Paysandú Nuestro y Gensa cumplieron con la jornada de
limpieza de la costa desde el puente sobre la Curtiembre, “que elegimos
premeditadamente para jerarquizar los humedales enclavados en medio de la
ciudad, donde brindan un servicio ecosistémico con la amortiguación de las
inundaciones y son el hábitat de varias especies. Si bien están muy degradados,
todavía hay mucho para hacer”, dijo el integrante de Paysandú Nuestro, Javier
Dalmás.
A pesar del avance del río, el equipo de voluntarios estimó
que retiró de allí unos 700 kilos de basura, al tiempo que tomaron por Antonio
Estefanell hacia el Arboretum “Ricardo Carrere”, instalado Instrucciones del
Año XIII y Baldomero Vidal, donde realizaron una forestación con especies
nativas en peligro de extinción. “Es necesario cambiar la forma de pensar de la
gente para que no use el lugar como un basurero”, añadió. Dalmás señaló a EL
TELEGRAFO que durante la labor del grupo, “coincidimos con la limpieza del
derrame de gasoil en el río, donde juntaron la resaca impregnada por el
combustible que aún permanecía en la superficie del agua y se sentía por el
olor, además del pasto quemado en la orilla”. El integrante de la organización
de la sociedad civil consignó que “estamos expuestos a esos eventos cuando se
desarrollan las actividades económicas y entendemos que se pueden minimizar los
riesgos para evitar los accidentes, pero siempre ocurren”.
Explicó que no logró precisar desde la costa el producto que
los funcionarios esparcían sobre el agua, sin embargo “sí podemos observar cómo
una ciudad con todos sus habitantes puede quedar --en algún momento--
complicada con el uso del agua y eso nos debe llamar a la reflexión acerca de
su importancia, preservación y cuidado. Por eso cuando hablamos del asunto e insistimos
con diferentes cuestiones tales como la utilización de agroquímicos o la
fractura hidráulica, es porque estos eventos pueden suceder”.
Dalmás remarcó que “nada más ni nada menos que toda una
ciudad estuvo pendiente del agua que no se pudo usar para ingesta, alimentación
o lavarse los dientes y debió comprar agua envasada. Esto que pasó debe servir
para pensar en lo que se constata diariamente en otras partes del planeta y ser
conscientes que podemos llegar a eso”, concluyó. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE
URUGUAY
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