Se registra uno de los mayores agujeros de ozono en la Antártida de la última década
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
foto Visualización en septiembre de 2019. Los colores púrpura y azul muestran las áreas de mayor reducción de la
El
fenómeno, que ocurre cada año, en el actual alcanzó grandes proporciones debido
a temperaturas muy bajas.
Este
fenómeno, que ocurre cada año, en el actual alcanzó grandes proporciones debido
a temperaturas muy bajas en el hemisferio sur. Mientras tanto, en el hemisferio
norte, lluvias y deslizamientos sin precedentes, posiblemente intensificadas
por el cambio climático, arrasaron con vidas e infraestructura en Francia e
Italia.
El
agujero de ozono que se abre anualmente sobre la Antártida ha alcanzado su pico
en 2020 y es uno de los más grandes y profundos de los últimos años, anunció la
Organización Meteorológica Mundial (OMM) el pasado 29 de septiembre.
foto vortice polar
Este año, el fenómeno creció rápidamente desde mediados de agosto y alcanzó un máximo de alrededor de 24 millones de kilómetros cuadrados a principios de octubre. Ahora cubre 23 millones de km2, un tamaño por encima del promedio de la última década, y se extiende a la mayor parte del continente antártico.
La
portavoz de la OMM en Ginebra, Claire Nullis, explicó a los periodistas que el
gran agujero de ozono en 2020 ha sido impulsado por un vórtice polar (*) fuerte, estable y frío, que mantuvo la
temperatura de la capa de ozono sobre la Antártida constantemente fría.
“El
aire ha estado por debajo de -78 grados centígrados y esta es la temperatura
que se necesita para formar nubes estratosféricas. Es un proceso bastante
complejo, pero básicamente, el hielo en estas nubes desencadena una reacción
que luego puede destruir la capa de ozono. Entonces, es por eso por lo que
estamos viendo un gran agujero”, dijo Nullis .
Las
nubes estratosféricas polares contienen cristales de hielo que pueden convertir
compuestos no reactivos en reactivos, y que destruyen rápidamente el ozono, a
través de reacciones químicas con la luz del sol. Esta interrelación de las
nubes polares y la radiación solar es la razón principal por la que el agujero
de ozono solo se ve a fines del invierno o principios de la primavera.
Durante
la temporada de primavera del hemisferio sur (agosto-octubre), el agujero de
ozono sobre la Antártida aumenta de tamaño, alcanzando un máximo entre mediados
de septiembre y mediados de octubre. Cuando las temperaturas en la atmósfera
(estratosfera) comienzan a subir a fines de la primavera del hemisferio sur, el
agotamiento del ozono se ralentiza, el vórtice polar se debilita y finalmente
se descompone, y para fines de diciembre los niveles de ozono han vuelto a la
normalidad.
La recuperación de la capa de ozono
La
OMM trabaja en estrecha colaboración con el Servicio de Monitoreo Atmosférico
de Copernicus, la NASA, Environment and Climate Change Canada y otros socios
para monitorear la capa de ozono de la Tierra, que protege a los seres vivos de
los dañinos rayos ultravioleta del sol.
“Existe
una gran variabilidad en la medida en que se desarrollan los eventos del
agujero de ozono cada año. El agujero de ozono de 2020 se parece al de 2018,
que también fue un agujero grande, y definitivamente está entre los más grandes
de los últimos quince años”, explicó en un comunicado Vincent-Henri Peuch,
director del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus.
“Después
del agujero de ozono inusualmente pequeño y de corta duración en 2019, que fue
impulsado por condiciones meteorológicas especiales, estamos registrando uno
bastante grande nuevamente este año, lo que confirma que debemos continuar
aplicando el Protocolo de Montreal, que prohíbe las emisiones de sustancias
químicas que agotan la capa de ozono", apuntó. Desde la prohibición de los
halocarbonos, la capa de ozono se ha ido recuperando lentamente
“El
Protocolo es uno de los tratados ambientales exitosos más efectivos de todos
los tiempos. Sin embargo, no podemos ser complacientes”, advirtió Clare Nullis
de la OMM.
La
última Evaluación científica del agotamiento del ozono de la OMM y el Programa
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, publicada en 2018, concluyó que
la capa de ozono está en vías de recuperación y es posible que retorne a los
niveles sobre la Antártida de 1980 para el 2060.
(*) El
vórtice polar es un ciclón persistente a gran escala situado cerca de las
zonas polares terrestres, y se ubican en la media y alta troposfera y la estratosfera.
Envuelve las altas presiones polares y forma parte del frente polar. El vórtice
es más potente en el invierno hemisférico, cuando el gradiente térmico es más
escarpado, y disminuye o desaparece en verano.
https://news.un.org/es/audio/2020/10/1481892?jwsource=cl
FUENTE:
OMM Organización Meteorológica Mundial
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes fueron tomadas de la Web
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