Un estudio de
gran tamaño halla que un mayor consumo aumenta el riesgo, pero los expertos no
están de acuerdo con los hallazgos
Las personas que
comen mucha carne roja están en mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2,
mientras que las que consumen menos carne roja reducen el riesgo.
Esos son los
hallazgos de un nuevo estudio de gran tamaño en Singapur en que participaron
149,000 mujeres y hombres de EE. UU.
Los
investigadores hallaron que aumentar el consumo de carne roja puede aumentar el
riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 48 por ciento.
"No hay
necesidad de poner más carne roja en el plato: aumenta el riesgo de
diabetes", señaló el investigador líder An Pan, profesor asistente de la
Facultad de Salud Pública Saw Swee Hock de la Universidad Nacional de Singapur.
"Es mejor
reducir el consumo de carne roja, reemplazándola con otros alimentos sanos,
como frijoles, legumbres, productos de soya, frutos secos, pescado, aves y
granos integrales", añadió.
El informe
aparece en la edición en línea del 17 de junio de la revista JAMA Internal
Medicine.
Para el estudio,
el equipo de Pan recolectó datos de tres grupos de estudios de la Universidad
de Harvard: el Estudio de seguimiento de los profesionales de la salud, el
Estudio de la salud de las enfermeras y el Estudio de la salud de las
enfermeras II. Todos los participantes respondieron a preguntas sobre sus
dietas cada cuatro años, lo que resultó en más de 1.9 millones de personas-años
de seguimiento.
Hubo más de 7,500
casos de diabetes tipo 2, hallaron los investigadores.
Al comparar la
dieta con los casos de diabetes, el grupo de Pan halló que las personas que
aumentaron su consumo de carne roja en 0.5 porciones por día durante un periodo
de cuatro años tenían un 48 por ciento más de probabilidades de desarrollar
diabetes tipo 2, en comparación con las personas que comían menos carne roja.
Además, las
personas que redujeron su consumo de carne roja tenían un 14 por ciento menos
probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, hallaron.
Sin embargo,
expertos externos plantearon argumentos sobre los hallazgos.
"Los
estudios epidemiológicos realizados mediante cuestionarios no son precisos, y
nunca prueban causalidad, sin importar qué tan grandes son ni qué tan buenas
son las estadísticas", comentó el Dr. Joel Zonszein, director del Centro
Clínico de la Diabetes del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva
York.
La interacción de
muchos factores genéticos y del estilo de vida que provocan la obesidad y la
diabetes tipo 2 es sorprendentemente compleja, y aún se está estudiando, añadió
Zonszein. "Realizar un análisis de sección cruzada o epidemiológico
produce preguntas, pero no respuestas", dijo.
Culpar a la carne
roja de la diabetes es engañoso, apuntó William Evans, director de la Unidad de
Rendimiento del Descubrimiento del Metabolismo Muscular de GlaxoSmithKline, y
autor de un editorial acompañante en la revista.
Lo más probable
es que la cantidad de grasa saturada que también se halla en muchos tipos de
carnes sea la causa de la asociación entre la carne roja y el riesgo de
diabetes, señaló.
"La carne
roja no es el alimento malo que muchos dicen", aseguró Evans. "Hay
muchos cortes de carne de res que son carne roja y que tienen una cantidad de
grasa igual que una pechuga de pollo, y el rojo de la carne provee la forma más
disponible de hierro entre todos los alimentos que consumimos".
Pero Samantha
Heller, nutricionista clínica principal del Centro Médico Langone de la NYU en
la ciudad de Nueva York, respondió que los estadounidenses comen demasiada
carne roja.
"En 2012,
los estadounidenses comieron un estimado de 166 libras (75 kilos) de carne por
persona", apuntó. "Se trata de una cantidad enorme de grasa saturada
malsana y otros compuestos que se hallan en la carne, como el hierro, el zinc y
el N-nitroso, compuestos que la investigación sugiere que se relacionan con un
mayor riesgo de enfermedades como la diabetes, las enfermedades
cardiovasculares y el cáncer".
"Un plato
lleno de carne tampoco deja espacio para las verduras, los granos integrales y
otras comidas saludables", lamentó Heller.
Zonszein tampoco
culpa a la carne roja exclusivamente de la diabetes tipo 2.
"El mensaje
de salud pública debe ser consumir una dieta saludable para el corazón y
equilibrada con macronutrientes, y baja en grasas saturadas", aconsejó.
Sin embargo,
añadió que "la ingesta excesiva de calorías no es buena, pero de vez en
cuando como un buen filete con papas y lo disfruto".
"Si la causa
del riesgo asociado es el contenido de grasa saturada y de grasas en total, el
mensaje de salud pública debe ser reducir la ingesta de todas las fuentes, como
el queso, la leche entera y la carne que sea rica en grasas saturadas, y no
singularizar ningún tipo específico de carne debido a que sea roja",
apuntó Evans.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: An
Pan, Ph.D., assistant professor, Saw Swee Hock School of Public Health,
National University of Singapore; Joel Zonszein, M.D., director, Clinical
Diabetes Center, Montefiore Medical Center, New York City; William Evans Ph.D.,
vice president and head, Muscle Metabolism Discovery Performance Unit,
GlaxoSmithKline, Research Triangle Park, N.C.; Samantha Heller, M.S., R.D.,
senior clinical nutritionist, NYU Langone Medical Center, New York City; June
17, 2013, JAMA Internal Medicine, online
HealthDay
Tomado de envío de medilineplus de eeuu
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