EL LITORAL DE CTES AR
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