El aerogenerador flotará a tres millas de Armintza para
avanzar en el diseño de campos eólicos 'off-shore'
Por JOSU GARCÍA |
Gráfico: David Vázquez Mata
97 metros de altura tendrá el basamento flotante y el primer
aerogenerador marino que se instalará mar adentro en aguas españolas.
Empresas vascas En el proyecto, que cuenta con financiación
del Séptimo Programa Marco de la Unión Europea para la investigación en
energías renovables, participan 17 compañías, entre ellas varias vascas, como
Cadenas Vicinay o Tecnalia. También colabora ABB, que cuenta con delegación en
Galindo.
130 millas. Es la distancia que hay desde Avilés hasta el
punto de la costa vasca donde se instalará el aerogenerador. La estructura
flotante sobre la que se asentará el molino tendrá que ser remolcada durante
varios días para llegar a su destino.
Permisos ambientales El Ministerio de Medio Ambiente ha
iniciado recientemente el proceso para consultar a las diferentes asociaciones
ecologistas e instituciones sobre los posibles impactos del proyecto. El
estudio ambiental realizado concluye que «no se espera ninguna afección
significativa sobre el medio ambiente marino».
Sus dimensiones son colosales. Si se instalara en plena
Plaza Circular de Bilbao, el aerogenerador, con sus palas extendidas y montado
sobre su base especial, superaría en altura al edificio del BBVA. El primer
molino eólico de España preparado para generar energía en alta mar se anclará
en breve a cuatro kilómetros de la costa de Armintza, en el marco de un
proyecto de investigación en el que participan varias empresas punteras de
Euskadi. Un plan que cuenta con el aval de la Unión Europea y en el que se han
depositado muchas esperanzas. Durante dos años, se espera recabar datos y
conocimientos suficientes para poder desplegar campos eólicos oceánicos capaces
de generar cantidades ingentes de electricidad.
La iniciativa es tan novedosa como prometedora. Los expertos
aseguran que el futuro de las renovables pasa por el mar, por las estructuras
‘off-shore’, que causan un impacto sobre el paisaje y el medio ambiente muy
inferior a lo que sucede en tierra. Y ¿por qué se ha elegido el litoral
vizcaíno para poner en marcha un programa de este calado?
Principalmente por dos razones: buena parte de las compañías
que colaboran en el proyecto –conocido como Hiprwind– están asentadas en la
cornisa cantábrica y, sobre todo, porque el aerogenerador pretende aprovechar
la infraestructura de Bimep (Biscay Marine Energy Platform), la zona de
exclusión de 5 kilómetros cuadrados que el Gobierno vasco ha reservado para producir
energía a partir de la fuerza de las olas. Las boyas y captadores maremotrices
del plan que lidera el Ente Vasco de la Energía podrían estar listos para
finales de año y el molino ‘off-shore’ quiere beneficiarse entonces del trabajo
realizado y evacuar la electricidad a través del cableado submarino ya
existente. Se matan dos pájaros de un tiro.
Detrás de Hiprwind hay 17 empresas. En gran medida, lidera
la iniciativa Acciona, mientras que la bilbaína Cadenas Vicinay también tiene
un papel destacado, ya que se encargará de diseñar y estudiar el comportamiento
de las dos grandes anclas que se van a utilizar para evitar la deriva del
gigantesco molino. Suya es la responsabilidad de que su basamento, de más de
3.000 toneladas, no quede a merced de las olas.
El elemento más novedoso del primer aerogenerador marino de
España es, precisamente, la estructura flotante sobre la que se asentará. Tiene
forma de trípode. Son tres patas de elefante perfectamente ensambladas. Las
tres columnas, de 25 metros de altura, contarán con una parte hueca o
francobordo que, mediante un complejo sistema de tuberías, posibilitará que el
agua que hará de lastre fluya en equilibrio en su interior para evitar que la
torre se hunda o vuelque.
El molino quedará suspendido sobre el lecho marino, a cuatro
kilómetros de la costa, en su posición más cercana. En el punto elegido habrá
una profundidad que oscila entre 70 y 90 metros. Las dos grandes anclas, de
cinco metros de longitud y 8.000 kilogramos, se encargarán de asir el conjunto al
fondo. Para ello se utilizarán gruesas cadenas de hasta medio kilómetro de
longitud.
Los permisos que Hiprwind necesita se encuentran ahora mismo
en tramitación. A finales de mayo, el Ministerio de Medio Ambiente, cuyo visto
bueno es imprescindible, comenzó a enviar a asociaciones conservacionistas y
organismos públicos el documento ambiental que evalúa la huella ecológica que
tendrá la actuación en el entorno y en las aguas cercanas a Armintza.
El estudio, al que ha tenido acceso ELCORREO, concluye que
«no se espera ningún impacto significativo sobre el medio ambiente marino y es
compatible con los requerimientos de la Ley 41/2010 de Protección del Medio
Marino; no esperándose un empeoramiento del estado ambiental del ecosistema,
que seguiría manteniéndose en buen estado».
De forma paralela a la tramitación administrativa, los
diferentes engranajes de Hiprwind continúan adelante con los planes previstos
para dar forma a la estructura flotante y al aerogenerador. El molino llevará
la firma de Acciona. Su turbina tendrá una potencia de 1,5Mw y ha sido
certificada por Germanischer Lloyd (GL) para «un amplio rango de tipos de
viento». Es decir, puede funcionar en condiciones meteorológicas muy variables.
Ésa será su principal diferencia con respecto a un molino de tierra. Pesará 170
toneladas y medirá 72 metros, desde el punto máximo que alcancen sus palas a su
base. El conjunto aún se elevará más, hasta casi 90, ya que su flotador
sobresaldrá varios metros por encima del nivel del agua. Una altura cercana a la
que alcanza la plataforma petrolífera ‘La Gaviota’ de Bermeo’, con sus 102
metros.
San Juan de Gaztelugatxe
Uno de los principales impactos negativos que ocasionará la
primera turbina marina 'off-shore' que se instalará en España tiene que ver con
el paisaje. El molino será visible desde tierra en varios puntos, ubicados en
zonas de alto valor ecológico, siempre y cuando el día sea claro y las
condiciones climatológicas, favorables. Los expertos han estudiado a fondo este
aspecto y han realizado diversas simulaciones sobre cómo quedará el horizonte
costero en lugares como Cabo Villano (6,4 kilómetros de distancia), Cruz de
Gaztelumendi (4), playa y mirador de Bakio (7,5), San Juan de Gaztelugatxe (8)
y Cabo Matxitxako (10,5). En principio, los informes concluyen que la
estructura apenas será perceptible más allá de los seis kilómetros.
La operación de montaje del aerogenerador será terriblemente
compleja. Tanto es así que aún no se ha decidido cómo se va a llevar a cabo.
Hay varias opciones para la primera fase, que consiste en poner sobre el agua
la colosal base flotante para remolcarla después hasta la costa de Armintza, a
lo largo de 130 millas. La estructura, muy pesada, se construye actualmente en
la localidad asturiana de Avilés.
Se barajan tres métodos para sacarla de tierra. En primer
lugar, se podría utilizar una gran grúa desde los muelles del puerto asturiano.
Otra de las posibilidades es emplear un barco con un brazo elevador para
introducirla en el agua. La última alternativa es botar el trípode como si de
una embarcación se tratara: dejarlo resbalar hasta que entre en contacto con el
mar. Todo el operativo se podría prolongar varios días e incluirá varias
pruebas de estabilidad para evitar que el conjunto se vaya a pique.
Además de la turbina, el proyecto Hiprwind prevé instalar
durante dos años una gran torre meteorológica en la zona para el estudio de los
vientos, así como para comprobar el rendimiento y comportamiento del
aerogenerador. El aparato tendrá unas dimensiones importantes: 60 metros de
altura.
Tomado de diario el correo de país vasco
No hay comentarios:
Publicar un comentario