Queridos Amigos:
En alguna parte del mundo, el 24 de diciembre, nacerá un niño en una casucha miserable de las millones que existen en las millones de villas que se encuentran en los miles de centros periféricos de las miles de ciudades del mundo. Y será un niño más de los miles de millones de niños pobres - sin esperanza - sin nada.
Sería tan increíble poder llegar a ese lugar con un obsequio maravilloso y postrarse ante él y llamarle rey de reyes... ¿ cómo decirle al mundo que en esa casa nació la salvación ? como lo viene haciendo hace dos mil años.
Quién podría distinguir la estrella entre tantos fuegos artificiales - entre tantas luces fugaces - efímeras - superficiales.
La humanidad celebra su olvido.
Entonces ...
Aunque sea un instante...
Convirtamos nuestra casa, nuestra mesa, nuestro corazón en ese pesebre y permitamos que nazca el milagro nuevamente para salvar al mundo, ese mundo que se ha olvidado de ser humano.
Todo mi aprecio y mis deseos de paz en estas fiestas.
José de Guardia de Ponté y Familia.
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