RAFAEL CORREA, PRESIDENTE DE ECUADOR, PRODUJO LA MÁS DESCABELLADA CENSURA EN TIEMPOS DE LA DEMOCRACIA: CERRÓ TELESANGAY, EL CANAL DE TELEVISIÓN DEL GOBIERNO INDÍGENA DE MORONA SANTIAGO, EN EL CORAZON DE LA AMAZONÍA.
La noticia, si bien impactante por su trascendencia, no sorprendió a quienes participamos del Primer Foro Internacional de Desarrollo Económico para Morona Santiago, la semana pasada en MACAS. También contribuimos con testimonios que apuntaron a preservar un medio de comunicación vital para la conservación de la biodiversidad amenazada. En las instalaciones de la emisora respondimos a varios reportajes y dimos charlas y columnas de opinión sobre la actividad extractiva que increpamos y denunciamos, en coincidencia con el prefecto Marcelino Chumpí, la autoridad máxima de esa provincia amazónica. Sorprende saber que nuestros reportajes y sobre todo el programa del que participamos con Chumpí, la noche del 15 del corriente, retrasmitido por cadena nacional de Quito, pudo haber sido la consecuencia esperada por los funcionarios de Rafael Correa.
El día de hoy difundimos por nuestras redes UAC, RENACE, y por miles de colectivos implicados en la defensa de los bienes comunes, el informe “La Amazonía ecuatorial participa de la UAC”. En él expresamos el compromiso contraído por los pueblos cordilleranos del norte y sur del continente sudamericano, de accionar de manera conjunta contra las invasiones mineras, quinientos años después del comienzo del gran saqueo colonizador.
En el relato también anotamos movilizaciones y marchas del día 16 del corriente, encabezadas por las autoridades provinciales, ante la amenaza de cierre del canal de televisión Telesangay, de señal nacional.
Nos tocó acompañar a verdaderas multitudes que recorrieron los barrios periféricos y el centro de Macas con estribillos que sugerían el resguardo de un medio de comunicación que se había dedicado a proteger la biodiversidad y los recursos naturales amazónicos.
Es en realidad el verdadero motivo por el que Correa cierra Telesangay: la campaña de Morona Santiago (y de su prefecto Marcelino Chumpi) contra las explotaciones mineras y petroleras.
Brutal atropello al mejor estilo absolutista
A las diez de la mañana del miércoles 23 de mayo de 2012, cincuenta policías irrumpieron en las instalaciones de Telesangay que continuaba transmitiendo las fiestas patronales de la ciudad de Macas. Fueron derecho a desmantelar y expropiar el equipo transmisor, sin importarles que una multitud rodeara el aeropuerto de Macas al grito “¡Devuelvan Telesangay!”
Enseguida se supo que el operativo para secuestrar la televisora alcanzó a sus repetidoras de El Quilano, Méndez, Limón Indanza y Pablo Sexto.
Para David Villacres, funcionario del canal, “es penoso el cierre por el momento elegido, las fiestas de Macas, lo que implica una medida atrevida y desafiante del gobierno”. Miles de personas siguieron a los vehículos que se retiraban de la planta trasmisora con cámaras y equipos de televisión, sin rumbo conocido, mientras les gritaban “Telesangay es del pueblo, devuelvan Telesangay.”
Muchas personas en la plaza cívica, al mediodía de hoy, aún no se habían percatado del hecho censurable, entretenidas con una feria-exposición.
Escribo esto por muchas razones, porque vivimos la prepotencia de los llamados gobiernos progresistas, que sostienen con desparpajo autoritario el doble lenguaje de un discurso izquierdófilo hacia afuera y la entrega de los territorios con su bienes comunes al mejor estilo de las derechas neoliberales. Este señor que dice haber parido la mejor Asamblea Constituyente del hemisferio para ir en pos de la “revolución ciudadana,” permite que las corporaciones transnacionales ejerzan su potestad dominante arrasando la mayor biodiversidad del mundo para extraer petróleo, gas y minerales críticos y estratégicos, insuficientes pero imprescindibles para el mundo consumista del Norte y para mantener su hegemonía dominante.
Y finalmente, escribo esto con una feroz indignación que me impide reflexionar de manera más serena. Será porque hace pocas horas que regresé de Macas y que, invitado por sus autoridades provinciales, recorrí esa región amazónica sembrando la esperanza movilizadora de las asambleas populares. Con el prefecto Marcelino Chumpi, de la etnia shuar seguramente habremos emitido las últimas voces de Telesangay, pero mantengo la esperanza de que los guerreros jíbaros de la Amazonía puedan hacer justicia aplicando sus mejores saberes ancestrales.
Enviado por Peter Healy de Fundación Ibera
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