Estudio asegura que antenas celulares emiten casi quince veces menos radiación que la norma exigida
El Dictuc realizó 450 mediciones en las quince capitales regionales, por encargo de Atelmo. El punto con la emisión más alta está lejos de aquellos que pueden provocar algún daño a las personas.
Para refutar que las antenas de telefonía celular pueden causar daño a la salud debido a la radiación de las ondas electromagnéticas que emiten, la Asociación de Telefonía Móvil encargó al Dictuc —filial de la UC— un estudio para medir la situación en nuestro país.
Y tras realizar 450 mediciones en las quince capitales regionales, concluyó que la densidad promedio de la potencia radioeléctrica —medida de la radiación, en microwatts (µW) por cm2— de las antenas celulares alcanzó los 0,07 µW/cm2, casi quince veces menos que la norma exigida para antenas cercanas a hospitales, establecimientos educacionales y otros lugares sensibles —de 10 0,07 µW/cm2—, y casi 140 veces menor a la exigida en espacios exteriores normales, de 100 µW/cm2.
El subgerente del área de servicios eléctricos del Dictuc y responsable del estudio, Diego Veas, señaló que en el interior de recintos el resultado puede ser de cien a mil veces menor aún, por la separación del exterior.
El punto más alto encontrado en el estudio es la esquina de Las Condes con la calle La Trilla en Santiago, debido a la baja altura de las antenas del lugar. Pero, explicó el experto, los niveles de radiación donde se puede esperar algún tipo de daño a las personas son mucho mayores.
El Dictuc también comparó la norma de radiación de antenas en Chile en relación a otros países. Al tomar 34 países OCDE y otros 22 del resto del mundo, nuestro país quedó como el tercero más exigente, sólo detrás de Luxemburgo (2,39 µW/cm2) y Suiza (4,2 µW/cm2), mientras que el siguiente sudamericano en la lista es Perú, con 217 µW/cm2.
El promedio nacional de 10 µW/cm2 cerca de lugares sensibles y 100 µW/cm2 normal se diferencia de la media general de la mayor parte de los países, que exigen —según recomendaciones de la International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection (INCIRP) y el Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE)— una densidad de potencia de 435 µW/cm2 en la la banda de frecuencia entre 870 MHz y 900 MHz, y 1000 µW/cm2 en la banda entre 1.900 MHz y 2.000 MHz, ambas las destinadas a la telefonía móvil.
Tomado de la segunda online, enviada sugerencia de lectura en boletín GAL
El Dictuc realizó 450 mediciones en las quince capitales regionales, por encargo de Atelmo. El punto con la emisión más alta está lejos de aquellos que pueden provocar algún daño a las personas.
Para refutar que las antenas de telefonía celular pueden causar daño a la salud debido a la radiación de las ondas electromagnéticas que emiten, la Asociación de Telefonía Móvil encargó al Dictuc —filial de la UC— un estudio para medir la situación en nuestro país.
Y tras realizar 450 mediciones en las quince capitales regionales, concluyó que la densidad promedio de la potencia radioeléctrica —medida de la radiación, en microwatts (µW) por cm2— de las antenas celulares alcanzó los 0,07 µW/cm2, casi quince veces menos que la norma exigida para antenas cercanas a hospitales, establecimientos educacionales y otros lugares sensibles —de 10 0,07 µW/cm2—, y casi 140 veces menor a la exigida en espacios exteriores normales, de 100 µW/cm2.
El subgerente del área de servicios eléctricos del Dictuc y responsable del estudio, Diego Veas, señaló que en el interior de recintos el resultado puede ser de cien a mil veces menor aún, por la separación del exterior.
El punto más alto encontrado en el estudio es la esquina de Las Condes con la calle La Trilla en Santiago, debido a la baja altura de las antenas del lugar. Pero, explicó el experto, los niveles de radiación donde se puede esperar algún tipo de daño a las personas son mucho mayores.
El Dictuc también comparó la norma de radiación de antenas en Chile en relación a otros países. Al tomar 34 países OCDE y otros 22 del resto del mundo, nuestro país quedó como el tercero más exigente, sólo detrás de Luxemburgo (2,39 µW/cm2) y Suiza (4,2 µW/cm2), mientras que el siguiente sudamericano en la lista es Perú, con 217 µW/cm2.
El promedio nacional de 10 µW/cm2 cerca de lugares sensibles y 100 µW/cm2 normal se diferencia de la media general de la mayor parte de los países, que exigen —según recomendaciones de la International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection (INCIRP) y el Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE)— una densidad de potencia de 435 µW/cm2 en la la banda de frecuencia entre 870 MHz y 900 MHz, y 1000 µW/cm2 en la banda entre 1.900 MHz y 2.000 MHz, ambas las destinadas a la telefonía móvil.
Tomado de la segunda online, enviada sugerencia de lectura en boletín GAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario