El auge actual de
la actividad minera no responde a una necesidad de país, sino a la expansión de
la demanda de minerales por las potencias establecidas y emergentes, el aumento
sostenido en los precios internacionales y la participación del sur global en
la economía, específicamente América Latina, como exportador de bienes
primarios dentro del llamado Consenso de los Commodities, que consiste en un
cambio en el modelo de acumulación desde los servicios financieros a la
intensificación del control, extracción y exportación a gran escala de bienes
naturales, mediante la expansión hacia espacios antes considerados
improductivos, implicando así el despojo de territorios.
Tomado de envío
de mesa de dialogo a través de red periodistas ambientales
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