Hoy es el día de los Parques Nacionales argentinos, 6 de noviembre. No me canso de decir que entre las glorias de nuestra nación, están sus parques nacionales. Su organización es temprana y vigorosa, clara en cuanto a sus objetivos y sólida en su formación a través de una Ley Nacional que es como un férreo cimiento.
Se lo recuerda este día porque la “piedra de toque” fue la donación de tierras por parte de un ilustre y entregado Francisco Pascacio Moreno, a quiénes todos llamamos el “Perito”, por su título de “perito en límites” (con Chile), con el que había ganado tierras que más tarde decidió donar, para el establecer el primero de los parques nacionales argentinos (Nahuel Huapi). Quiero aclarar que estaba lleno de hijos y de deudas y murió en un lecho de privaciones.Basta ver el edificio histórico de la administración central de los parques nacionales, en la calle Santa Fe y frente a la Plaza San Martín de la ciudad de Buenos Aires, revisar la distribución de sus áreas en el territorio, sus dimensiones e infraestructura para facilitar las visitas del público argentino y también extranjero y, sobre todo, su preclara función de preservación del patrimonio natural y cultural; para entender por qué son una Gloria de la Argentina.
Uno de esos extraños rincones de la administración pública donde, a pesar de todo, no dejó de existir una Política de Estado, que no dudo se debe a la claridad y fortaleza impresa en la hora inicial.
En este día saludo y felicito a todos los guardaparques, hombres y mujeres que llevan una vida de entrega, sacrificio y privaciones, pero que también gozan cada mañana del privilegio inmanente de despertar junto al canto de aves que habitan las partes más vírgenes y hermosas del país. También a los directivos y funcionarios de la institución, profesores, científicos, brigadistas y personal de mantenimiento, cuya tarea debe seguir bien alta y cada vez más sólida, honrando la decisión cristalizada un 6 de noviembre de 1903.
Foto: Elegí al huemul (Hippocamelus bisulcus), porque encarna el legado del Perito Moreno, habitante de aquel teatro de operaciones y que los argentinos no conoceríamos de no ser por los parques nacionales...
Tomado de face de anibal parera
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