HABRÍA SIDO POR UN TRONCO DE 12 METROS DE LARGO
Ancap comenzó dos investigaciones sobre el derrame de gasoil
en el río, aunque “se siguió el protocolo” “Fue una lección aprendida y ahora
vamos a mejorar el sistema y cambiar el protocolo en lo que corresponda”, dijo
a EL TELEGRAFO el director de Ancap Juan Gómez, luego de la reunión mantenida
con los técnicos responsables del operativo de descarga de combustible. El
jerarca no pudo dar detalles sobre el volumen de gasoil perdido --lo que
surgirá de mediciones posteriores-- ni por qué no se avisó a OSE, que se enteró
cuando fue a preguntar en Prefectura si había pasado algo.
“Recibimos un informe detallado de las áreas
correspondientes, de los gerentes de Servicios energéticos, de Logística y de
la gente de Medio Ambiente que hicieron una descripción detallada de cómo fue
todo el proceso y establece que se cumplieron los protocolos existentes. Ahora
haremos una exhaustiva investigación técnica y administrativa para saber todo
lo ocurrido que nos permita generar información para no repetir la lección”. DESCARGARON
DURANTE CUATRO HORAS
La carga del combustible de la barcaza a la boya comenzó
alrededor de las 21, y el accidente habría sido sobre la 1 de la mañana, pero
de todas maneras “le instruimos un informe con inspección técnica de lo
ocurrido, pero los elementos que tenemos hasta ahora indican que fue un
accidente lo que determinó que la presión de descarga disminuyera, y que a
partir de ese momento, detectada la situación, se paró inmediatamente la carga,
aunque eso implicó que hubiera derrame de combustible en el río, y que una parte
ingresara en la toma de agua de OSE”. Sobre cuánto gasoil se perdió en el
accidente, Gómez dijo que “todavía no hay una estimación exacta porque las
barcazas no pudieron terminar de descargar, y hay que esperar”.
En cuanto a las causas del accidente, “hay que esperar que
los buzos puedan ingresar al agua, porque por ahora es imposible que lo hagan
porque hay normativas muy estrictas en ese sentido. Hasta que el nivel del agua
no baje --creo que dos metros, dijeron-- es imposible que los buzos puedan bajar
para determinar el daño en los manguerotes o en algún otro lugar”. Esto es
porque “los buzos no pueden bajar con niveles muy altos porque hay un riesgo de
que algo los afecte o se los lleve la corriente. Por lo tanto habrá que esperar
unos cuantos días para que puedan bajar, ver que pasó y reparar la rotura”.
EVENTOS METEOROLÓGICOS Además, señaló que “los técnicos nos
han dicho que en el río Uruguay cambiaron radicalmente las condiciones
meteorológicas, porque hay eventos repentinos como el que sucedió la madrugada
del viernes. El viento fuerte empezó después de la una de la mañana, cuando
llevábamos cuatro horas de descarga. Y por eso queremos que esto quede claro,
porque las nuevas condiciones meteorológicas que se dan, sumado a un amarradero
que tiene tantos años nos amerita a revisar cosas del procedimiento para
mejorarlas”. Sobre la calidad y la vida útil de los manguerotes, Gómez dijo que
“eso se preguntó hoy a los técnicos, y ya se han probado varios tipos,
cambiando siempre para los más resistentes”.
Sobre qué harán para abastecer al norte de combustible, el
director señaló que “el remolcador se lleva las barcazas para atrás con lo que
le quedó de combustible, y vamos a tener que empezar el proceso de enviar el
combustible a través de camiones, y hacer derivaciones de plantas, porque ahora
probablemente sea Juan Lacaze el que se encargue de proveer la zona del
litoral”. EL PROTOCOLO Sobre si hay algún protocolo que indique que no se puede
operar la descarga cuando hay tormenta, señaló que “hay un protocolo muy
extenso, cuya copia nos entregaron, que establece con mucha precisión en qué
condiciones operar. En ese protocolo participa incluso gente de Prefectura, que
en todo lo previo a la operación y durante, Prefectura ve si están dadas las
condiciones para hacer la maniobra”. Sobre qué fue entonces lo que pasó si el
protocolo es tan claro, Gómez explicó que “lo que nos dijeron es que la
tormenta vino después, no fue el momento en que se iniciaron las operaciones,
ese fue el dato que nos dieron. Nos dijeron que la tormenta empezó después de
la 1.30 de la mañana, y la descarga se paró a la una, cuando se detectó que
había una disminución de la presión de descarga. En los hechos, se cortó antes
de la tormenta”.
Consultado sobre por qué no le avisaron a OSE de la rotura
del caño y pérdida de combustible, cuando la toma de agua está a poco más de un
kilómetro y medio del lugar, indicó que “dijeron que de noche no hubo ninguna
detección de combustibles en el agua, y es evidente que es harto difícil
percibir esa situación en horas de la noche. Y cuando dieron la primera
recorrida de mañana ahí la gente de Prefectura vio algunos resquicios menores.
Yo no voy a decir quién tiene que ser quien avise a los demás organismos, pero
en realidad en la mañana fueron algunos vestigios que se vieron en el río. La
OSE se enteró por la denuncia del olor a combustible en el agua, pero tengo
entendido que de los análisis realizados al agua no se detectó trazas de
combustible, ni el viernes ni el sábado menos. Y dejaron salir el agua por
prevención, porque no había registros de presencia de hidrocarburos en el
agua”. FUE UN GRAN ÁRBOL Preguntado si los funcionarios de Ancap deberían haber
avisado del accidente, dijo que “el protocolo no establece eso, aunque por
suerte fue rápidamente controlado con la detención de la descarga a tierra
cuando bajó la presión de la línea”. Sobre si no hay contadores, uno donde sale
y otro donde entra el combustible para determinar el volumen de combustible
perdido, dijo que “es un camino largo. Primero los manguerotes, luego va por el
conducto rígido y se controla cuando ingresa a los tanques, y no sé exactamente
cada cuánto se controla”.
En cuanto al accidente en sí, y si fue causado por una rama,
dijo que “en realidad fue un árbol, que se lo encontró luego saliendo de cerca
del manguerote, y hay fotos que nos hizo llegar el gerente de Logística de
Ancap, con un tronco muy grande de diez a doce metros de largo. Se lo pudo ver
cuando se hizo el desacople de la barcaza al manguerote, en la mañana del
viernes”. COSAS A MEJORAR Consultado sobre qué cambios le harán al protocolo de
seguridad para que estas situaciones no vuelvan a ocurrir, o si pasan las
autoridades se enteren en tiempo y forma, dijo que “varias cosas se analizaron
en la reunión y por el intercambio realizado. Es evidente que esto es una
lección aprendida, una situación de una magnitud que en más de 25 años de
operación no había ocurrido, porque nunca hubo un incidente de estas
características, ya que estamos hablando del agua de consumo. Y como parte de
la lección aprendida está mejorar en todos los aspectos, la coordinación, la
comunicación e incluso en las prácticas, donde habrá que generar mecanismos
nuevos para atender situaciones como esta”. Tomado de el telegrafo de uruguay
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