La principal mina a cielo abierto de la Argentina prepara su
cierre
Evalúan abandonar la actividad a finales del año que viene;
para la empresa, la vida útil de la explotación llegó a su fin; con su
levantamiento, se podrán medir los efectos ambientales Gabriela
Origlia
Foto: Diego Lima
HUALFIN, Catamarca.- El principal yacimiento a cielo abierto
del país, Bajo de la Alumbrera, prepara su cierre para finales del año próximo
y acelera el plan de remediación previsto en la concesión. Es la primera vez,
en una explotaciónde este tipo, que los argentinos podrán ver cómo queda la
zona en donde se trabajó y cuáles son las consecuencias de la actividad. El
cierre -como toda la operación- no está exento de controversia.
Desde la compañía calculan que el plan, a partir del cese de
la explotación, demandará unos cinco años, a los que seguirá un monitoreo de
una década. La inversión, que incluye las indemnizaciones a los 1900 empleados,
rondaría, a valores de hoy, los 2000 millones de pesos.
En la explotación, que ocupa 1400 hectáreas ubicadas en la zona
previa a la sierra del Aconquija, hay montañas de material desechado, un
socavón de 500 metros de profundidad por 1700 de diámetro y un dique de cola
-donde se retienen los materiales sólidos que son descartados-.
Se cubrirán todas las áreas afectadas con una capa de
material "benigno" y se las "revegetará con especies
nativas". El objetivo es que los desechos no entren en contacto con el
agua y el aire, para evitar la contaminación.
La empresa usa un promedio de 2,7 millones de litros de agua
por segundo que extrae del acuífero catamarqueño Campo del Arenal.
Es la explotación de cobre, oro y molibdeno a cielo abierto
más importante del país y opera hace casi 20 años. A diario, extrae 300.000
toneladas de material estéril, de los que obtiene 100.000 de minerales.
La empresa -que además del yacimiento Bajo de la Alumbrera,
trabaja desde hace unos meses Bajo el Durazno- es operada por la firma suiza
Glencore (50% de las acciones), y las canadienses Goldcorp (37,5%) y Yamana
Gold (12,5%).
Los derechos de exploración y explotación son de Yacimientos
Mineros de Aguas de Dionisio (YMAD), una sociedad interestadual integrada por
el gobierno de Catamarca (60%) y la Universidad Nacional de Tucumán (40%). Y
percibe 20% del producido neto de Bajo de la Alumbrera y 30% del de Bajo del
Durazno.
El gerente de Relaciones Institucionales de Minera
Alumbrera, Jorge Montaldi, indicó a LA NACION que el yacimiento está llegando
al final de su vida útil y aunque se proyectaba el cierre para fines del 2017,
la eliminación de retenciones para la minería y la mejora del tipo de cambio
tuvieron un "efecto positivo en la estructura de costos", por lo que
evalúan una extensión del período.
La minera enfrenta denuncias y causas penales por presunta
contaminación en Santiago del Estero, Catamarca y Tucumán, además de una
investigación en la justicia federal de Rosario por supuesto tráfico documental
y contrabando de minerales.
Desde hace años, los vecinos de Andalgalá y Santa María del
Valle, localidades ubicadas a unos 50 kilómetros del yacimiento, reclaman por
el impacto que tendría la explotación en el aire y el agua, y sus efectos sobre
la salud humana. Unas 30 familias de Vis-Vis, un pueblo ubicado a dos
kilómetros del paredón del dique de cola, abandonaron el lugar y algunos
demandaron por daños de contaminación y destrucción de sembradíos y ganado.
Sergio Martínez, integrante de la asamblea de Andalgalá
admitió a LA NACION que en 1995, cuando comenzó la construcción de la
Alumbrera, "aplaudíamos, pensábamos que era una suerte de reparación
histórica para estos lugares. Advertimos que estamos igual, pero contaminados,
con gente forzada a la migración, enfermos y producciones alteradas".
Los asambleístas reclaman la "participación de la
comunidad" en audiencias públicas. "Fuimos a la Corte Suprema porque
acá se nos niega hasta el acceso a la Justicia". Martínez se refiere al
fallo de marzo pasado que hizo lugar al recurso de queja que presentaron en
2012 para frenar las actividades en el yacimiento Agua Rica.
Socio y controlante
Los controles sobre las operaciones están a cargo,
exclusivamente, del gobierno catamarqueño que participa de la explotación en
YMAD. Rodolfo Micone, secretario de Minería provincial, dijo a LA NACION que
ese esquema no interfiere porque el Ejecutivo audita su área a través de la
Dirección Provincial de Gestión Ambiental Minera. "Es totalmente
independiente de la conducción de la sociedad", señaló. Agregó que, en el
marco legal vigente, se iniciaron varios sumarios administrativos, se
procesaron algunos y otros están en la etapa de evaluación y "pronta"
resolución. Enfatizó que la provincia "suspendió proyectos mineros en
producción por incumplimientos ambientales".
El fiscal de Cámara de Tucumán, Gustavo Gómez, lleva
adelante distintas causas por supuesta contaminación de la Alumbrera, entre
ellas una por la composición y niveles de metales hallados en los afluentes que
la minera desecha en el canal DP2 de Tucumán y que desembocan en el embalse de
las Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero. En diálogo con LA NACION,
indicó que las auditorías son insuficientes y que en Tucumán se dictan
resoluciones administrativas más elásticas que las nacionales sobre los
parámetros de contaminación.
Fredy Carbonell, de la ONG tucumana ProEco -querellante en
una causa desde 2010-, apuntó: "Los
gobiernos no pueden controlar la
extracción de áridos, imagínese una mina".
Respecto de la remediación, Gómez sostuvo que "terminarán
haciéndose cargo" los socios de YMAD "en función de una cláusula
secreta firmada en Nueva York" a la que comparó con la que rige en el
acuerdo de Chevron. Montaldi rechazó de plano su existencia.
Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de
Empresarios Mineros (CAEM), planteó que las acciones deben permitir "una
restauración socioambiental de las áreas utilizadas para que el terreno tenga
condiciones similares a las previas al desarrollo de la actividad" y
recordó que las mineras tienen el "compromiso de monitorear en el
poscierre todos los elementos de la naturaleza para constatar su estabilidad
física y química".
Karina Martineli, miembro de la asamblea Santa María del
Valle, reclamó la participación de la comunidad en el plan de cierre: "Todo
se maneja como si no hubiera gente; no hay datos, no hay información".
Cómo es la instalación que lleva más de 20 años
Foto: LA NACION / Diego Lima
Extensión
La minera ocupa unas 1400 hectáreas en la zona previa a la
sierra del Aconquija, en Catamarca
Escombreras de estériles
Se extraen 300.000 toneladas diarias. De ésas, 100.000 son
minerales
Planta concentradora
Aquí, se procesan los minerales para producir el concentrado
de cobre y el oro doré
Tanques de depósito de concentrado
El mineral procesado es bombeado al ducto que lo lleva hasta
Tucumán
Dique de cola
Es la estructura diseñada para retener materiales sólidos
desechados. Tiene unas 800 hectáreas
Campamento de construcción
Se usó cuando se
levantó la mina. Trabajaron unas 5000 personas - tomado de la nación de ar
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