Animales muertos, electrodomésticos y malos olores: así está
hoy el río Reconquista, casi tan contaminado como el Riachuelo
Vecinos de zona norte armaron un plan piloto y juntan firmas
para que la provincia declare la emergencia ambiental en la cuenca, donde vive
el 13% de los argentinos; cuáles son las urgencias y las áreas más vulnerables;
la opinión de la gobernación
Valeria Vera Los
vecinos de la cuenca piden que se declare la emergencia ambiental. Foto:
ProyectAR
oy vecina de Tigre y estoy muy preocupada y consternada
por la contaminación del Reconquista. Mi hija practica remo y, como muchos
vecinos, intentamos disfrutar del río, pero nos cruzamos con basura, bolsas y
heladeras flotando, animales muertos y olores nauseabundos (...) Entonces, me
pregunto...¿Hasta cuándo toleramos lo que evitamos? A lo largo del río viven
millones de personas en asentamientos donde las enfermedades se ven todos los
días. ¿Eso es vida? (...) Junto a los vecinos trabajamos hace más de un año
para revertir la situación. (...) Vamos, paso a paso, por un
río limpio, como
tiene que ser.
Carolina Casares, autora de la carta online y
una de las principales impulsoras deProyectAR Tigre, una ONG que busca sanear la segunda
cuenca más contaminada de la Argentina después de la del Riachuelo, no esconde
el propósito que la llevó a decir "basta" y pedir ayuda. "Con la
firma de muchos lograremos generar conciencia para que el gobierno de la
provincia declare la emergencia ambiental del Río Reconquista", enfatiza
la propuesta difundida hace algunas semanas y que trae a la conversación conLA
NACION cada vez que expone el drama actual de la cuenca, que recorre
167.000 hectáreas y 82 kilómetros, y atraviesa 18 municipios bonaerenses.
Tanto para ella como para la mayoría de los afectados, la
postal ribereña, lejos de limpiarse, acumula en demasía la basura que arrojan
al río unas 12.000 industrias instaladas (algo que se agudizó cuando comenzó el
saneamiento del Riachuelo), como si se tratara de un depósito natural de los
desechos en un territorio habitado por el 13 % de los argentinos. Esta
realidad, sumada a la falta de agua potable y de cloacas, a los riesgos que
acarrea para la salud, y a la ausencia de control y monitoreo constantes, ponen
sobre el tapete la urgencia de ocuparse.
Una deuda ambiental de larga data
Según informes técnicos y ambientales, los habitantes de la
cuenca estuvieron desde siempre expuestos a las sorpresas climáticas: los
registros de inundaciones datan desde el siglo XIX y siguen hasta el presente.
Sin embargo, sería un error atribuirle a la naturaleza la responsabilidad
entera de lo que ocurre en el Reconquista, cuando las malas acciones y
decisiones tomadas en un pasado cercano la convirtieron en víctima.
El crecimiento de viviendas fue explosivo y desordenado,
especialmente en Tres de Febrero, General San Martín, Vicente López, San
Isidro, Morón, Hurlingham y Tigre, los partidos más densamente poblados de la
cuenca. En los primeros -que coinciden con el área crítica- las familias viven
en asentamientos precarios, linderos a terrenos inundables o adyacentes a las
márgenes del Reconquista y sus afluentes.
La cuenca del Río
Reconquista atraviesa 18 municipios bonaerenses.
El panorama se agrava al detectar que el 40% no tiene agua
potable de red y el 63% no está conectado a la red de cloacas, lo que implica
que el 90% de los efluentes no recibe tratamientos de depuración previo y se
vuelca crudo al agua. Además, las obras en marcha alcanzan a cubrir sólo el 30%
de las necesidades.
Pero el mayor impacto ambiental viene dado por la
acumulación descontrolada de basura. En la actualidad, 18 municipios
bonaerenses y la ciudad autónoma de Buenos Aires entierran sus residuos en Campo
de Mayo, lo que representa 11.000 toneladas por día y 340.000 toneladas al mes.
Es decir, como la cancha de River cubierta de suciedad cada dos días. Se estima
también la existencia de unos 25 depósitos de residuos a cielo abierto.
Expresiones del estilo: «Le pegué a una vaca muerta»; «nos
chocamos con un balde de pintura, con una mesa y una heladera» o «se me trabó
el remo con un caballo hundido», por citar algunas, reflejan parte de los
"obstáculos" que sortean los deportistas (muchos de ellos olímpicos)
durante los entrenamientos. El grueso de los residentes se topa con eso los 365
días, las 24 horas, con calor y frío, lluvia y sol, y bajo condiciones
inhóspitas.
La combinación de estos factores conlleva riesgos para la
salud, provocados por la alta presencia de metales pesados (cromo, cobre, zinc,
cadmio y plomo) y el uso excesivo de pesticidas, y enfermedades de transmisión
hídrica (hepatitis, diarreas y parasitosis), además de mordeduras de ratas y
picaduras de víboras en aumento, de acuerdo con partes médicos de salas de
primeros auxilios y centros sanitarios a los que este medio tuvo acceso.
El plan piloto para
salvar al río
Hace unos meses, con drones, fotos y cámaras de video en
mano, pero especialmente a partir de relatos de pobladores, empresarios de la
zona norte y miembros de ProyectAR recorrieron a fondo la cuenca y diseñaron un
plan de acción a medida para atacar los problemas de base. "Los
testimonios de lo que está pasando son impresionantes. No se hizo nada en el
gobierno anterior y el tema es prioritario", advierte Eduardo Regondi,
presidente de la ONG, en diálogo con este medio. Enseguida, refuerza: "Hay
chicos con mordeduras de ratas y adultos con picaduras de víboras. Tampoco
faltan los camiones clandestinos que tiran la basura por las noches. Sin dudas,
es una gran negocio". Se calcula que más de 3000 vehículos descargan sus
residuos en el agua.
Unas 12.000 industrias instaladas en la zona arrojan sus
desechos al Reconquista. Foto: ProyectAR
"No nos podemos olvidar del entorno. Nadie habla de
educación o de reciclado"
En ese contexto, que arrastra una herencia de décadas, la
iniciativa contempla un año de trabajo sostenido y una etapa de mantenimiento
con "policías locales", o ciudadanos que supervisen y cuiden el
lugar.
"Nos metimos en las villas para conocer su realidad.
Queremos involucrarlos, ver qué necesitan y escucharlos. Muchos viven como
chanchos y quieren estar bien", relata Casares, al detallar que parte de
la estrategia incluirá talleres organizados por el líder comunitario Daniel
Cerezo, criado en La Cava y hoy director de Hacer
Creer, una empresa
B (una nueva clase de compañía que utiliza el poder del mercado para
solucionar problemas sociales y ambientales). Regondi profundiza en la
filosofía que hay detrás de la tarea: "No creemos en la palabra inclusión,
sino en la integración social. A la gente no tenés que decirle: «Vení que te
incluyo en lo mío». ¿Por qué? «¿Dónde está escrito que lo mío es tuyo?» No nos
podemos olvidar del entorno. Nadie habla de educación o de reciclado como
ejes".
El proyecto se encuentra todavía en la antesala de lo que
suele llamarse "prueba piloto", es decir, aplicable a una porción y a
unidades medibles, para después extenderlo al resto del territorio. "Es
apasionante lo que se puede llegar a lograr, pero aún no hay algo
sinérgico", plantean ante el desafío integral (político, social, educativo
y ambiental) que tienen por delante, y que costará esfuerzo, tiempo, dinero y
coordinación con la provincia.
¿Vacío legal?
Existieron numerosos intentos por ordenar el espacio y
reducir los efectos de las inundaciones, incluso antes de la fundación de las
ciudades: hubo ordenanzas reales de España que indicaban
levantar las cuencas
en sitios elevados.
Sin ir más lejos, en noviembre de 2006, por Decreto 3002/06,
el gobierno bonaerense aprobó un Programa de Saneamiento Ambiental de la Cuenca,
mediante el cual elComité
de Cuenca del Río Reconquista (Comirec) se convertía en el encargado
de planificar y ejecutar el proyecto.
Cientos de familias viven en asentamientos precarios,
linderos a terrenos inundables. Foto: ProyectAR
Ocho años después, un programa con el Banco de Desarrollo
Interamericano (BID), aprobado en julio de 2014 y firmado en diciembre de ese
mismo año, permitiría saldar muchas de las deudas mencionadas.
No obstante, los pocos avances, los bajos recursos y la
falta de aplicación de normas existentes potenciaron las demandas de la cuenca,
y la necesidad de implementar políticas adecuadas se exacerbó en los últimos
años.
"Con la convocatoria en Change, que entendemos como el
primer paso, buscamos darle una herramienta a los funcionarios, que recibieron
una provincia en llamas. Es un centro para que cabeceen y tomen nota, y así
poder trabajar en conjunto", concluye Regondi.
Qué dice la provincia
Pese a no haberse definido en torno al pedido de declaración
de emergencia reclamado por los vecinos, la administración de María Eugenia Vidal se
muestra consciente de la realidad del Reconquista, que entiende como "un
territorio complejo y fuertemente impactado por diversos problemas
socioambientales".
"La necesidad de implementar políticas adecuadas
se exacerbó en los últimos años"
"Se aprecian altos niveles de contaminación del agua,
originada principalmente por efluentes urbanos (cloacales sin tratamiento) e
industriales, que cuentan en general con muy bajo nivel de tratamiento de
efluentes líquidos. La generación de basurales en distintos sitios de la cuenca
contribuye también a la contaminación del agua", confirmaron a LA
NACION fuentes de la gobernación al describir la problemática.
Como parte del paquete de soluciones, según recordaron, la
provincia solicitó el apoyo al BID para recuperar al río, pero en ese sentido
no hubo novedades recientes. En paralelo, retomaron y promueven un nuevo
programa de saneamiento ambiental, ejecutado por el
Comirec y el Ministerio de Infraestructura bonaerense, que en la
actualidad se traduce en estudios y proyectos para obras piloto en las áreas
más vulnerables de la cuenca. TOMADO DE LA NACION DE AR
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