domingo, 30 de junio de 2013

AERO-GENERADOR MARINO PARA PAÍS VASCO

El aerogenerador flotará a tres millas de Armintza para avanzar en el diseño de campos eólicos 'off-shore'
Por JOSU GARCÍA |
Gráfico: David Vázquez Mata
97 metros de altura tendrá el basamento flotante y el primer aerogenerador marino que se instalará mar adentro en aguas españolas.
Empresas vascas En el proyecto, que cuenta con financiación del Séptimo Programa Marco de la Unión Europea para la investigación en energías renovables, participan 17 compañías, entre ellas varias vascas, como Cadenas Vicinay o Tecnalia. También colabora ABB, que cuenta con delegación en Galindo.
130 millas. Es la distancia que hay desde Avilés hasta el punto de la costa vasca donde se instalará el aerogenerador. La estructura flotante sobre la que se asentará el molino tendrá que ser remolcada durante varios días para llegar a su destino.
Permisos ambientales El Ministerio de Medio Ambiente ha iniciado recientemente el proceso para consultar a las diferentes asociaciones ecologistas e instituciones sobre los posibles impactos del proyecto. El estudio ambiental realizado concluye que «no se espera ninguna afección significativa sobre el medio ambiente marino».
Sus dimensiones son colosales. Si se instalara en plena Plaza Circular de Bilbao, el aerogenerador, con sus palas extendidas y montado sobre su base especial, superaría en altura al edificio del BBVA. El primer molino eólico de España preparado para generar energía en alta mar se anclará en breve a cuatro kilómetros de la costa de Armintza, en el marco de un proyecto de investigación en el que participan varias empresas punteras de Euskadi. Un plan que cuenta con el aval de la Unión Europea y en el que se han depositado muchas esperanzas. Durante dos años, se espera recabar datos y conocimientos suficientes para poder desplegar campos eólicos oceánicos capaces de generar cantidades ingentes de electricidad.
La iniciativa es tan novedosa como prometedora. Los expertos aseguran que el futuro de las renovables pasa por el mar, por las estructuras ‘off-shore’, que causan un impacto sobre el paisaje y el medio ambiente muy inferior a lo que sucede en tierra. Y ¿por qué se ha elegido el litoral vizcaíno para poner en marcha un programa de este calado?
Principalmente por dos razones: buena parte de las compañías que colaboran en el proyecto –conocido como Hiprwind– están asentadas en la cornisa cantábrica y, sobre todo, porque el aerogenerador pretende aprovechar la infraestructura de Bimep (Biscay Marine Energy Platform), la zona de exclusión de 5 kilómetros cuadrados que el Gobierno vasco ha reservado para producir energía a partir de la fuerza de las olas. Las boyas y captadores maremotrices del plan que lidera el Ente Vasco de la Energía podrían estar listos para finales de año y el molino ‘off-shore’ quiere beneficiarse entonces del trabajo realizado y evacuar la electricidad a través del cableado submarino ya existente. Se matan dos pájaros de un tiro.
Detrás de Hiprwind hay 17 empresas. En gran medida, lidera la iniciativa Acciona, mientras que la bilbaína Cadenas Vicinay también tiene un papel destacado, ya que se encargará de diseñar y estudiar el comportamiento de las dos grandes anclas que se van a utilizar para evitar la deriva del gigantesco molino. Suya es la responsabilidad de que su basamento, de más de 3.000 toneladas, no quede a merced de las olas.
El elemento más novedoso del primer aerogenerador marino de España es, precisamente, la estructura flotante sobre la que se asentará. Tiene forma de trípode. Son tres patas de elefante perfectamente ensambladas. Las tres columnas, de 25 metros de altura, contarán con una parte hueca o francobordo que, mediante un complejo sistema de tuberías, posibilitará que el agua que hará de lastre fluya en equilibrio en su interior para evitar que la torre se hunda o vuelque.
El molino quedará suspendido sobre el lecho marino, a cuatro kilómetros de la costa, en su posición más cercana. En el punto elegido habrá una profundidad que oscila entre 70 y 90 metros. Las dos grandes anclas, de cinco metros de longitud y 8.000 kilogramos, se encargarán de asir el conjunto al fondo. Para ello se utilizarán gruesas cadenas de hasta medio kilómetro de longitud.
Los permisos que Hiprwind necesita se encuentran ahora mismo en tramitación. A finales de mayo, el Ministerio de Medio Ambiente, cuyo visto bueno es imprescindible, comenzó a enviar a asociaciones conservacionistas y organismos públicos el documento ambiental que evalúa la huella ecológica que tendrá la actuación en el entorno y en las aguas cercanas a Armintza.
El estudio, al que ha tenido acceso ELCORREO, concluye que «no se espera ningún impacto significativo sobre el medio ambiente marino y es compatible con los requerimientos de la Ley 41/2010 de Protección del Medio Marino; no esperándose un empeoramiento del estado ambiental del ecosistema, que seguiría manteniéndose en buen estado».
De forma paralela a la tramitación administrativa, los diferentes engranajes de Hiprwind continúan adelante con los planes previstos para dar forma a la estructura flotante y al aerogenerador. El molino llevará la firma de Acciona. Su turbina tendrá una potencia de 1,5Mw y ha sido certificada por Germanischer Lloyd (GL) para «un amplio rango de tipos de viento». Es decir, puede funcionar en condiciones meteorológicas muy variables. Ésa será su principal diferencia con respecto a un molino de tierra. Pesará 170 toneladas y medirá 72 metros, desde el punto máximo que alcancen sus palas a su base. El conjunto aún se elevará más, hasta casi 90, ya que su flotador sobresaldrá varios metros por encima del nivel del agua. Una altura cercana a la que alcanza la plataforma petrolífera ‘La Gaviota’ de Bermeo’, con sus 102 metros.
San Juan de Gaztelugatxe
Uno de los principales impactos negativos que ocasionará la primera turbina marina 'off-shore' que se instalará en España tiene que ver con el paisaje. El molino será visible desde tierra en varios puntos, ubicados en zonas de alto valor ecológico, siempre y cuando el día sea claro y las condiciones climatológicas, favorables. Los expertos han estudiado a fondo este aspecto y han realizado diversas simulaciones sobre cómo quedará el horizonte costero en lugares como Cabo Villano (6,4 kilómetros de distancia), Cruz de Gaztelumendi (4), playa y mirador de Bakio (7,5), San Juan de Gaztelugatxe (8) y Cabo Matxitxako (10,5). En principio, los informes concluyen que la estructura apenas será perceptible más allá de los seis kilómetros.
La operación de montaje del aerogenerador será terriblemente compleja. Tanto es así que aún no se ha decidido cómo se va a llevar a cabo. Hay varias opciones para la primera fase, que consiste en poner sobre el agua la colosal base flotante para remolcarla después hasta la costa de Armintza, a lo largo de 130 millas. La estructura, muy pesada, se construye actualmente en la localidad asturiana de Avilés.
Se barajan tres métodos para sacarla de tierra. En primer lugar, se podría utilizar una gran grúa desde los muelles del puerto asturiano. Otra de las posibilidades es emplear un barco con un brazo elevador para introducirla en el agua. La última alternativa es botar el trípode como si de una embarcación se tratara: dejarlo resbalar hasta que entre en contacto con el mar. Todo el operativo se podría prolongar varios días e incluirá varias pruebas de estabilidad para evitar que el conjunto se vaya a pique.
Además de la turbina, el proyecto Hiprwind prevé instalar durante dos años una gran torre meteorológica en la zona para el estudio de los vientos, así como para comprobar el rendimiento y comportamiento del aerogenerador. El aparato tendrá unas dimensiones importantes: 60 metros de altura.

Tomado de diario el correo de país vasco 

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