Cambio climático
complica fragilidad humanitaria del Sur Global
Diego Arguedas Ortiz IPS Mientras el Sur Global se esfuerza
por superar una historia de débil institucionalidad, conflictos armados y
éxodos forzados por la pobreza, origen de sus crisis humanitarias, sus países
deben luchar ahora para que el calentamiento planetario no complique esas
vulnerabilidades.
“La reducción de los riesgos de desastres y la adaptación al
cambio climático en estados frágiles y afectados por conflictos del Sur Global
han sido pasados por alto históricamente y son frecuentemente percibidos como
demasiado complejos o de menor prioridad”, explicó a IPS la experta en
seguridad y cambio climático Janani Vivekananda.
La directora de Ambiente, Cambio Climático y Seguridad de la
no gubernamental International Alert puso como ejemplo a su país, Sri
Lanka, sobre realidades que con sus peculiaridades son comunes en países en
desarrollo que conforman ese Sur Global.
“Dada la frágil situación política allí, tras 25 años de
conflictos que terminaron en mayo del 2009, es crítico asegurar que los
impactos del cambio climático no exacerben dinámicas conflictivas”, afirmó
desde Londres.
Una nación insular, en desarrollo e inestable políticamente
como la suya y otras muchas en el Sur, dijo, verá sus problemas multiplicarse
en un planeta más caliente y con un nivel del mar más alto.
“El cambio climático es el ‘multiplicador de riesgo’ por
excelencia: agravará situaciones que ya son frágiles y puede contribuir a la
convulsión social o incluso a conflictos violentos”, sentencia el informe “A New Climate for
Peace” preparado en 2015 para el Grupo de los Siete (G-7) países más
ricos.
Ese es el reto que enfrentan los gobiernos y organizaciones
que acuden a Estambul para la primera Cumbre
Humanitaria Mundial (CHM), que se celebrará el 23 y 24 de mayo en
Estambul, convocada por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon,
para replantear el enfoque del sistema humanitario global.
En la ciudad turca, los delegados buscarán el camino para
integrar la concepción tradicional de emergencias humanitarias con la irrupción
de otras, comenzando por las rápidas transformaciones del clima mundial, que
este año alcanzó récords de temperatura.
“Es por eso que la iniciativa que nace con la Cumbre
Humanitaria Mundial de rehacer el sistema humanitario es importante”, explicó
Vivekananda.
Acuerdos climáticos y derechos humanos
El Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) estima
que el planeta se calentará hasta en cuatro grados centígrados para el año
2100, si la humanidad mantiene el ritmo actual de emisiones de gases de efecto
invernadero.
Incluso llegando al “límite seguro” de 1,5 o dos grados
pactado en diciembre en el Acuerdo
de París, los efectos serían sentidos en todo el orbe, según el IPCC, que
acordó en abril preparar un informe detallado sobre los impactos de un
calentamiento en un 1,5 grados.
El histórico acuerdo climático es una de las piedras
angulares con que contarán las delegaciones nacionales que lleguen a Estambul,
junto con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, establecida en
septiembre, y el Marco de Acción Sendai para la Reducción de Desastres,
acordado en marzo de 2015.
En 2015, los desplazamientos internos, forzados por eventos
relacionados con fenómenos climáticos sobrepasaron a nivel mundial los
provocados por eventos geofísicos. Crédito: Crédito: Reporte 2016 de IDMC
“Todavía hace falta reconocer los vínculos entre diferentes
tipos de riesgos y vulnerabilidades”, dijo Vivekanada en torno a la aún no
formalizada conexión entre esos dos acuerdos y la CHM.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados
dentro de la Agenda 2030 resultan fundamentales para comprender la relación
entre cambio climático y atención humanitaria.
El reporte para el G-7 expone que los países más pobres y
con sistemas políticos frágiles -como Iraq, la República Democrática del Congo
o Haití- son las que corren más riesgo y tendrán más dificultades para
adaptarse al cambio climático.
La presión climática puede trastornar la producción
alimenticia o exige atención extra por parte de gobiernos locales diezmados. En
situaciones extremas, estos fenómenos pueden obligar a migración forzada.
Según el Informe Global 2016 sobre Desplazamientos Internos,
publicado este mes por el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (IDMC,
en inglés) en 2015 hubo más personas desplazadas por desastres naturales
relacionados con fenómenos hidrometeorológicos (14,7 millones) que por
conflictos o violencia (8,5 millones).
El reporte también destacó el impacto del fenómeno
meteorológico El Niño Oscilación Sur (ENOS) y señaló que para las personas más
expuestas y vulnerables a lluvias y temperaturas extremas, “sus efectos han sido
devastadores y han provocado desplazamientos”.
Por ejemplo, El Niño provocó una intensa sequía en la costa
pacífica centroamericana y en particular en el llamado Corredor Seco
Centroamericano, una franja árida de bosques donde predomina la agricultura familiar
de subsistencia y donde en la estación húmeda las precipitaciones llegan a
disminuir entre 40 y 60 por ciento.
“Cientos de personas de Nicaragua se vieron obligadas a
desplazarse fuera de las fronteras de Nicaragua por motivos de la sequía”,
explicó a IPS el costarricense Juan Carlos Méndez, de laComisión Nacional de Prevención de
Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) de su país.
Como funcionario de la CNE, Méndez también actúa como asesor
para la Iniciativa Nansen, un esfuerzo internacional para crear mecanismos de
atención de desplazamientos transfronterizos por desastres naturales y el
cambio climático.
“Aquí es donde nos encontramos los mayores retos políticos y
técnicos. Uno puede ligar claramente el desplazamiento con un desastre natural
como un terremoto o un huracán, pero ahora tenemos que ligarlo a temas de
cambio climático”, apuntó el experto.
En parte por esto, Costa Rica y otros 17 países lanzaron en
febrero de 2015 el Compromiso de Ginebra para los Derechos Humanos en la Acción
Climática que pretendía empapar las negociaciones climáticas con
principios de derechos humanos.
En la versión final del Acuerdo de París, el concepto se
incluyó como uno de los principios que guiarán su implementación.
Los cruces entre cambio climático, impactos humanitarios y
cumbres internacionales no son nuevos, pero sí crecientes.
En noviembre de 2013, las negociaciones climáticas de la 19
Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático,
realizada en Varsovia, tuvieron como telón de fondo la devastación que dejó
casi en paralelo el súper tifón Haiyan en el sudeste asiático y en particular
en Filipinas.
Con 6.300 víctimas mortales, el impacto humano del ciclón
tropical intensificó las negociaciones en la capital polaca y condujo hacia la
creación de un mecanismo para lidiar con daños y pérdidas asociadas al cambio
climático.
Un estudio científico publicado en enero de este año
demostró que Filipinas tendrá el mayor incremento anual de nivel del mar del
orbe, 14,7 milímetros por año, cerca de cinco veces el promedio mundial.
“Por esto es urgente que Filipinas potencie sus esfuerzos en
preparación para atender desastres particularmente en comunidades con alto
riesgo de desastres y alta incidencia de pobreza”, dijo a IPS la activista Ivy
Marian Panganiban, del Caucus
de Redes de Organizaciones para el Desarrollo (CODE-NGO en inglés).
Junto a otras seis instituciones filipinas, esa organización
impulsa una respuesta humanitaria centrada en el nivel local y espera
lineamientos de Estambul en esta dirección.
Estas organizaciones no gubernamentales “deberían ser
capacitadas y estar involucradas en el proceso de gobernanza, dado que están en
primera línea junto a personas afectadas por desastres”, explicó desde Manila. Fuente
original: http://www.ipsnoticias.net/2016/05/cambio-climatico-complica-fragilidad-humanitaria-del-sur-global/ - ENVIADO EN RED FOROBA
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