Semana de la
lactancia: los 10 beneficios de amamantar para las madres y sus hijos
Además de reforzar el vínculo, la leche materna aporta los
nutrientes necesarios y es clave en la
prevención de enfermedades crónicas
La Semana de la Lactancia se lleva a cabo en más de 100
países del mundo para concientizar sobre los beneficios en madres e hijos.
Foto: LA NACION / Fernando Massobrio
Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la
Lactancia Materna, destinada a fomentar la lactancia y a mejorar la salud de
los bebes. Instaurada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y Unicef en 1992, busca concientizar a las familias sobre la importancia
de amamantar, por los beneficios que existen tanto para el bebé como para la
madre. Este año, el lema de la Semana Mundial de Lactancia Materna es
"Lactancia Materna: clave para el desarrollo sostenible". Esto
significa que satisface las necesidades del presente sin comprometer las
capacidades de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades. En
este sentido, la lactancia es clave, ya que no sólo satisface los
requerimientos nutricionales del niño, sino que también garantiza la seguridad
alimentaria, la obtención de suficiente alimento para mantener una vida
productiva y saludable, hoy y en el futuro.
La OMS recomienda alimentar al bebe exclusivamente con leche
materna durante los primeros seis meses. Foto: LA NACION / Martín Lucesole
La leche materna es el alimento ideal para cualquier bebe.
Al darle la teta, no solo se estimula el vínculo madre-hijo, sino que además,
se aportan los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable. En este
sentido, la OMS recomienda alimentar al bebe exclusivamente con leche materna
durante los primeros seis meses.
Luego se aconseja incorporar progresivamente diferentes alimentos
acordes a las nuevas necesidades del bebé, complementando la lactancia materna
hasta los dos años inclusive.
Beneficios para la
madre
La lactancia materna, además de los beneficios relacionados
con la promoción del vínculo madre-hijo y la interacción entre ambos es la más
efectiva, natural, sencilla, y económica forma de prevención y disminución de
la severidad de las enfermedades respiratorias más frecuentes en la niñez. Ayuda
a las mamás a recuperar el peso anterior al embarazo; se ahorra tiempo, dinero
y trabajo; se disminuye el riesgo de contraer cáncer de ovarios y mamas. Un
número cada vez mayor de estudios demuestran que la lactancia materna tiene,
tanto a corto como a largo plazo, efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular
materno, pues actúa sobre factores de riesgo, tales como el nivel de lípidos,
la obesidad, la presión arterial, la insulina y los niveles de glucosa.
Beneficios para el
bebe
Con respecto al bebe, la lactancia proporciona toda la
energía y nutrientes que necesita; asegura un óptimo desarrollo y crecimiento;
ayuda a prevenir enfermedades, sobre todo durante los primeros meses, como
infecciones respiratorias, otitis, diarreas y enfermedades futuras, como
alergias y obesidad. La leche materna es, por excelencia, el alimento más
completo para el recién nacido dado que le asegura un óptimo desarrollo
psicológico, nutricional, hormonal e inmunológico. Está demostrado que la leche
humana contiene más de 370 componentes específicos y nutrientes que disminuyen
los riesgos de contraer ciertas enfermedades o infecciones tales como: síndrome
de muerte súbita, obesidad infantil, diabetes, problemas digestivos,
deficiencia cognitiva, cáncer, infecciones en las vías urinarias, diarrea, enfermedades
respiratorias y cardiovasculares. Uno de los anticuerpos más importantes es la
inmunoglobulina A (IgA) , que es sintetizada y almacenada en el pecho. Su
función es recubrir las superficies mucosas del aparato digestivo del bebé para
impedir la entrada de bacterias patógenas y enterovirus. También brinda
protección contra la escherichia coli, salmonella, estreptococo, estafilococo,
neumococo, el poliovirus y el rotavirus. La leche materna es segura e
higiénica, tiene la temperatura adecuada y se digiere más fácilmente que
cualquier otra leche o alimento. Además, reduce drásticamente la predisposición
a enfermedades respiratorias agudas, previene alergias, diabetes, protege de la
obesidad infantil, favorece el correcto desarrollo de la mandíbula, los dientes
y el habla, y por sobre todas las cosas, desarrolla un fuerte vínculo entre
madre-hijo. Según un informe de la Sociedad Argentina de Pediatría, la
lactancia materna reduce en un 50% el riesgo de hospitalización y muerte por
enfermedades respiratorias. Es importante agregar que, en neonatos y lactantes,
disminuye el riesgo de desarrollo de bronquiolitis (infecciones virales) y
neumonía (infecciones bacterianas), y disminuye también la severidad de estos
cuadros en los niños que los presentan, habiendo sido amamantados durante los
primeros seis meses de vida. Este efecto se manifiesta también en los
prematuros, que son proclives a cuadros de mayor severidad.
En etapas más tardías del desarrollo, la lactancia se asocia
con un mayor crecimiento de los pulmones y las vías respiratorias, y esto se
mantiene aún en niños que presentan rasgos hereditarios para enfermedades
respiratorias como el asma. Incluso en niños con una patología respiratoria
crónica severa, como la fibrosis quística, lalactancia materna disminuye el
número de infecciones en su evolución.
Fuentes: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; Dr. Fernando
Burgos (MN° 81759), jefe de Pediatría Ambulatoria del Hospital Universitario
Austral; Dra. Ana María Balanzat (MN 47523) de la Asociación Argentina de
Medicina Respiratoria.tomado de LA NACION de ar
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