CHAMICAL INTA: UNA FORRAJERA PARA ZONAS MARGINALES
Técnicos del INTA presentaron a Chamical INTA, una gramínea
que se caracteriza por adaptarse a suelos salinos y áridos, con buen potencial
de producción de forraje y aptitud para el pastoreo directo.
Un equipo de investigadores del INTA, integrado por especialistas
de La Rioja, Catamarca y Pergamino, presentaron la primera variedad forrajera
nativa para el Chaco árido. Se trata de Chamical INTA, recientemente inscripta
en el Registro Nacional de la Propiedad y en el Registro Nacional de Cultivares
del
Instituto Nacional de Semillas (INASE). Se destaca por su tolerancia a
bajas precipitaciones, elevado potencial forrajero, muy buena aptitud para el
pastoreo directo y adaptación a suelos salinos y arcillosos.
Pedro Namur, especialista en pasturas del INTA La Rioja y
uno de los obtentores del nuevo cultivar, destacó la importancia del
desarrollo: “Apostamos al mejoramiento de variedades nativas, para que el
productor tenga una alternativa para recuperar áreas degradadas”.
Además, es una opción interesante “para aumentar la
producción de carne por hectárea”, señaló.
Se trata de una gramínea megatérmica, que crece en el verano
con el aporte de las lluvias. Se desarrolla “muy bien en suelos pesados, con
alto contenido de arcilla y salinos. Por otro lado, es eficiente en el uso del
agua debido a que resiste a bajas precipitaciones y altas temperatura”, indicó
Namur y agregó: “En áreas donde las precipitaciones se registran por debajo de
los 350 milímetros anuales, este cultivar podría tener ventajas competitivas
respecto a otras megatérmicas introducidas”.
De acuerdo con Adriana Andrés, especialista en especies y
cultivares forrajeros del INTA Pergamino –Buenos Aires–, esta variedad está
adaptada a las condiciones de clima y suelos de Chamical –La Rioja–. “La
seleccionamos por su producción de forraje, semilla y tolerancia a sequía y
frío”, expresó. Se conformó un lote de producción de semillas en la
experimental del INTA en La Rioja y, luego de años se generó una población
estable denominada Chamical INTA. Allí, fue multiplicada en lote aislado.
Para Emiliano Quiroga, especialista en pasturas del INTA
Catamarca, esta variedad es ideal, además, para recuperar áreas degradadas. “Es
una interesante alternativa ecológica para frenar los procesos de degradación”,
dijo.
Con rendimientos promedios que rondan los 2.500 kilogramos
de materia seca por hectárea, soporta bien el pastoreo y presenta buenos
niveles de calidad de forraje. Sus contenidos de proteína bruta van de 13% en
hojas verdes a 7% en hojas secas. “Comparado con otras pasturas los valores son
similares, aunque su potencial está en la capacidad de enfrentar períodos de
escases hídrica”, expresó Quiroga.
Entre las ventajas comparativas, los especialistas coinciden
en que “al ser una especie nativa, se adaptada muy bien a las condiciones
ambientales de la región y casi no tiene plagas ni enfermedades que afecten los
rendimientos”.
Chamical INTA es una variedad que se fecunda a sí misma
–autógama–, perenne, con un ciclo de crecimiento de seis meses
(noviembre-abril) y de floración de cuatro meses (diciembre-abril).
“Al ser una especie nativa, se adaptada muy bien a las
condiciones ambientales de la región y casi no tiene plagas ni enfermedades que
afecten los rendimientos”.
“Fenotípicamente, el cultivar presenta láminas sin
pubescencia de 8,3 centímetros de largo y 20 milímetros de ancho. Su panoja
está formada por un fascículo de 15 racimos por inflorescencia, con un largo de
9,9 centímetros y es de color pajizo claro a la madurez. La caña floral alcanza
un largo promedio de 40,2 centímetros con nudos de color marrón oscuro. El peso
de mil semillas es de 0,1328 gramos y, en condiciones de secano, el rendimiento
de semillas es de 392 kilogramos por hectárea”, explicó Andrés.
La inscripción en el Registro Nacional Cultivares y en el
Registro Nacional de la Propiedad de Cultivares del INASE es para destacar
debido a que “no existen antecedentes en el país de desarrollo de descriptores
morfológicos e inscripción de gramíneas nativas” explicó Namur. En el caso de
Chamical INTA, el registro para inscripción fue elaborado por el INTA, y esto
constituye un gran aporte para la protección del germoplasma nativo.
“Sabemos que nos falta profundizar la investigación para
mejorar algunos aspectos como la facilidad de implantación y la velocidad de
crecimiento inicial de las plantas, entre otros aspectos”, concluyeron los
especialistas del INTA.
Fuente: Prensa INTA
TOMADO DE ENVIO DE PREGON AGROPECUARIO DE AR
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