martes, 2 de abril de 2013

PAÑALES mejores para el ambiente


Cuide el ambiente desde la cuna
Los pañales ecológicos son lavables, reutilizables y no dañan la salud del planeta
Hasta hace tres décadas, las madres se veían obligadas a lavar y hervir los pañales de tela de sus hijos cuantas veces fuera necesario. Era una costumbre, un método tradicional que no se cuestionaba. "Usábamos
gasas y pañales de algodón. Era duro porque había que lavar a mano con agua caliente y con un detergente muy delicado. Imagínate que los cambiaba 6 o 7 veces al día", explica María José Peralta, de 61 años, que ahora cuida a su nieta Paula, de un año. Reconoce que los pañales de usar y tirar han revolucionado la realidad. "La tela era más barata, pero los de ahora son mucho más cómodos y no irritan tanto", asegura.
Sin embargo, de lo que no es consciente, es de que cada bebé produce aproximadamente 2 toneladas de basura de pañales desechables en sus dos primeros años de vida, utilizando un promedio de 6 unidades diarias. Teniendo en cuenta que cada pañal usado tarda 500 años en degradarse, se hace necesaria la búsqueda de alternativas.
"En un esfuerzo por entrar en el mercado verde, las empresas de pañales desechables reducen el nivel de cloro en el blanqueo de la pulpa o utilizan celulosa de bosques controlados. Sin embargo, las toneladas de residuos que generan es muy alta y los expertos coinciden en los escasos beneficios medioambientales que reportan estos cambios en comparación a la contaminación que produce su fabricación", aclara Pedro Nunes, gerente general de Ecobebé.
Por ello han surgido empresas que abanderan nuevas opciones ecológicas en el cuidado del neonato. Paradójicamente se ha vuelto a la tela en los pañales, tal y como las abuelas recuerdan, aunque con la implantación de algunos cambios que hacen la vida más fácil a los padres.
Junto a Marcela Castro, Nunes fue el responsable de llevar a cabo la iniciativa de los pañales ecológicos a nivel nacional a través de Ecobebé. Como padres se dieron cuenta de la cantidad de basura que producía un niño en sus dos primeros años de vida. En un primer momento adquirieron estos pañales en el extranjero, ya que en países como Chile se comercializan desde hace diez años, así como telas y broches. Más tarde perfeccionaron el producto y en febrero de 2009 el nuevo artículo salió al mercado. Actualmente se venden a nivel nacional.
Jimmy Vera, asistente de administración en Bebé Mundo, asegura que en sus años de venta en la tienda, estos pañales ecológicos han tenido una buena acogida. "Todavía se venden menos que los desechables porque la gente tiene dudas sobre su utilización, pero son bien absorbentes, no irritan nada la piel del bebé y se secan fácilmente", explica.
Su posicionamiento en el mercado ha sido progresivo, ya que al principio la idea de lavar una parte del pañal no convencía a los padres. Sin embargo, con la tendencia ecológica que ha tomado fuerza en los últimos años, el número de los que han comenzado a utilizarlo ha ido en aumento. "Tengo dos bebés", comenta Karla Aguirre, compradora de pañales ecológicos, "al principio no me daban confianza usarlos, pero ahora no utilizo otros. Son cómodos, fáciles de lavar y además favorecen al medio ambiente. He usado los mismos para mis dos hijos, ya que se pueden reutilizar".
Efectivamente, los pañales de tela han evolucionado mucho y vuelven a ser tendencia, especialmente para las personas que tienen conciencia ambiental. Atrás quedaron los días en que las madres debían lavar y hervir los pañales de sus hijos. "La limpieza de este producto es muy sencilla. Pueden lavarse en la lavadora o a mano usando un jabón biodegradable", asegura Nunes, "pero lo más importante es que no destruyen el medio ambiente". Otra de las ventajas es que no guardan olores, gérmenes ni bacterias. Tampoco retienen manchas y pueden usarse varias veces.
En contraste, los pañales tradicionales están fabricados con polipropileno, que es un material que no se recicla todavía en Ecuador. A su vez, otro de sus compuestos es la celulosa que se obtiene de la pulpa de los árboles, lo que sigue siendo nocivo para la naturaleza. Además, algunas especies de aves sufren daños irreparables o mueren tras ingerir pedazos de residuos, entre ellos pañales, que son arrojados a ríos, mares y océanos. No en vano han sido catalogados como 'biopeligrosos' por los expertos, aunque la mayoría de la población todavía lo considere un producto inofensivo.
Inés Ruiz del Arbol - Guayaquil
tomado de el expreso de Guayaquil Ecuador 

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