La viróloga mendocina Florencia Linero recibió en la
Universidad de La Sorbona, en la ciudad de París, la beca internacional
L’Oréal-Unesco por la mujer en la ciencia, para desarrollar una novedosa
tecnología médica con nano-anticuerpos, con el objetivo de mejorar la cura de
la fiebre hemorrágica argentina (FHA).
"La investigación consiste en obtener y caracterizar
estos 'nanobodies' contra el 'virus Junín' y estudiar si reconocen al virus y
lo neutralizan", había explicado Linero antes de viaje la capital de
Francia.
“Trabajar con este virus, me permitió interiorizarme acerca
de esta enfermedad y las limitaciones de los tratamientos actuales, que si bien
han contribuido efectivamente a la disminución de la tasa de mortalidad, ponen
de manifiesto la necesidad de obtener nuevas opciones de tratamiento más
seguras y efectivas”, expresó la investigadora.
De 31 años, es la novena científica argentina premiada en
los 15 años de existencia del premio L’Oréal-Unesco, dos de ellas eméritas y
siete becarias.
Accederá a una beca de 40 mil dólares para financiar durante
dos años la investigación: en el primer año se instalará en la ciudad belga de
Gante, donde continuará, en el departamento de investigación de Medicina
Molecular de la Universidad de esa ciudad flamenca, bajo la dirección de Xavier
Saelens, con la búsqueda in vitro del anticuerpo adaptado para el "virus
Junín". El siguiente año lo ocupará en hacer, ya de regreso en la
Argentina, la parte 'in vivo' –en ratones– y saber si funcionan".
En la página web de Conicet se destaca que es doctora en
Biología Molecular, y cursa su posdoctorado en el Laboratorio de Virología de
la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires
(UBA) con una beca Conicet.
Su objetivo es desarrollar un enfoque mejorado para la cura
y prevención de la Fiebre Hemorrágica Argentina, un problema sanitario grave en
la población de trabajadores agrícolas, causado por el “virus Junín” y
transmitido por fluidos corporales aerosolizados de roedores infectados.
Realiza investigaciones para encontrar tratamientos más
efectivos mediante una novedosa forma de tecnología médica llamada
“nanobodies”.
El agente fue nombrado "virus Junín" porque fue en
el hospital y organismo de referencia de esa ciudad bonaerense donde apareció,
en 1950, un reporte que alertaba a la población de una enfermedad con
sintomatología clara pero de origen desconocido.
Creado en 1998, el programa L’Oréal-Unesco “Por la Mujer en la Ciencia” tiene como objetivo reconocer y apoyar a mujeres científicas en todos los continentes cada año, distinguiendo a cinco investigadoras eméritas, una por región, cuyos destacados logros hayan contribuido al progreso del conocimiento científico y beneficiado a la sociedad.
Creado en 1998, el programa L’Oréal-Unesco “Por la Mujer en la Ciencia” tiene como objetivo reconocer y apoyar a mujeres científicas en todos los continentes cada año, distinguiendo a cinco investigadoras eméritas, una por región, cuyos destacados logros hayan contribuido al progreso del conocimiento científico y beneficiado a la sociedad.
El programa también identifica a 15 jóvenes científicas, 3
por región, de alto potencial cuyos proyectos sean valiosos y viables, para
atribuirles becas de investigación.
Los Premios L’Oréal-Unesco “Por la Mujer en la Ciencia” tienen además su capítulo local desarrollado por las filiales del Grupo, que distinguen y apoyan proyectos de investigación en cada país, promoviendo la ciencia como carrera entre las jóvenes generaciones.
Eleonora Kaplan, de L’Oréal Argentina, enfatizó que "la Universidad de Gante va a ayudar a Linero en profundizar su investigación, con transferencia tecnológica en algo que va a tener efecto sobre Argentina".
Los Premios L’Oréal-Unesco “Por la Mujer en la Ciencia” tienen además su capítulo local desarrollado por las filiales del Grupo, que distinguen y apoyan proyectos de investigación en cada país, promoviendo la ciencia como carrera entre las jóvenes generaciones.
Eleonora Kaplan, de L’Oréal Argentina, enfatizó que "la Universidad de Gante va a ayudar a Linero en profundizar su investigación, con transferencia tecnológica en algo que va a tener efecto sobre Argentina".
A fines de la década del '50, la infección viral también
conocida como "Mal de los rastrojos" tuvo un brote mayor que afecto a
trabajadores rurales en un área endémica de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba,
Entre Ríos y La Pampa.
Tomado de as somos de Córdoba ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario