53 años de una política genocida
El 6 de abril de 1960 Lester D. Mallory, subsecretario
adjunto de Estado para los Asuntos Interamericanos en el gobierno del general
Dwihgt (Ike) Eisenhower, recordaba en un memorando a Roy R. Rubottom Jr.,
entonces subsecretario de Estado Para los Asuntos Interamericanos, el objetivo
de las sanciones económicas contra Cuba:
La mayoría de los cubanos apoya a Castro. No hay
oposición política eficaz . El único medio posible para aniquilar el apoyo
interno [al régimen] es provocar el desencanto y el desaliento por la
insatisfacción económica y la penuria . Se deben emplear rápidamente todos los
medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba . Una medida que
podría tener un fuerte impacto sería negar todo financiamiento o envío a Cuba,
lo que reduciría los ingresos monetarios y los salarios reales y provocaría el
hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno.
El cinismo de esta política hacia Cuba, que ha caracterizado
a todas las administraciones estadounidenses, al otorgar siempre vía libre para
llevar adelante la guerra económica contra el pueblo cubano, tiene su expresión
en lo que hizo entonces Roy R. Rubottom Jr., subsecretario de Estado para
Asuntos Interamericanos, cuando al recibir el memorando de Mallory estampó al
margen del papel esta lacónica respuesta: "Yes"
TOMADO DE LA GRANMA DE CUBA
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