Día histórico:
congreso sancionó nueva ley de energías renovables por amplia mayoría
Con apoyo de casi todas las fuerzas políticas, la cámara de
diputados dio el visto bueno a la propuesta de modificación de la ley 26.190,
elaborada por Marcelo Guinle, el senador del Frente para la
Victoria, que se
propone lograr que en 2017 un 8 por ciento de la matriz eléctrica esté
conformada por energías renovables.
Gastón Fenés Imagen
durante la votación del proyecto de ley que impulsa las energía renovables. La importancia del FODER en el proyecto de Ley
impulsado por el senador Guinle
Cerca de las 7 de la tarde la Cámara de Diputados comenzó el
debate, que se estiró hasta las 20:39 horas. Hubo 191 legisladores presentes
(sumando al presidente de la cámara), que en su gran mayoría acompañaron el
proyecto (ver) sin objeciones: 178 votos a favor, 8 en contra y 4 abstenciones.
Cabe destacar que primó el consenso, como no ocurre con otros temas vinculados
a la economía. Durante toda la sesión
hubo quorum, lo que demuestra el interés por los asuntos relacionados a la
energía. No fue igual con otras normativas que también figuraron en la orden
del día. Al finalizar la votación, los aplausos colmaron el recinto. “Siento
una inmensa alegría“, expresó Sebastian Kind, asesor de Guinle, encargado de
redactar y gestionar con autoridades el proyecto de ley. En las exposiciones,
los diputados reconocieron la importancia de apostar a las energías limpias y
así evitar salida de divisas para importar combustibles fósiles. También se
expresó la importancia de proteger el medio ambiente, aunque no fue el eje de
los argumentos. No obstante, fueron posturas que plantearon todos los partidos. El Frente Renovador señaló algunas
disidencias, pero levantó la mano en positivo, mientras que la Unión Cívica
Radical expuso reparos, según cuentan fuentes que estuvieron en la audiencia,
como “pase de factura” por un proyecto que el oficialismo no le dio lugar,
impulsado por Ernesto Sanz, que también promueve las energías renovables. En
definitiva, la iniciativa fue aprobada tal como ingresó en senadores en 2014.
Ahora se viene otra discusión, aunque puertas adentro, que tiene que ver con la
reglamentación. ¿Se llegará a realizar en 2015? Diferentes actores pujarán para
introducir algunas modificaciones. Votación
Llamativamente, el gobernador de
Chubut, Martín Buzzi, que apoya la candidatura de Daniel Scioli, ayer salió
plantear que se cobren regalías a los proyectos verdes que se instalen en la
provincia: “tendremos que ir a leyes eólicas propias, nosotros somos el Kuwait
de la energía eólica”. Lo que está
claro, es que así como las provincias reclaman su soberanía por los
hidrocarburos frente a YPF y el Gobierno Nacional, apenas las renovables
exploten masivamente y se transformen en un gran negocio (como prometen en el
corto y mediano plazo) vendrá la misma discusión por la renta. Ya están en la
mira. Estos comentarios no aparecen al voleo ni por casualidad, empiezan a
instalar el tema en la agenda.
Historia y debate de
la nueva ley de renovables
El proyecto de ley comenzó el proceso de gestación a
principios de 2013, luego de revisar los errores que había tenido la ley 26.190
de “Energías Renovables”, sancionada en 2006, que no se llegó a cumplir, y el
programa “GENREN”, impulsado en 2009 sin demasiado éxito. En líneas generales,
la conclusión fue que existía gran potencial e interés de las empresas para
invertir en el negocio, pero el cuello de botella aparecía en el
financiamiento. Por eso el texto de Marcelo Guinle intentó concentrar su
atención en corregir los déficit del pasado y conformar un nuevo “Fondo
Fiduciario de Energías Renovables”, dejando su administración en manos del
Consejo Federal de la Energía Eléctrica. Desde entonces, se elaboraron 15
borradores hasta llegar al texto definitivo que luego fue aprobado. Hasta el
número 5, participaron las cámaras empresarias y otros actores del rubro. Luego
fue tratado por los expertos que asesoraron al legislador directamente con Axel
Kicillof, el Ministro de Economía y dueño de la lapicera, quién bajó de 127
dólares el precio del MWh, como se planteó en un primer momento, a 113 dólares.
Así como está, libera el camino a inversores en energía eólica, pero posterga a
las energías solar y biomasa, que a lo largo del año cerraron contratos con la
Compañía Administradora del Mercado Eléctrico (CAMMESA) por 240 y 180 dólares
el MWh, respectivamente. Para seguir creciendo, deberán enmarcarse en la Resolución
108, que abre el juego a valores más altos. Las grandes represas no están
incluidas en la nueva normativa, a diferencia de los Pequeños Aprovechamientos
Hidroeléctricos (menos de 30 MW de potencia). Una vez introducido en el Senado,
Guinle no obtuvo inconvenientes para conseguir el apoyo del oficialismo y sus
pares de la oposición: en diciembre de 2014 recibió media sanción por 54 votos
a favor y 4 en contra del Frente UNEN, liderado por Fernando “Pino” Solanas,
quién no estuvo de acuerdo en facilitar importaciones de equipos:
aerogeneradores, sistemas fotovoltaicos, turbinas, entre otros.
Ya en 2015, fue aprobado sin objeciones en la Comisión de
Energía y Combustibles en Diputados, sólo con algunas inquietudes sobre el
tratamiento fiscal por parte de Martín Losteau, de ECO. El 3 de junio de este
año, ingresó en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, consiguiendo el visto
bueno de los 26 legisladores que participaron de la votación. Para sorpresa de
los presentes, hubo tres disidencias parciales, por parte de Federico
Sturzenegger del PRO, Miguel Bazze y Enrique Vaquié de la UCR.
Posicionamiento de
los actores del sector Cuando se conoció el texto que ingresó en senadores,
hubo opiniones encontradas, algunas a favor, otras más negativas, al punto que
varias asociaciones plantearon aplicar modificaciones en la normativa,
alertando sobre las dificultades para diversificar la matriz, con un precio
límite de 113 dólares el MWh. También
advirtieron respecto de las consecuencias que ocasionaría obligar a los Grandes
Usuarios – consumo igual o superior a
300 kW -que presenten los certificados
de compra de energía limpia. Temen que no se apliquen las multas
correspondientes y que no se garantice el cumplimiento de la ley. Incluso, se
alertó sobre las complicaciones económicas que acarrearía en el sector Pyme su
instrumentación. Tal es así, que el
Comité Argentino de Presas (CAP), entidad que representa al sector
hidroeléctrico, y la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER) enviaron
notas a Julián Domínguez, el presidente de la Cámara de Diputados,
solicitándole la revisación de algunos artículos. Son algunos de los temas que se van a
plantear al momento de reglamentar la normativa que aún no tiene fecha cierta
¿Será este año? Los referentes de la industria dudan que en los tres meses que
quedan para la actual gestión de Gobierno se pueda resolver.
En este escenario, de ser Daniel Scioli, el candidato del
Frente para la Victoria (FPV) el próximo presidente, habrá más chances de que
se mantenga intacto el texto original, aprobado en ambas cámaras. De ganar el
PRO de Mauricio Macri, se sabe que la Agencia de Protección Ambiental (APRA)
apoya la iniciativa, pero ya está trabajando en el tema, viendo otras
posibilidades para su reglamentación, según supo energiaestratégica.com.
Detalles del texto El
corazón de la propuesta tiene como objetivo lograr que un 8 por ciento de la
matriz nacional de energía eléctrica sea aportada por fuentes renovables de
cara al año 2017 y alcanzar un 20 por ciento para el año 2025. Uno de los
aspectos destacados tiene que ver con los mecanismos que conformarían un fondo
fiduciario (FODER) para respaldar la financiación de los proyectos de
inversión: Destinar un mínimo del 50 por ciento del ahorro efectivo en
combustibles líquidos causado por las energías renovables (se calcula que las
energías renovables ahorrarían al fisco 41.000 millones de dólares hasta el año
2025)
Cargos específicos a la demanda
Recupero de capital e intereses de la financiación otorgada
Dividendos o utilidades percibidas por titularidad de
acciones o participaciones en proyectos o ingresos por sus ventas
Otro aspecto central radica en establecer una obligación con
penalidad en cabeza de los grandes usuarios de energía eléctrica
–particularmente en aquellos que tienen un consumo igual o superior a 300 kW–
para el cumplimiento individual de las metas de consumo de energías renovables
que fija la ley.
Con esta medida se pretende que se contraten volúmenes de
energía directamente en el mercado, ya sea con generadores de energías
renovables independientes, a través de comercializadores, o por medio de la
ejecución de proyectos propios.
En cuanto al mecanismo de promoción fiscal, el nuevo texto
propone:
a) Amortización acelerada del impuesto a las ganancias, a lo
que se suma:
b) Devolución anticipada del Impuesto al Valor Agregado
(IVA).
c) Exención del Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta.
d) Certificado Fiscal por el 20 % del componente nacional
siempre que se integre un mínimo del 30%.
e) Exención del impuesto sobre la distribución de dividendos
(10%) ante la reinversión de utilidades.
f) Exención de los derechos de importación para bienes de
capital y equipos hasta 2017.
g) No aplicación de tributos específicos, regalías
nacionales, provinciales y municipales durante el régimen de fomento.
h) Traslado de posibles aumentos fiscales a los precios de
los contratos.
Otros puntos de interés
i) Tratamiento para el despacho como central hidroeléctrica
de pasada, lo que brinda prioridad de despacho a los proyectos.
j) Aporte de la reserva de potencia soportado por todo el
sistema.
k) Límite de 113 us$/MWh promedio al precio de los contratos
suscriptos por los Grandes Usuarios (muy inferior a la penalidad de 200
us$/MWh).
l) Prioridad de acceso al financiamiento público (FODER) a
proyectos con mayor integración de componente nacional. ENVIADO POR ROQUE
PEDACE
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