Problemática sanitaria: ¿por qué nos amenazan y atacan los
Aedes?
El autor, prestigioso médico, analiza también en este
artículo por qué la estrategia de prevención y lucha del hombre es deficiente
frente a las arbovirosis prevalentes.
POR EL DR. JORGE OSVALDO GORODNER (*)Extensas regiones del
mundo, incluido el continente americano con nuestro país, se encuentran frente
a una problemática sanitaria de gran envergadura en una lucha desigual entre
los mosquitos vectores de patologías infecciosas de trascendencia comunitaria y
las medidas que adopta el hombre para controlar dicho problema y eventualmente
erradicarlo.
Nos referimos a la acción desplegada por el Aedes aegypti
que porta los virus etiopatogénicos de enfermedades como el dengue, la fiebre
zika, la fiebre chikungunya y la fiebre amarilla.
El Aedes aegypti y eventualmente el Aedes albopictus, es un
culícido miembro del subgénero Stegomyia dentro del género Aedes. Puede
reconocerse por sus distintivas marcas blancas en su cuerpo y extremidades, a
excepción de lo señalado, sus diferencias morfológicas con otros mosquitos son
ligeras. Originario de Africa, en América se presenta desde el sur de EE.UU.
hasta Argentina. Comparte hábitat con Aedes albopictus, que lo está desplazando
en algunas zonas. La actividad del Aedes aegypti disminuye por debajo de los 17°
C y a menos de los 12° C dicha actividad desaparece. Según la OMS, se estima
que esta especie de mosquito causa 50 millones de infecciones y 25.000 muertes
por año en el mundo.
Aunque el Aedes aegypti puede alimentarse en cualquier
momento, suele picar con más frecuencia al amanecer y al atardecer. Los sitios
donde mejor se reproduce son aquellos donde existe agua estancada y limpia:
recipientes descubiertos y abandonados, agua de sumideros vegetales o en
patios, etc.
El científico cubano Carlos Juan Finlay descubrió que este
mosquito era el agente transmisor de la fiebre amarilla y presentó sus
resultados por primera vez en la Conferencia Internacional de Sanidad celebrada
en Washington DC el 18 de febrero de 1881. En su homenaje se estableció que la
fecha de su nacimiento, el 3 de diciembre de 1833, fuera consagrada como Día
del Médico.
Diversos son los factores facilitadores para la
multiplicación y dispersión del Aedes. Hemos señalado muy someramente el
ambiente propicio, pero existen otros elementos a tener en cuenta,
particularmente el cambio climático y el calentamiento global facilitador para
que el clima se tropicalice aún en lugares históricamente de clima templado o
frío, favoreciendo la multiplicación de los vectores y extensión territorial de
estos. Las hembras ovipostoras pican al
hombre para tomar sangre y de tal manera proveer proteínas a su descendencia.
Los huevos depositados en lugares adecuados para su desarrollo hasta la etapa
adulta necesitarán temperatura adecuada, una fuente hídrica y la “tranquilidad”
suficiente para cumplir con su ciclo evolutivo. Hecho lo cual el mosquito
adulto estará en condiciones -la hembra- de renovar el plantel de Aedes para
proseguir con su cometido. Si en su relativamente corto trayecto de vuelo -200
metros- el Aedes encuentra a un hombre con virus circulante -viremia-, al
picarlo e incorporar el virus a su organismo se habrá transformado en un agente
vectorial infectante.
De esta manera, no obstante lo corto del vuelo del mosquito,
se va desplazando en todas direcciones y estableciendo nuevos focos en forma
sucesiva, ayudado por el desplazamiento humano, que no tiene límites,
determinando nuevos brotes epidémicos o una epidemia por su magnitud.
La falencia estratégica en la prevención y lucha sanitaria
se basa por lo tanto en varios condicionantes. Si bien algunos de ellos, como
el cambio climático global, de carácter antropogénico y de difícil pero no
imposible control, otros debieran preverse con ayuda de un sistema de
información geográfica, teniendo en cuenta los desplazamientos espaciales de
las virosis aludidas en los continentes afectados. Amén de ello, la carencia de
una educación sanitaria permanente de las comunidades humanas desde la
infancia, creando hábitos de higiene personal y ambiental del entorno
habitacional, particularmente teniendo en cuenta que se trata de un mosquito
domiciliario y peridomiciliario.
Otro factor a tener en cuenta es el reforzamiento de las
unidades asistenciales periféricas o en lugares de tránsito fronterizo, y
ulteriormente hospitalarias, para la rápida detección de síntomas clínicos por
más solapados que los mismos fueran. Teniendo en cuenta que en dengue existen 4
serotipos y que en este momento circula en el país el serotipo 1, pero en
países vecinos circula el resto de los serotipos, lo que obliga a estar
preparados por si se presentan pacientes con la forma grave de dengue, por
haber sido picado con un serotipo anteriormente y posteriormente por otro
serotipo diferente al anterior. Lo que aumenta la problemática sanitaria y
económica de un país.
Prevenir y luchar contra el dengue, la fiebre chikungunya,
la fiebre zika y otras, demanda una acción conjunta y sostenida en el tiempo de
toda la comunidad, sea ésta civil o gubernamental. Una vez que una patología de
este tipo penetra en una región tardará muchos años en ser erradicada. No se
trata de una lucha angustiante y transitoria. Se trata de una lucha
adecuadamente programada y sostenida por años para tener resultados eficaces.
Caso contrario los resultados serán penosos. (*) Doctor en Medicina (UBA).
Especialista en InfectologIa. Profesor Honorario de Medicina (UBA). AcadEmico
de Medicina (Bs. As.). Prosecretario de la AsociaciOn MEdica Argentina.
Director del Doctorado en Medicina; EspecializaciOn en
InfectologIa; Magister en Medicina Tropical e Higiene; Diplomatura
Universitaria en Salud y Medio Ambiente (UNNE). Tomado de el litoral de ctes ar
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